Un Destino Misterioso |ᴛᴏᴋɪᴏ ʀᴇᴠᴇɴɢᴇʀꜱ

El inicio del fin

El frio se colaba por todo tu cuerpo mientras sacabas un refresco de la máquina expendedora, acomodaste tu bufanda y metiste tus manos en el saco abrigador que te cubría.

— jefe, recibi la información que pidio — aentiste recargandote en la pared del cementerio.

— gracias kyoko, ve a descansar, si te quedas mas tiempo pude que salgas lastimada — la bella azabache hizo un tierno puchero pero acato la orden.

— tenga cuidado — reiste entre dientes revolviendo su pelo con cariño.

Observaste como su figura se iba desvaneciendo hasta que desapareció en la esquina, soltaste el suspiro que tenias retenido mientras revolvías tus hebras frustrado.

Tetta seguia buscando una manera de vengarse y no lo ibas a permitir, entraste hacia aquel nubloso cementerio y buscaste una lapida en específico.

— mucho tiempo ¿no? — sonreiste pero parecia mas una mueca, aventaste el refresco en la lapida viendo como su liquido manchaba todo el cemento.

— una semana mas y sale madre de prision, la verdad, me alegro de lo que te hizo— te sentaste frente a su tumba mientras esperabas.

— rumi desperto hace un tiempo y esta bien de salud, ni siquiera se porque te cuento todo esto — bufaste recargando tu frente sobre tus manos.

— ¿con quien mas lo harias? Ya no tienes a nadie — elevaste rápidamente tu cabeza al oir esas palabras, giraste hacia todas direcciones buscando la voz pero no habia nadie.

— maldito viejo — reiste de mala gana comenzando a levantarte, antes de irte miraste con algo de resentimiento el nombre de tu padre, suspiraste y dejaste una caja de cigarrillos en ella.

Caminaste hacia la calle para dejar el lugar, pero una llamada a tu celular interrumpió todo.

— habla haruka — solompodias oir jadeos de cansancio.

— ¡escucha bien niño, no hay tiempo! — mientras vulture te contaba el prowue estaba asi tu rostro se iba arrugando de enojo.

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En otro lado no muy lejano se encontraban dos rubios frente a una tumba con el nombre de la familia sano.

El rubio con apodo inui presentaba al regresor de tiempo hacia su primer lider de los black dragons, el rubio teñido daba una reverencia hacia la tumba presentándolo sus respetos.

— pero que interesante — los rubios voltearon hacia la nueva voz y uno de ellos reconoció de inmediato al aljeno.

— ¡Izana kurokawa! — grito enojado camiando hacia el y tomandolo del cuello de su camisa.

Por otro lado el rubio teñido estaba en shock al conocer a izana, ¡el que lo habia matado!

Antes de que una pelea se iniciara la presciencia de dos personas detuvo eso.

— ¡Mikey, Emma! — dijo asombrado takemichhi llendo hacia ellos.

— Takemichhi llevate a emma de aqui — el rubio trago con dificultad y tomo con cuidado el brazo de la rubia sacandola de aquel posible encuentro.

Ya mas alejados la rubia miro seriamente al albino — esa persona es izana kurokawa, mi hermano —

El rubio la miró sorprendido pero asintio prestandole atencion a la interacción de el trio.

Mientras emma le contaba a takemichhi como mikey se hacia el fuerte frente a los demas, pero en casa era todo un desastre de sentimientos, hasta le contó sobre aquella cobija con la cual dormía aferrado.

— ¿gustas algo de beber? — pregunto la rubia comenzando a curzar la calle hacia la máquina expendedora.

Takecmichhi estaba perdido en sus pensamientos, donde recordaba a un manjiro pelinegro hablandole sobre cuando cayó en la oscuridad.

En eso un rugido de motor fue lo que inundó el lugar, haciendo que el rubio comanzara a atar cabos.

— ¿Hm? —

—¿Huh? —

Una motocicleta venia a toda velocidad con dos personas a bordo, una de ellas tenia aun bate en su mano mientras que el otro estaba conduciendo, el momento fue instantáneo, takemichi al reconocer al moreno se cobrio con miedo al verlo alzar el bate.

Cerro los ojos esperando el impacto pero lo unico que escuchó fue un ruido sordo, después de calmar su corazon volteo hacia donde estaba la rubia, quien se encontraba tirada en el suelo.

...

— ¡escucha bien niño, no hay tiempo! — preste atencion mientras comenzaba a dejar mis cosas en la moto.

— ese escuincle, kisaki — arrugaste tu ceño.

— ¡va por la hermana del lider! — de inmediato contendiste quien era.

— ¿Sabes donde estan? — preguntaste comenzando a montarte en la moto, preparándote para partir.

— el poste de luz me dijo que iban hacia el cementerio, van a ir de sorpresa — solo habia un cementerio por aqui y era en el que te encontrabas, bajaste de tu moto y caminaste rápidamente hacia la otra salida.

Corriste por la calle hasta doblar la esquina, donde viste al rubio y a emma en medio de la calle y después divisaste la moto donde venia el duo.

...

Colgaste la llamada y caminaste rápidamente hacia ellos, mientras takemichi se cubría pensando que iban a golpearlo a el tu tomaste rápidamente el brazo de la menor y la jalaste fuertemente hacia atrás, haciendo que esta se tropiece y caiga al asfalto.

Tomaste el bate justo cuando iba a golpear tu rostro y lo sostuviste fuertemente mientras que con fuerza pateabas la motocicleta haciendo que esta se desestabilice y el duo caiga de lleno.

— es hora de tu karma tetta — avisatse tronando tus nudillos mientras caminabas hacia ellos.

El moreno asustado de la intimidante presencia del mayor se levantó con rapidez y comenzo a correr dejando al de mechas rubias atrapado entre la moto y el piso.

— ¡Hayashi san! — grito sorprendido el rubio caminando hacia el, ¡había salvado a emma!

Giraste de manera lenta con una mirada estoica en tu rostro, el rubio retrocedió un poco intimidado.

— ¿Emma? — dijo una voz ajena haciendo que los dos voltaran hacía el.

Mikey habia llegado y solo vio a su hermana sentada en el pavimento con unas pequeñas cortadas.

Miraste a la rubia discretamente, lamentando un poco el como la habías aventado, giraste dispuesto a irte mientras tecleabas algo rapido en tu celular.

— esta viva gracias a hayashi — cerraste tus ojos suspirando enojado, ¿tenia aue hablar?

— ¿Haruka? — ni te  inmutaste suguiendo tu camino, hasta que oiste unos pasos rapidos y tu espalda sintio un cuerpo ajeno.

— haruka san, por favor no se vaya — era emma, quien lo tenía abrazado para retenerlo, tomaste las manos que estaban en tu abdomen y las retiraste con sumo cuidado.

— no se confundan — giraste hacia ellos con una mirada seria.

— no lo hice por ustedes, asi que no se hagan falsas esperanzas — ordenaste dejando el lugas con una postura recta y segura.

Mikey arrugo su ceño enojado y algo sorprendido a la vez.

— ¿como no hacerse falsas esperanzas? Si siempre que estamos en peligro llegas a salvarnos — murmuro con impotencia en su voz