La soledad

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Abrí mis ojos después de ese nulo descanso, estire vagamente mis extremidades y solté un suspiro de alivio, me levante dejando aquella banca, camine acomodando mi gorro tapando bien mis orejas, cruce las escaleras dispuesto a irme, eleve mi vista y note a la pandilla de black dragons fuera de la iglesia, y poco después escuche como el motor de la CB250T del rubio se apagaba.

-Nosotros nos encargamos mikey, tu adelántate -esa voz, era keisuke y también reconocí la de ken, será difícil irme así.

-Los pasare de largo- me dije a mi mismo mientras ken y keisuke empezaban a pelear con aquella pandilla, camine por toda la esquina como una persona normal hasta que me detuvieron un grupo de la pandilla.

- ¡Oye tú, ¿quién mierda eres?, no puedes estar aquí maldito! - ¿era necesario tanto insulto?, levante mis manos en forma de rendición e intente irme rápido, pero termine rodeado por el grupo, suspire, una vena se empezaba a marcar en mi frente, ¿qué le paso a black dragons?.

-No quiero hacer problemas muchachos, me iré sin molestarlos-dialogaste estando totalmente irritado por sus comportamientos.

-Y una mierda, no te vas a ir así de fácil -tomo el cuello de tu camisa y te acerco a él, era todo, tu paciencia tenía un limite

Tomaste la muñeca del más alto y apretaste sin esfuerzo, intento liberarse, pero al notar que es inútil lanzo un golpe con su otra mano, dejaste que te golpeara la mejilla, ni siquiera volteaste el rostro dándole a entender que su golpe no tuvo fuerza alguna, jalaste el brazo que tenías retenido y golpeaste tu cabeza con la de él, este término en el suelo por el golpe.

Tronaste tus nudillos y empezaste con la diversión, golpeándolos sin piedad como siempre, tomaste a uno de la nuca y lo impactaste con tu rodilla, otro que venía con intención de taclearte lo esquivaste y diste una patada directo a su estómago lanzándolo lejos derribando a los que se cruzaron en el camino.

'A la mierda ser discreto, estoy chicos necesitan ser disciplinados', tomaste el tubo que tenía el chico que pateaste y lo balanceaste, te gustó el peso que tenía, lo elevaste y golpeaste la cabeza de uno, cada vez te hacías paso más cerca de aquel dúo, pero todo se detuvo al oír a un chico gritar.

-¡¡Es el líder del escuadrón especial de la primera generación de black dragons, Hayashi haruka!!- sonidos de sorpresa no se esperaron a llegar, y con esa sorpresa una reverencia dirigida a ti, tomaste el puente de tu nariz con molestia y expulsaste un suspiro irritado, quedaste a la vista de aquel dúo que te veían con sorpresa.

-Ahora si saben quién soy ¿eh malditos? -ellos se sobresaltaron y te vieron con miedo -largo de aquí antes de que me encargue de ustedes - todos gritaron agradecidos corriendo para escapar de aquel hombre.

Ignoraste las dos miradas que estaban sobre ti y volviste a caminar dispuesto a abandonar aquella iglesia, pero como lo pensaste aquel dúo corrió para detenerte, uno tomo tu brazo izquierdo y el otro el derecho, exhalaste con fuerza y frunciste tus cejas.

-Tres segundos para soltarme - avisaste - uno - ellos sintieron un escalofrió completo, pero no te soltaron -no lo haremos haruka-san, por favor no se vaya- levantaste una ceja y seguiste con la cuenta -dos-

-Eh?, ese no es haru-chan?- no podía ir peor, llevaste tu pie al tobillo del pelinegro y lo empujaste, al estar de espaldas fácilmente lo derribaste, tomaste la muñeca del rubio y le golpeaste la rodilla con tu pierna terminó hincado frente a ti.

Sin perder tiempo caminaste donde tu moto para prenderla, sentías a Manjiro cada vez más cerca, una vez encendió arrancaste hacia tu edificio perdiéndolos de vista.

Un Destino Misterioso |ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora