Carta II

62 17 50
                                    


                 Viernes, 14 de agosto de 2015

Tokio, Japón.

    A ti: La única canción que no supe escribir.

    No pienses que fue fácil para mí. Si bien venía mal de antes: con mis nervios, mis temores, mi dolor, dejarte me volvió más miserable de lo que jamás fui...
   Sabía perfectamente que ni la fama, ni el dinero, ni todo lo que soñé tener y conseguí, lograrían borrarte para siempre..., pero anhelé tanto poder ser alguien, poder dar a conocer mi música, que aunque de verdad llegué a amarte más que a ella, en el momento en que la oportunidad se personificó tuve miedo de elegir lo que dictó a gritos mi corazón.
   Sí, así es, puedo desahogarme aquí ya que sé que nunca leeras esta carta y eso me calma, me tranquiliza. He tomado por primera vez una pluma para otra cosa que no fuera escribir notas en un pentagrama... Y a resultado liberador.
   Seong, perdóname, perdóname aun cuando muy adentro de tu corazón, ese que quizás te destrocé sin piedad con mi partida y que alguien más ya se encargó de sanar..., me odies a muerte. Perdóname no por ti, no diré esa estupidez porque es obvio que estás bien; no sé cómo lo hiciste, no sé en qué momento te convertiste en alguien tan fuerte, pero lo cierto es que ya eres toda una mujer, una hermosa, inteligente e impactante mujer... Pero de alguien más. ¿Feliz? No puedo asegurarlo a ciencia cierta, pero desde luego lo pareces. Ya no me necesitas, ya no me recuerdas, ya... no me amas.
   Y lo agradezco, agradezco que siguieras adelante, eso me hace sentir menos culpable. Porque yo... no pude dormir por años, no descansé por años... y por años... te extrañé. Perdóname por mí, porque lo necesito, necesito desesperadamente escucharte decir que no fui nada para ti, que aquella noche solo fue la más dramática perreta de una niña de diesiseis años que podría llegar a ser la mejor actriz del mundo si se lo propusiera. Necesito convencerme de que cada lágrima que derramaste solo fue la ficción perfecta de un buen teatro. Sin ni pizca de sentimiento, sin aquella angustia cruel que se sentía desde el fondo de tu garganta, que llenó aquel lugar del más amargo desconsuelo... y rompió también mi corazón al cerrar tras de mí aquella puerta. Necesito dejar de leer una y otra vez la portada de ese estúpido libro que llega cada 9 de marzo a mis manos y que nadie más que tú lo enviaría, porque nadie más que tú sabe lo que opino de Cien años de soledad... ¿Acaso es una maldición para que ese título se cumpla en mi vida?
   No sabes cuántas veces quise correr los 237 kilómetros que nos separan y volverme a colar por tu ventana aunque fuera una última vez: abrazarte, besarte, hacerte el amor como cuando estaba seguro de que nos amaríamos por siempre y que nada podría separarnos jamás... Pero sé que lo que nos separa no es solo una distancia común y no tengo el valor suficiente para pararme por propia voluntad ante ti... Ya sabemos que tú sí.
   ¡Qué patético soy! Quise escribir sobre por qué preferí la versión que me creé de mí por encima de la tuya y sin embargo, no puedo mantener esta farza ni en una simple carta. ¿Cómo podría mentirte a la cara? No sé todavía cómo lo logré aquella condenada noche.
   Seong..., hay otra cosa que no sabes y nunca sabrás: volví. Me arrepentí a las pocas horas y corrí a buscarte, pero tú ya no estabas y entonces... me marché para siempre...
   Que te vería hoy, a tus veintiún años, fue algo que nunca pasó por mi mente. No estaba preparado para eso y mucho menos, para resistir el tormento que ahora siento. Pero no lo hubiese evitado aunque pudiera. Aunque doliera como mil puñaladas verte con él, aunque no pudiera tocarte ni decirte que te amo todavía y que, jamás te dejaré de amar... Aunque tu mirada de odio me matara otra vez... moriría feliz...
                                       
    

Min Yeongu.

2
      

            

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

            

Hola, mis cerezos: Quería dejarles este regalito. Fue algo que se me ocurrió tras hablar con una de ustedes acerca de cómo se vería la historia desde la perspectiva de Yeongu, así que me animé...

Yyyyyyyyyy, hay más (KBOOM) Espero les guste conocer los verdaderos sentimientos del gato, dichos por él mismo, tanto como a mí me gustó escribirlos. :)

 :)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  

Diario de una canción ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora