NOCHES EN SATÍN BLANCO

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Cualquiera pensaría que en esa extraña y errática relación, Alastor es quién posee poder sobre ella, pero la realidad era que ella era quien movía las piezas a su favor, hermosa y enigmática, la flor de la oscuridad.

Nutrida por sangre y lágrimas.

La rosa blanca aún así decidió enredarse alrededor de él tallo de esa flor a pesar de que sus espinas lo dañaron, ahora está manchada por la sangre.

En medio de las penumbras del vacío, su mirada rojiza brilla en la oscuridad, ambos cuerpos sudorosos, sangrando y jadeantes, se entregan en la llama de el amor oscuro que los consume en sus venenosas llamas, guiados por el tocar crudo de un violín empuñado por la muerte, sin importar nada además de esa oscuridad yacen dos almas que se aman con pasión.

Pues a pesar de que Alastor la necesita, ella también lo necesita, lo ama y jamás lo dejará ir, ella se juro protegerlo de todo, excepto de ella, amarlo la hace fuerte pero a la vez débil, es una lanza de dos filos, puedes empuñarla para dañar a otros pero debes cuidar que esa lanza no te dañe a ti.

A través del infierno, Dante tiene que encontrar a su amada en ese lugar pero se encontró con la sorpresa de que ahora su amada estaba sentada en el trono con la cabeza de Lucifer en sus manos, está claro que la divina comedia no acaba así, pero así es como para ellos terminará.

Pero obviamente, como todo poema de Dante, todo es sentido figurado o metáfora que cada quien entenderá a su manera.

Encontrar sentido  a ésto pone en peligro su cordura, la respuesta a esta locura está dentro de los límites de lo cuerdo, una vez que sepas la respuesta te habrás vuelto loco.

El hombre de cabellos avellana mira a la nada mientras yace en el suelo, está cubierto de llagas y rasguños, pero jadeo por un reciente clímax.

Las noches en el satín blanco están manchadas de seda roja.

Las noches entre pétalos blancos están derramadas de espinas carmesí.

Ella le mirá amorosa a pesar de que hace solo unos minutos la oscuridad de su mirada retorcida se posaba sobre su cuerpo sangrante y sus jadeos de dolor y placer, ella toma su mentón y besa con posesividad al hombre arrodillado frente a ella.

La lengua de ambos se acarician, el se queda quieto y ella le besa, de forma inesperada el la muerde y succiona la sangre que sale, el perfecto balance de sus parafilias.

Uno adora las espinas y otro el rocío.

Ella es su santa.

Su Maria Antonieta.

Su ángel y su demonio.

El libido suicida posee sus cuerpos con violencia en un vaivén lujurioso y asesino, nadie puede entenderlo, nadie podrá hacerlo.

—la noche es hermosa —dijo T/N sentada junto a Alastor en el balcón, cualquiera pensaría que está loca al estar en plena noche de noviembre con solo un camisón blanco, pero sólo él entiende que ella no puede sentir frío, el frío del aire se congela ante su mirada.

—tu eres más hermosa, cariño —dijo besando su mano, ella sonrió.

—no me digas hermosa, por qué mi belleza exterior no es más que una máscara, soy horrenda por dentro —dijo ella acariciándole las cicatrices de sus juegos.

—yo soy un monstruo, yo no soy digno de semejante demonio con rostro de ángel —ella notó la piel de Alastor más pálida.

— creo que hacer rituales vudú te están afectando —el la mirá y sonríe mostrando dos enormes colmillos en su boca, dignos de un monstruo, ella se sorprende —que te ha pasado?

—nada, al igual que las brujas negras empiezan a pudrirse mientras más poderosas son, yo me estoy convirtiendo en un wendigo —ella jadeo de la sorpresa.

—esos son los colmillos de un caníbal, seguramente también tus molares crecerán —ella está fascinada, cuando él la recuesta en la cama envuelta en satín blanco, el muestra sus ojos rojos y a una gran velocidad la muerde en el cuello como un vampiro y succiona su sangre, los jadeos y gemidos de la chica eran escandalosos, esté nuevo nivel de dolor la estaba extasiando, cuando el se separó mostró su boca llena de sangre.

—ahora quiero que te enojes —ella arqueo la ceja confundida.

—porque quieres que me enoje?

—quiero que estés enojada conmigo, quiero que vuelvas a someterme como esa noche.

—que noche?

—esa primera noche.

—por que?

—Por que me has hecho adicto a tu dolor, Madame.

—quieres volver a sufrir?

—esta vez no sufriré tanto, no de nuevo.

—fui muy cruel contigo, de hecho aún... —con su mano levanta el cabello de Alastor mostrando una cicatriz — tienes las huellas de ese suceso en tu cabeza.

—no me importa.

—por que lo deseas? Solo te lastimare.

—quiero que me lastimes.

— más?

—aun más, hasta que la piel se me caiga a pedazos .

—no lo haré.

—pero...

—esa noche te hice llorar, te golpeé, te lastime, te viole, y ahora tú me pides que lo replique.

—eso quiero.

—no puedo.

—por que?

—POR QUE NO Y PUNTO!!!

Cada noche el monstruo le pide a su demonio torturarlo con ese amor tan enfermizo, muy pronto los rumores de sus prácticas se propagarian en todas partes, pronto todos tendrían miedo de la pareja, pero más que nada a T/N y todo se hizo sólido el día que Alastor fue secuestrado...

La masacre sería conocida como...

El as de la reina roja.

Ese día todos aprenderían que el verdadero demonio era una mujer con máscara de ángel.

Ese día todos aprenderían que el verdadero demonio era una mujer con máscara de ángel

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AMOR GÉLIDO: historia de un matrimonio (Alastor x tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora