AMOR GÉLIDO: historia de un matrimonio (Alastor x tu)

ÚLTIMAS LÁGRIMAS

Te amo, te amo tanto que...

Alastor miraba con la mirada perdida a la luna, su rostro estaba demacrado, pero eso no importaba, solo las lágrimas que caían sin parar día y noche por el arrepentimiento de sus crimenes, se había convertido en un monstruo, el monstruo más horrible de todos.

La falta de alimento, de sueño y de agua habían afectado su cordura, las alucinaciones no se hacían esperar.

Todo iniciaba como un bucle sin fin, se encontraba atado a un pilar de madera, sus manos estaban detrás de su espalda, atadas, el ahí, en pleno jardín atado como el más mísero insecto, no necesitaba castigo, ya era suficiente el infierno por el que tenía que pasar.

La mayor parte del día solo duerme bajo en sol infernal, su cuerpo cada vez más demacrado, más esquelético y desahuciado, sufría ante la exposición continúa al sol, pero el infierno era durante la noche.

Las pesadillas no lo dejaban en paz, lo atormentaban, siempre viendo una sombra de ojos rojos viéndolo desde los árboles, aún así nunca pidió clemencia, solo la muerte, solo eso.

Que pena que se le cumpliría.

Un día fatídico T/N se digno a ir a verlo, aún así su voz estaba llena de despreció y frialdad.

-Buenas tardes señor Axias, después de estos días he decidido jugar un juego contigo -ella soltó las ataduras de sus manos ante un Alastor confundido.

-de...-su voz estaba rasposa y lastimada- que estás hablando?

-El juego consiste en qué en cuanto el sol se oculte, es decir en un par de minutos, te soltaré y te daré la oportunidad de arreglar esto, ¿Sabes cómo? Deberás correr hasta esa vieja mansión desolada, si logras llegar ahí te daré la oportunidad de hablar conmigo acerca de lo que pasó —Alastor solo asintió en silencio, él la conoce, sabe que ya no hay un perdón, ya no hay nada que hablar con T/N.

La luz del sol llegó a desaparecer y Alastor solo pudo derramar un par de lágrimas recordando el rostro sonriente de la mujer que amo que ahora lo odia.

El fue soltado y se le llevó al límite del bosque, él trato de hablar con ella pero fue ignorado y el miró la espesura de la oscuridad que los rodeaba, la mirada azul de T/N brillaba de un color irreal, incluso ahora con su semblante demacrado y claramente descuidado, ella sigue siendo muy hermosa, una belleza propia de un ángel encarnado.

Ese fue el último momento que el tuvo para contemplarla en su totalidad, cabello rojo como un eclipse lunar, piel blanca como la misma nieve, ojos azules eléctricos semejantes a metal cortante, labios carnosos rojizos como la propia sangre y cuerpo de pecado.

Ella misma es un sacrilegio.

Saco un reloj de mano y cuando justo dieron las 21:00 horas solo susurro una palabra queda que heló hasta los huesos de el castaño.

Corre

Sus pies se movieron en automático, sus movimientos que algunas vez vieran sido ágiles y rápidos, ahora eran torpes y lamentables. Por primera vez entendía a sus presas que al igual que él ahora no pueden pensar en medio del frío de la noche, esperen, ¿frío? Miró a sus espaldas y pudo ver cómo hielo de forma irreal lo perseguía, T/N estaba jugando con él.

Mientras corría desesperado los recuerdos empezaron a golpearlo una y otra vez, sin poder evitarlo.

La casa fría en la que creció.