ENJAULADA

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Llevo encerrada aquí desde  Marzo, ahora es septiembre, mi único contacto con el mundo exterior es una ventana con rejas, Alastor me ha encerrado en su cuarto de juegos en el sótano, al inicio trate de escapar pero me di cuenta que es inútil.

Claro, arregló el lugar mientras estuve inconciente por la hipotermia, ahora esté lugar es como mi cuarto allá arriba, cada noche viene a hablar conmigo y a dormir junto a mi, una criada me trae la comida todo el tiempo, aveces lo hace Alastor, cuando me "porto bien" Alastor me trata bien, es cariñoso, muy cariñoso, pero cuando me porto distante se enoja tanto que me asusta algunas veces, no le gusta que me enoje con él, sinceramente ésto se vuelve cada día más cotidiano, no espere que me encerraria aquí hasta "domesticarme" pero si me imaginé que me encadenaria a una pared.

Sabía que ambos estábamos dementes pero pensé que Alastor era un poco más cuerdo, que equivocada estaba.

Lo peor es que yo estoy al filo del síndrome de Estocolmo.

Me acerque a la mesa y vi la vela que alumbra esa parte, era muy bonita, su brillo hipnotizante es tan bello que quiero tomarlo pero se que si lo intento me quemaré, el fuego me recuerda a los ojos de Alastor.

-buenas noches T/N- me giro y sonrió ligeramente para que no se enoje, no estoy de humor para pelear con él por tonterías.

-Hola Alastor- el se acerca y me carga en sus brazos, si soy sincera esto me agrada, pero tampoco se lo diré, no dejaré que tenga oportunidad de herirme, no igual que los demás, me acerca a su rostro y me besa, yo se lo correspondo con algo de lentitud, la verdad es que mi mente parece un caos.

-es hora de dormir my darling- me coloca sobre la cama, yo solo me quitó un abrigo ligero y ya estoy lista, como no salgo, suelo usar un camisón con un abrigo arriba, me recuesto, siempre solo miró al techo y siento como Alastor me abraza, pero está vez lo miré, se quitó la ropa y se colocó su pijama, su cuerpo trigueño brilla ante la luz de la vela, solo observo cada centímetro de su piel, dirijo mi mirada a otra parte, pero lo que vi casi me mata del susto, era una sombra vudú, pero no cualquiera, era una que solo los africanos sabían hacer, una sombra con forma física, era como Alastor, pero sus cabellos eran más oscuros, sus ojos eran rojos, su mirada era igual, sonreía ligeramente mientras me miraba, entonces siento una lamida en mi cuello, me giró y veo a Alastor quien me abraza y mira a su sombra.

-veo que ya viste lo que hice, parece que desde que bebí tu sangre he logrado hacer más cosas, tu sangre es muy especial, más de lo que creí, en fin, te presento a Allec, el es yo, es mi reflejo, por lo que el te ama y te desea de la misma forma que yo- miré a Alastor y luego me volteé a ver a Allec, pero el ya estaba frente a mi cara.

-Alastor dile que respete mi espacio personal- Allec sonrió más ampliamente y Alastor me hizo recostarme, al final tanto el como la sombra durmieron abrazados a mi, a diferencia de Alastor, la sombra me estuvo toqueteando los pechos casi toda la noche, parece que Alastor adora mis senos aunque no lo diga ni lo demuestre a menudo, debo decir que ésto mientras más los pienso más idiota suena.

Abrí mis ojos, no estaba en el cuarto, de hecho no se dónde estaba, había vegetación de todos los colores u formas, era un mundo hermoso e irreal, seguro estoy soñando.

-no sueñas- me giro y lo observo, era un hombre, tenía una melena castaña y un par de zafiros azules por ojos, era hermoso, de no ser por su voz creería que es una mujer, viste de blanco, trae puesto un traje elegante, tiene un libro dorado en sus manos y una pluma en otra- estoy sorprendido, no sé cómo hiciste para entrar aquí, supongo que al final él tenía razón, si pudiera ver algo más perfecto que Samael, sería una versión femenina.

-de que hablas?

-no sabes en donde estás?

-no.

-ante ti yace el hermoso jardín del Edén, detrás de ti está el árbol del que  Eva y Adam probaron el fruto prohibido.

-quien eres?

-me presento, soy el arcángel Miguel, la mano derecha de dios.

-ahora tengo una pregunta aún más curiosa, que hace un ser como yo aquí ante un ser como tú? Si eres lo que dices ser seguro sabes que soy una criatura que pertenece al mismo agujero que todos los pecadores.

- tú no eres pecadora, eres un ángel oscuro, lo cuál es diferente.

-angel oscuro?

- él te dio un propósito, propósito por el cuál creo al primer Ángel oscuro, un ángel destinado a la oscuridad y a la sangre, portando el estandarte del pecado, te entrego la luz divina pero te creo para ser un algo de lo que muchos aquí arriba han de temer y respetar por igual.

-que cosa?

-ser la nueva reina del infierno.

-Lucifer... tú hermano que piensa de ésto?

-el no sabe nada, esté plan es orquestado por el para evitar que el parásito disfrazado de cordero rompa el orden natural.

-Lucifer tiene conmigo algún parentesco?

-dos seres creados de diferentes materiales, diferentes propósitos y diferentes moldes, está claro que tú y el son menos que desconocidos, en resumen tú y el no tienen ningún tipo de relación.

-eso es bueno saberlo.

-aunque el wendigo que está contigo también es especial, fue creado para ser el único al que amarás.

-eso explica todo...

-el fue creado del mismo material que Lilith y Adam, el es un humano único, al igual que tú fue creado con un propósito, ser tuyo por siempre y para siempre.

-dudo que eso pase.

-ya lo amas, que tan difícil será aceptarlo.

-el me lastimará, eso jamás pasará!

-hora de despertar...Pandora.

Abrí los ojos y me vi en la cama, estaba sola, me levanté y abrí mi mano para averiguar si fue verdad, yo antes de irme tome una baya para saber si fue real, sorpresivamente la baya seguía en mi mano, fue real, yo tenía un fruto del jardín del Edén, lo guarde en una cajita.

Me levanté y me puse ropa normal, después de lo que dijo Miguel algo está claro, debo escapar, Alastor me hace débil y manejable.

Si caigo ante sus encantos no podré salir, el me lastimará igual que todos los demás, no puedo confiar en nadie, la realidad es que al único hombre que ame fue Alastor, para huir de él una vez, decidí casarme con Jesús, pero parece que el destino y dios se han confabulado para que yo no pueda estar lejos, tanto quiere que pase lo que pase que incluso mato a Gilbert, pues ahora tendrá que matarme por qué yo voy a escapar.

Entonces escuchó a alguien entrar, me giro algo asustada pensando que es Alastor, cuál es mi sorpresa al ver a Vox, el se acercó a mi y me abrazo.

-T/N te encontré, tenemos que irnos, escapemos juntos, es el momento ahora que Alastor se ha ido a traer algunas cosas- un atisbo de inseguridad me embargo, una vez use a Jesús para huir, ahora debería usar a Vox? No lo amo, no siento nada por él, sonreí ligeramente, es la única forma de que Alastor no me destroce.

-esta bien, huiré contigo.

AMOR GÉLIDO: historia de un matrimonio (Alastor x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora