Un Destino Misterioso |ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ

☯ pasado Pt.3 ☯

2 meses pasaste encerrado en el departamento, después de todo todavía no asimilabas lo que está pasando, tener que vivir 12 años lejos de tu madre y que tu padre falleciera también te dolía, Haru estaba seguro que esa escena lo traumo, no podía dormir en las noches porque la misma pesadilla aparece una y otra vez, tu padre golpeándote y tu madre apuñalándolo, te sentías culpable de todo, talvez si hubiera aceptado los golpes que su padre le daba todo estaría como antes.

unos ladridos interrumpieron sus pensamientos, shiro y takeshi se tiraron arriba de ti y se empezaron a restregar moviendo sus colitas con felicidad, sonreíste y los acariciaste, te levantaste de la cama y bajaste al segundo piso para darles de comer, preparaste sus platos los pusiste en el piso y rellenaste sus platos con agua, shiro y takeshi te seguían con la mirada sentados enfrente de los platos, te pusiste atrás de ellos y diste la orden para comer.

tal vez esto no esté tan mal no,  pensaste mientras te servias una taza de té y te sentabas en una silla con una rodilla arriba.

Mamá quería que siguiera mi vida, decidiste ir a la escuela para que te den tus calificaciones, este año pasabas a tercero de secundaria, terminaste tu taza la lavaste y subiste de nuevo al tercer piso para bañarte y arreglarte, mientras subías sentiste pasitos atrás de ti indicándote que los perritos habían terminado, ellos se acostaron en la cama mientras veían como te llevabas una toalla al baño y te bañabas, terminaste de bañarte y saliste con la toalla en la cintura.

— ains — suspiraste mientras te ponías tu ropa casual y te arreglabas, estando todo ya listo te pusiste tu mascarilla y bajaste al primer piso donde estaba la puerta y te pusiste tus zapatos.

— ¡Shiro, Takeshi! — alzaste la voz para que bajaran, en segundos aparecieron enfrente de ti con sus colitas moviéndose de un lado al otro, sonreíste y sacaste las correas.

— sentados — dijiste e inmediatamente lo hicieron, con una sonrisa tranquila les pusiste las correas y saliste del apartamento rumbo a la escuela.

llegando a la secundaria les explicaste a los maestros tus faltas y porque tardaste en venir, ellos entendieron todo y te dieron tus calificaciones.

— a pesar de faltar 2 meses sus calificaciones son impecables joven Hayashi siga así y una prestigiosa escuela lo buscara — alagó el director mientras te entregaba tus papeles.

— Muchas gracias — respondiste y diste una reverencia en forma de respeto.

— Me retiro, gracias por todo — dijiste mientras te enderezabas.

— tenga unas buenas vacaciones joven — dijo amablemente el director mientras te abría la puerta y salías.

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saliste de la escuela y caminaste hacia el parque donde te encontrarías con kazutora, hace mucho que no lo veías y te querías disculpar con él por tu ausencia, después de todo sabias su situación y lo mucho que sufría, mientas caminabas viste una tienda hacia que decidiste comprar algo para kazutora, después de entrar y elegir lo que comprarías te dirigiste a la caja para pagar tus compras, luego de muchos coqueteos por parte de la cajera y negativas tuyas a sus coqueteos saliste de la tienda y finalmente te dirigiste al parque.

ahí lo encontraste sentado en una banca, con otro niño de pelo negro corto, tu mirada se relajó al verlo feliz con él, soltaste las correas de tus perros para que se pasearan mientras hablabas con kazutora.

— diviértanse y no hagan alboroto — dijiste hacia tus perros y ellos ladraron y empezaron a correr y jugar por el parque.

te fuiste acercando hacia kazutora y el niño cuando kazutora te vio se le iluminaron los ojos y fue corriendo hacia ti para abrasarte.

— ¡Hayashi-san! — dijo el feliz, le acariciaste la cabeza y lo saludaste también.

— ¿Cómo has estado kazutora-kun? — le preguntaste mientras se acercaban con calma a la banca donde estaba antes.

— ¡Muy bien! hice un nuevo amigo y nos llevamos muy bien — dijo y tu asentiste mientras te parabas enfrente de ambos.

— eso me alegra kazutora-kun, lamento mucho no haber venido tuve muchos problemas últimamente — te disculpaste mientras le mostrabas las cosas que compraste y el las veía con curiosidad, pero antes de agarrar uno se acordó de su amigo.

— ¡Ah!, es cierto, hayashi-san él es Baji Keisuke el amigo que te dije que hice — presento feliz mientras te veía.

— Baji él es hayashi-san el amigo que te conté — ahora te presento para su amigo-

— un gusto — dijiste mientras lo veías y le dabas una pequeña sonrisa que no se notó por la mascarilla.

— ¡Un gusto señor! — dijo, no, gritó mientras se paraba de la banca y hacia una reverencia un poco exagerada.

levantaste tu mano para acariciar su pelo y él se pegó más, buscando más mimos, una pequeña sonrisa apareció en ti y le seguiste mimando, de repente kazutora empujo a baji asiéndolo tambalear para no caer.

— ¿¡QUE TE PASA KAZUTORA!,¿QUIERES PELEA?! — reacciono baji mientras buscaba equilibrio.

— NO, HAYASHI-SAN SOLO ME PUEDE MIMAR A MI — dijo kazutora mientras te abrasaba por la cintura.

lo supiste, estaba siendo celoso, suspiraste y acariciaste su cabeza y el rápidamente se acomodó para recibir más.

— Kazutora-kun esa no es manera de tratarlo, la próxima primero háblalo ¿sí? — dijiste mientras tu mirada relajada lo veía.

— Bien — dijo alargando la ultima vocal.

después de eso se sentaron a platicar y baji conoció a tus perros quedando encantado con ellos jugando con ellos, kazutora les tenía un poco de miedo pero al final los pudo acariciar bien, se tuvieron que ir temprano porque tenían que reunirse con sus amigos en un local así que los dejaste y te despediste de ellos, cuando se estaban lleno baji empezó a golpear a kazutora y se te hizo raro, te les quedaste viendo y se te hizo más raro que se rieran mientas se golpean, decidiste no interferir, e irte a tu departamento con tus perros.

así pasaron semanas incluso meses reuniéndote con kazutora y también con baji hasta que un día dejaron de ir los dos, después de días te enteraste que estaban en una correccional, te sorprendió, pero decidiste no meterte en asuntos ajenos.

con los meses decidiste hacerte tu primer tatuaje, después de pensarlo mucho te tatuaste en la muñeca a la figura de tus perros y sus nombres abajo de ellos, y justo cuando  entraste a tu departamento viendo el tatuaje recordaste lo que tu madre te dijo.

— y recuerda, ni el rayo más poderoso nos separara ¿sí?  —

así fue como ese mismo día volviste para tatuarte en la cintura rayos ascendentes, saliste de ahí con 2 tatuajes muy significativos para ti.