Tough ; [ NahoRan ]

!15; verdad

Los días subsiguientes fueron un poco más tranquilos por suerte.

Ambos Haitani estaban colapsados en trabajo, lo que agraciadamente logró distraer un poco al mayor de sus constantes pensamientos sobre el pelinaranja.

Rindō estaba de mal humor ya que extrañaba demasiado a Souya y gracias a su trabajo no podía verlo muy seguido o irlo a buscar para almorzar juntos como solía hacerlo.

Por su parte los gemelos estaban algo ocupados con sus estudios, aunque les permitió en parte la falta de exámenes el poder salir con sus amigos a diversos lados, como el cine o el parque de diversiones.

Nahoya no pudo contactarse los días siguientes con Kouni, su teléfono estaba apagado y cada vez que iba a su casa él no estaba o no abría la puerta.

Se sentía un poco solo sin su compañía, el placebo de tener a alguien que le "comprendiera" cuidara y mimara le ayudaba a mantenerse feliz sin pensar en el dolor que Ran dejó en él.

Imaki se ofreció a llevar a ambos gemelos a dar una vuelta por los jardines Mori, reconocidos del distrito de Roppongi.

Ella notó el estado tan negado del pelinaranja y asumió que intentaba evitar el tema a como de lugar, como si su mente intentara bloquear los recuerdos con el de trenzas.

Por semanas se esmeró en ser una ayuda para él, llevándole diversos dulces, paseos al parque o a comer.
Nahoya comenzaba a verla como una hermana mayor en la cual podía confiar.

(...)

—¿Y qué tal vas con tus exámenes?— Bebió un poco más de su jugo en caja.— Oí que eres horrible en matemáticas.—

—¿Ah sí? Pues Souya te lo contó mal— Mordió su bombilla del jugo.

—Ahá...— Sonrió juguetona.— ¿Y qué tal vas con Química?—

—Ya deja de joderme...— Le arrojó un pequeño grano de arroz.

La chica se puso a reir.

—Cuando iba en la escuela detestaba matemáticas y química.— Dió un bocado de su almuerzo.— Y siempre me escapaba de esas clases.—

Nahoya enarcó una ceja.

—¿Y cómo te lograste graduar?—

—Copiando...— Sonrió de lado.

—... Creo que lo haré.— Suspiró aliviado.— Realmente no tolero matemáticas...—

—Ah~ te entiendo.— Bebió de su jugo.— Pero si era muy buena en gimnasia.—

—¡Ah! ¡Yo también!— Sonrió con emoción.— Soy uno de los mejores de mi clase.—

—Lo supuse, eres rápido corriendo.— Dió un par de bocados más a su almuerzo y se tiró hacia atrás en su silla.—¿Qué tal va todo en general?—