—Perdóname —susurré, todavía alejada del auricular, asegurándome de que él jamás lo escucharía y me bebí el llanto al mismo tiempo que sentí su grito.
—¡Seoni! Seoni, ¿eres tú? ¡Seoni, por Dios, no sabes cuánto me estaba matando no poder escucharte! —Sollozó y cada una de sus palabras, hicieron que mi pecho se estrujara de angustia, provocando que me fuera más difícil hablarle—. ¿Por qué no tomabas mis llamadas? Sé que tu padre es muy estricto y quería execiva tranquilidad para tu madre, pero de ahí a no permitirte hablar con nadie en siete meses... ¡Rayos, Seoni, ha sido una eternidad sin ti! ¿¡Hola!? ¿Por qué no hablas? ¡Seong!
—Lo... siento —Fue lo único que pude articular. Él no tenía ni idea de todo lo que había sufrido, pero yo, jamás hubiese imaginado el dolor tan grande que había sentido mi mejor amigo con mi ausencia.
—Papá y mamá me decían que no me preocupara. Que todo estaba bien, pero lo cierto es que nadie supo de ti en todo este tiempo. El señor Kang le hizo video llamadas a mi padre en varias ocaciones, incluso me dijo que en algún momento también pudo ver a tu madre de lejos, pero tú nunca apareciste. Es muy estraño, Seoni. ¿En serio estás bien? Enciende la cámara, quiero verte.
—¡No! —chillé y Jihu rápidamente puso las manos en mis hombros para calmarme. Hizo unos movimientos raros de respiración que intenté imitar y tomé aire. No estaba preparada para ver a Taesung. De seguro me derrumbaría y no sabría cómo explicarle mi reacción. Sin embargo, debía darle una respuesta rápida y convincente, de lo contrario, al muy testarudo le crecerían más las ganas de verme—. Mi Tae-Tae... estoy demasiado cansada. He tenido que ayudar a mamá con todo lo del bebé y el peque nos tiene trastornados. Duerme de día y se pasa las noches llorando. Ahora que por fin estamos en casa han contratado una niñera y yo solo puedo pensar en descansar. Solo quiero dormir todo lo que queda del día de hoy y posiblemente, el fin de semana completo. El lunes te llamaré sin falta, ¿sí? Y te prometo que podrás disfrutar de este hermoso cuerpo latino todo el tiempo que quieras... O hasta que se te acaben los datos.
—Te extrañé, Seoni —susurró mi amigo y sentí como ahogaba un suspiro profundo—. No tengo palabras para decirte lo mucho que me hiciste falta... Temí que te hubiera pasado algo malo. Una enfermedad, un accidente... Seoni creí que no te iba a poder ver nunca más y... tuve tanto miedo... —Su llanto y el mío estallaron al unísono. Otro que no necesitaba de mucho para hacerse comprender.
—Lo siento... De verdad que tampoco fue fácil para mí estar lejos de ti. No poder hablarte, ni verte... Pero era la decisión de mis padres y yo no podía desobedecerlos, ¿me entiendes? Lo siento, es lo único que puedo decir por el mal rato que te hice pasar, mi Tae-Tae y, espero... que puedas perdonarme.
—Te perdono, ¡claro que te perdono! Sé que no fue tu culpa, Seoni. —Sí lo fue—. Estás de vuelta. ¡Estás bien! —Todavía no, pero lo estaré—. Y eso es lo único que importa... Descansa, Seoni... Te quiero.
—Yo también te quiero.
El tono indicando el fin de la llamada fue también el que dio paso a un nuevo abrazo de Jihu. ¡Dios, ¿qué sería de mí sin ese consuelo tan cálido y oportuno?! Sin embargo, esta vez, no logró quitar del todo el sentimiento de culpabilidad que martillaba mi conciencia. ¡Qué desconsiderada había sido! ¿Acaso podía llamarme amiga? Ni siquiera pensé en Taesung aquella noche en el río, ni después, al momento de inyectarme ese estúpido veneno. No recordé las promesas que le hice, ni contemplé la posibilidad de que sufriría como un condenado con mi partida. Sé que no supe ser hija, ni mucho menos madre..., pero pensé que podría al menos, ser una buena hermana... Sin embargo, acababa de percatarme de que, también..., había fallado en eso...
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Diario de una canción ✔️
Teen FictionPensaba que amar le sería tan fácil como componer un rap... pero se equivocó. 🎼🎼🎼 Él vivía enamorado de la música. Ella se convirtió en su canción más perfecta. Pero no todas las melodías necesitan letra y no todas...