Malfoy & Me

CUMPLEAÑOS FELIZ

Pasa la navidad (sin novedad alguna), hasta que llega el dos de febrero. Dumbledore ha dejado que Pansy, Blaise (a éste lo he invitado por la primera), Ron, Hermione, Harry, Ginny, Neville, Luna y Dan salgan del colegio para venir a mi casa. Papá ha puesto globos por todos lados y ha hecho una tarta grande con mi cara. ¡Sí! En la tarta sale mi cara. Tengo curiosidad, cuando la partan, ¿qué parte de mi cara le tocará a quién? Es interesante.

Pero antes, tenemos que jugar a unos juegos que ha preparado mi padre. Primero jugamos a la cuchara y el huevo, ya sabes, andar con un cuchara en la boca y un huevo en ella.

— Ya lo sé, no soy tonto —replica Hagrid mirándome de malas maneras.

El ganador ha sido Fred, que junto a su hermano, han asistido a mi fiesta también. Pero yo creo que Fred ha hecho trampas. ¡El huevo ni se movía! Pero al menos nos hemos reído un buen rato.

El siguiente juego ha sido el del pañuelo. Dos filas paralelas, alguien sujeta el pañuelo (esta vez lo he sujetado yo porque no me apetecía correr) y cuando digo un número, los dos que comparten el mismo número del distinto grupo tienen que venir a por el pañuelo. El primero que lo coge, gana.

Aunque el que sujeta el pañuelo también pierde, porque me he llevado más de un empujón. Principalmente de Pansy, a la que no le gusta perder y hace todo lo posible por ganar.

Finalmente hemos jugado al Monopoly. Ha sido muy divertido porque al ser muchos, algunos se han tenido que poner en parejas. Como Fred y George, que no paraban de discutir por quién tiraba los dados.

— ¿Qué más os da? —replica Pansy después de cansarse— ¡Si sois iguales!

Ellos se han mirado y se han encogido de hombros.

— Sí, ¡qué más da! —han dicho a la vez.

Ya después del Monopoly, han venido los regalos. Esto va a ser un poco largo, porque tengo que poner lo que me han regalado todos, ya que es muy especial para mí.

Hermione: un libro sobre pintura.

Ron: un bloc de dibujo nuevo (me confiesan que él y Hermione han ido juntos a comprarlo).

Pansy: unos tacones ("para que te vayas acostumbrando" me ha dicho. A mis padres no les ha hecho mucha gracia).

Zabini: unos pendientes de serpientes. Dice que no sabia qué regalarme.

Neville: una planta muy rara. Dice que viene de Sudafrica y que es muy difícil de encontrar.

Luna: una pecera con un par de peces payasos. Me ha hecho mucha gracia.

Harry: una bufanda de Slytherin. Dice que la que tengo yo ya está muy vieja.

Dan: un caballete para que ponga mis cuadros a la hora de pintar.

Ginny: un book con nuestras mejores fotos. Este regalo ha sido especial.

Papá y mamá: ¡un portátil!

Y esos son todos los regalos. Después, ha venido más fiesta, y la tarta con el típico "cumpleaños feliz"  y a las once, mamá nos ha mandado a dormir. Porque claro, todos dormirán aquí hasta el domingo. O sea, mañana. Mañana por la noche tenemos que estar en Hogwarts.

Los gemelos y Ron duermen en la cama de mi hermano. Han hecho un milagro para caber ahí dentro. Dan, Neville y Harry duermen en un colchón hinchable al lado de la cama de Ivan, mi hermano.

Pansy, Luna y Zabini duermen en el sofá, que es un sofá cama. Mis padres los han dejado porque se creen que no harán nada. Inocentes. Seguro que a media noche, Luna sube con Neville y Pansy y Zabini se quedan solos.

Y Ginny, Hermione y yo dormimos en mi habitación. Bueno, dormir... No sé a qué hora, pero los gemelos vienen a darnos la brasa. Dice que no soportan más los ronquidos de Ron.

— ¡Largaros! —gritamos las tres chicas a la vez lanzándoles cojines. Aunque aparto el de las iniciales de D.M.

Después de eso, podemos dormir tranquilamente.

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Cuando me despierto, empiezo a gritar como una obsesa. Loca de ira.

— ¡¡DIOOOOOOOOS!! ¡¡FUERA, FUERAAAAAAAA!! —despierto a Fred de un sobresalto, que hasta hace poco estaba justo encima de mí.

George, ahora que me fijo, está encima de Hermione. Y Harry, encima de Ginny. ¿Qué está pasando?

— ¡¡FUERAAAAAA PERVERTIDOOOOOOS!! —los chicos me miran, asustados.

A mí si me despiertan a gritos, también me quedo un poco como en estado de shock, pero es que estos tres se lo merecen.

Cuando Ginny se da cuenta de por qué he gritado y se fija en sus hermanos y su novio, abre la boca tanto como puede.

— ¡¡¡ SERÉIS IMBÉCILES !! — su grito es mucho más fuerte que el mío, y hace que los chicos se tapen la orejas.

Hermione se levanta de golpe y cae al suelo. Después, cuando se levanta del suelo, nos mira como si nos odiara más que nunca.

¿Y mis padres, por qué no han venido a ver qué demonios está psando en mi habitación? Mi habitación es adyacente a la suya, así que no entiendo cómo no se han despertado por los gritos. Hum.

De repente, entra Ron reflejando el horror en su cara, y me resuelve la duda: están atacando Hogwarts.