CABELLOS CARMESÍ

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Dentro del auto solo reina el silencio, mi sombra solo mira con nerviosismo y odio a la mujer que ahora será mi esposa por el resto de la eternidad, ha cambiado mucho desde aquella noche, aún posee esa piel blanca, cabellos carmesí y seguro bajo esos párpados aún residen esos ojos azules aguamarina que cambian con respecto a su posición en el mundo espiritual.

T/N Agreste es una chica muy especial, desde pequeña tuvo grandes dones para la magia al grado de que se rumora que un príncipe infernal intento llevársela cuando era niña, dicen que la tomó del tobillo y dejo una marca de sus garras, dicen que fue una quemadura, dicen que hoy en día esa marca permanece como un tatuaje, pero que no permite a nadie verla.

También se rumora que se viste de forma extraña, al grado que cualquiera diría unos días que es una princesa mientras que otros es una prostituta y aveces un hombre, a decir verdad su forma de vestir no me molesta, me da igual, pero mi padre dice que ahora somos la pareja mafiosa más importante de Loisiana, y que con respecto a los estándares de familias de alta sociedad yo debo controlar a mi esposa, pero conociendo el tipo de criatura que reside en el alma de está mujer es más probable que me acabe matando o queriendo esclavizarme, todos dicen que no hay bestia más peligrosa que la que está herida, dentro de su alma hay un dragón de hielo que no dudará en querer matarme sin contar que es una ex-doll.

Las dolls en la guerra fueron un escuadrón que protegió a los negocios familiares durante la guerra para evitar bajas y saqueos, dicen que ella era la más peligrosa conocida como la dama militar de Baton Rouge, también conocida la reina de hielo pues dicen que carecía de sentimientos y emociones, se sabe que sus dones la hacían imparable, pero un día solo desapareció, se deslindó de su familia y el negocio y no se le volvió a ver hasta ahora.

Aveces creo que sería piadoso de mi parte matarla y así ambos estaríamos separados para no causar problemas entre ambos, pero, si la mato los loas me van a castigar ya que T/N es mi compañera por la eternidad y ya juré ante ellos que la protegería con mi vida, si la mato ellos me castigarán con una muerte lenta y dolorosa solo para después ser enviado al infierno.

Ella empieza a despertar, abre los ojos y afortunadamente para mí, sus ojos son azules, algo que sé de los Agreste es que tienen la peculiaridad de que dependiendo el nivel de magia que estén usando es el color de sus ojos, si están usando mucha sus ojos son rojos, ella al abrirlos solo se sienta apropiadamente y se aleja lo más que puede de mí sin mirarme, mejor para mí, odio que invadan mi espacio personal, ella solo mantiene la mirada en el paisaje fuera de la ventana, pero entonces mirá al frente y ve cara a cara a mi sombra, pero como parece obvio ella solo la miró unos segundos para ver de nuevo la vista, claramente mi sombra le importa un comino, seguramente ella puede hacer mejores cosas, esté matrimonio obviamente fue una terrible idea.

Al llegar a la mansión en la que viviríamos se bajo del auto sin ningún preámbulo y se dirigió a la entrada, yo bajé detrás de ella y la seguí, apenas entró se dirigió a una de servidumbre y se fue directamente hasta donde yo supongo están las habitaciones las cuales pedí de ante mano separadas, algo me dice que se va a encerrar ahí varios días, bueno si se mata por si misma por mi mejor.

-bienvenido a casa señor Axias- reconocería esa voz donde fuera, minzy, una de las sirvientas de la casa y mi amante de ahora en adelante ya que ahora estoy casado, todos dicen que soy asexual pero incluso a pesar de mi desinterés en el acto sexual sigo siendo un hombre que es capaz de sentir deseo de vez en cuando, supongo que podría encontrarme algo mejor que ella para esas ocasiones las cuáles son casi nulas pero ella parece ser la única que soporta satisfacer mi obsesión.

-buen día minzy- voy camino a mi estudio, a decir verdad lo único bueno de esté matrimonio es que nos salvará de la caída de la bolsa de valores, la cuál según los loas no tarda en suceder, seremos la familia más poderosa de Louisiana y una de las más ricas del país, será divertido ver a los niños quedarse sin padres y a los demás idiotas suicidándose por no tener algo tan mundano y pasajero como lo es el dinero, dejamos que unos pedazos de papel decidan nuestros destinos, damos todo por un puñado de madera que podría ser equivalente a las ramas del jardín que pateamos y barremos para tirarlas a la basura, a decir verdad el verdadero poder no es la magia si no el dinero, si tienes dinero lo tienes todo excepto la felicidad, y eso es algo que yo mismo he comprobado.

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Universidad Loyola Nueva Orleans, 1915.

-ven aquí Alastor, ya no te escondas, o acaso vas a huir a abrazarte con tu mamita?- Alastor estaba escondido detrás de unos arbustos todo mojado, tenía 18 años y seguía siendo un idiota llorón, como siempre unos compañeros de clase estaban siguiéndolo para golpearlo, se le hacía tan hipócrita que un establecimiento católico permitiera ese comportamiento.

-no puede ir con su mamita, su madre murió hace años, tú no tienes madre verdad asqueroso mestizo!?- odiaba que lo discriminaran solo por ser hijo de una esclava africana y un terrateniente francés, y peor aún, que se burlaran de su madre.

-aquí estás- lo agarraron del cuello de la camisa y lanzaron contra un árbol, esté cayó al piso, empezaron a patearlo mientras el irremediablemente solo le quedaba resistir los golpes.

-HEY USTEDES DEJENLO EN PAZ!!!!- todos voltearon al reconocer la voz de una mujer, todos giraron y vieron a una chica de cabellos rojos con antifaz y traía una espada.

-que demonios hace una mujer aquí!? Esté es un colegio de hombres mocosa!- grito uno de ellos.

-espera, creo que es una alumna de la Universidad Tulane- Alastor no podía ni abrir los ojos, de nuevo el dolor fue demasiado para él.

-LES VOY A DAR HASTA LA CUENTA DE 3, SI PARA ENTONCES NO SE HAN IDO LOS VOY A HACER CANAPÉS- los chicos salieron corriendo al ver el sello en una de sus botas, era una doll, ella se acercó a Alastor y lo pateó ligeramente- hey tú, levántate ahora mismo Axias- Alastor abrió los ojos y la observo detallando todo lo que veía, se le hacía imposible que fuera un ángel por su vestimenta por lo que pensó que era un demonio.

-tu eres el diablo?

-no, soy T/N Agreste y se supone tu eres mi rival, Alastor Axias, eres muy débil para ser el heredero aparente, eres un inútil, tuviste que esperar a que te defendiera tu enemigo, está vez te salve pero a la próxima no dudaré en cortarte la garganta- ella se fue dejando atrás a Alastor quien quedó deslumbrado por ese demonio de cabellos carmesí.

AMOR GÉLIDO: historia de un matrimonio (Alastor x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora