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Nahoya apenas salió bajó las escaleras fue directo a la puerta principal, se despidió con un beso algo atrevido y salió de la residencia para subirse en su motocicleta

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Nahoya apenas salió bajó las escaleras fue directo a la puerta principal, se despidió con un beso algo atrevido y salió de la residencia para subirse en su motocicleta.

Kouni suspiró feliz y soltó un par de risas suaves, dio media vuelta después de cerrar la puerta y caminó hasta su sala de estar.

El lugar estaba oscuro puesto que ya era de noche, estaba silencioso y bastante en calma el ambiente, aunque algo frío por las ventanas abiertas.

Encendió la luz y mayor su sorpresa al encontrarse a alguien recostado en su sofá, dió un ruidoso quejido por el susto y no dudó en sacar una navaja de su pantalón.

—¿Por qué mierda te lo estás cogiendo?— La mujer de ahora cabellos cortos y púrpura se incorporó amenazante.

—No es tu problema, Imaki...— Suspiró aliviado y dejó la navaja sobre el mueble a un lado de la puerta y caminó hasta el sillón contrario y se sentó.

—Si lo es, es mi amigo también y la persona que Ran ama.— Jugueteaba con una navaja entre sus dedos.— Además te recuerdo tu jodida edad... ¿Cuánto le dijiste que tenías?—

El hombre pareció dudarlo un poco pero aún así decidió contarle la verdad.

—Le dije que tenía 24...— Murmuró.

La chica se indignó y su ceño se frunció.

—Eres un cerdo repugnante...— Su labio comenzó a temblar.— ¿Sabes que él tiene 17?—

—Claro que lo sé, no es un niño... Sabe decir sí y no.—

—... Está triste, le rompieron el jodido corazón ¿y tú qué le ofreces? tu asquerosa polla, maldito pedofilo...— Apretó la mandíbula intentando contenerse.— Te aprovechaste de Nahoya...— Se acercó a él aún teniendo la navaja mariposa entre sus manos.

—Él me lo pidió...— Frunció su ceño y se puso de pie.— No es un niño, es un jodido mocoso caliente con las hormonas descontroladas.—

—¡Tienes 28 no me jodas!— Con la navaja le hizo un superficial corte rápido en su mejilla.— ¿Crees que no le diré a nadie tu verdadera edad? ¿Crees que Ran no vendrá a descuartizarte?— Le pateó con fuerza el abdomen y volvió a dejarlo sentado en el sillón.

—¡AGH!— Cubrió su mejilla con dolor.— ¡¿Por qué delatarías a tu familia?!.— Sus pupilas se contrajeron.

—Mi familia sí tiene moral... y no está tan jodida de la cabeza...— Escupió en su rostro.— Ran sabrá todo esto...— Dió media vuelta pero el hombre le tomó del brazo y jaló de ella, arrebatándole la navaja y colocándola en su cuello.

—Abres la boca y no dudaré en matar a ambos mocosos como de lugar...— Hizo presión con la hoja.— Sé que proyectas a Isamu en el mocoso que Rindō se folla...—

Imaki mantuvo su semblante serio y de un momento a otro un fuerte estruendo se escuchó y el cuerpo del hombre cayó al suelo.

—Uy, se me disparó solo...— Un joven sonriente de cabello estilo mullet de color verde neon se acercó a paso lento, saliendo desde la cocina que también estana a oscuras.

—Ya vámonos, Kai... creo que es suficiente advertencia para ti, Kouni.— La mujer pateó su cuerpo y se alejó del hombre.— A un lado está tu teléfono, llama a una ambulancia como puedas y sálvate... Si lo logras claramente.— Le dió un último vistazo antes de salir del sitio junto al peliverde.

(...)

—¿Y éstas son horas de llegar?— La mujer observó con molestia al pelinaranja que recién entraba a su domicilio.

—Ah, tenía ganas de dar una vuelta, se me fue la hora, lo siento...— Rascó su mejilla nervioso.

—Agh ¿Tienes hambre?— Enarcó una ceja.

—Ah, no la verdad, tengo algo de sueño, quiero ir a dormir un poco.— Besó la mejilla de su madre y corrió directo a su habitación.

La mujer dio un largo suspiro y observó a su hijo menor que estaba sentado en el comedor comiendo galletas y un café.

—¿Sabes qué le pasa?— Le observó agotada.

Souya negó con la cabeza, agitando sus rizos.

—Ah... ya entiendo, secreto de hermanos.— Bufó derrotada y se sentó a su lado.— ¿Qué tal vas con Rindō?—

—Bien, ayer me llevó a almorzar.— Le observó de reojo.

La mujer relajó el gesto y un par de risas suaves escaparon de sus labios.

—Ah~ el amor jóven, que suerte tienes Sou con ese jóven, es bastante apuesto y acomodado, pero que no te conscienta demasiado, aún debes acabar tus estudios.— Tomó una de las galletas del plato y le dio una mordida.— ¿Siguen con su idea de abrir un restaurante de Ramen?— sonrió cálidamente.

—Con Nahoya lo hemos pensado bastante, y nos gusta la idea, queremos llevarla a cabo apenas salgamos de la escuela.—

—Me alegra que tengan metas para su futuro.— Acarició sus mejillas.— Ya, suficiente charla.— Se puso de pie y estiró un poco.— Ve y lávate los dientes, mañana tienes clases.—

—Ya voy, mamá.—

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eso de “es culpa de Ran" y el “la culpa la tiene Nahoya" es terrible...

claramente es culpa de Mikey 🤨

Tough ; [ NahoRan ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora