- Nos mudamos -dice papá.
Es ya la octava vez que me mudo. Estoy acostumbrada, es casi normal. No solemos quedarnos mucho tiempo en un sitio, por cuestiones del trabajo de mi padre. Es arqueólogo, por lo que siempre anda buscando reliquias por donde le es posible.
- Y esta vez, ¿a dónde?
- ¡A Hogsmeade! -dice, eufórico -. Me han chivado que allí se esconde una reliquia muy antigua y valiosa: la piedra filosofal.
Hum. Claro, otro cacharro más para la colección de papá. Yo no he salido a él, si no que he salido a mamá. A ella le gusta más todo lo moderno, como a mí. Nunca he entendido cómo acabaron casándose, pues mi padre es un tecnófobo de mucho cuidado.
- ¿Cuándo partiremos? -me atrevo a preguntar. Aunque me temo que ya me sé la respuesta.
- Mañana -confirma mamá.
Tengo un día para despedirme de mis amigos. Oh, espera, que no tengo... Nunca hago amigos porque sé que en menos de un año dejaré de verlos para siempre. Por eso intento no encariñarme con nadie.
Preparo la maleta en menos de media hora, puesto que por culpa del trabajo de papá tampoco tengo muchos obsequios, y me quedo mirando la habitación. Es pequeña pero acogedora, mis padres no se pueden permitir algo tan lujoso como una casa de dos pisos.
Con esta habitación llegué a encariñarme muy pronto, pero ha llegado la hora de decirle adiós.
Salgo al comedor y me encuentro a mamá bailando delante de la televisión. No os creáis que es una televisión de plasma ni nada por el estilo, ¿eh? Es tan antigua que casi se podría decir que es de las que se ven en blanco y negro. Ya sabéis, a mi padre le encantan las antiguallas, aunque formen parte de la tecnología moderna.
Cuando mamá me ve, se para de pronto. Pero no para dejar de bailar, si no para invitarme a bailar con ella. Por favor... No... A mí no... Odio bailar. Nunca me ha gustado bailar. Es... Puahhj. Eso lo he heredado de papá.
- Ya te hemos matriculado en un colegio de Hogsmeade -dice mamá.
- Ah, qué bien -respondo, pero sin mucho entusiasmo.
- Sí. Es un colegio muy grande, parece un castillo. Se llama Hogwarts.
Uf, seguro que es de esos antiguos.
- Suena caro, ¿cómo os lo habéis podido permitir?
- Oh... ¡porque yo voy a trabajar allí!
Me paro de pronto. Me toco las orejas como si me las estuviera limpiando y suelto:
- ¿Cómo?
- ¡Soy la nueva profesora de informática! -exclama mamá.
Me paro a pensar un momento. Yo iré a cuarto, ¿en cuarto se dará informática?
- ¡Me tendrás en clase! -dice mamá resolviéndome la duda-. Doy informática en todos los cursos, así que me tendrás sí o sí -sonríe, y no es una de esas sonrisas de personas buenas que te sonríen porque sí, sino una de esas en las que se detecta la maldad paternal.
- Genial, lo estoy deseando -y con un suspiro, me vuelvo a mi habitación.
Va a ser un shock muy fuerte cuando entre al colegio de Hogwarts o como se llame. Una porque mi madre será la nueva profesora de informática, y dos, ¡porque yo seré la nueva a secas! No sé cómo se las gastan en ese colegio, pero intuyo que a él sólo van alumnos de alto nivel social, así que cuando me vean, echarán chispas.
No puedo ser la nueva y además ser la hija de una profesora. ¡Me van a acuchillar! Mejor me duermo... Duérmete... Duérmete... *roncando*.
*¡Pasaros por "Entre muggles", es otra de mis historias! Please ♥ *
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Malfoy & Me
FanfictionTodo es normal. No hay magia. No hay duendes. No hay elfos domésticos. No hay Hogwarts. No al menos de la forma que creéis. El mundo de J.J, una adolescente de 15 años, se ve revuelto cuando debe mudarse otra vez con su padre a Hogsmeade, una ciuda...