Malfoy & Me

EL IDIOTA

*Vale, este capítulo será desde el pensamiento de Draco, y como nunca he escrito desde el pensamiento de un chico y menos desde el de Draco, perdonadme por lo que vaya a salir. Gracias ♥*

Draco P.V.O

Me levanto y lo primero que hago es pensar en J.J., en sus ojos negros a juego con su pelo corto. Nunca me había fijado con una chica que tuviera melena, siempre me han gustado las de pelo largo. Pero J.J. es única.

Me cambio y me pongo la túnica. Quiero bajar cuanto antes al gran comedor para verla a ella. Sé que me quiere, como yo la quiero, pero también se que todavía no me perdona haberla cogido del cuello. Eso que hice fue ruin y rastrero.

Tampoco me perdona ser un mortífago. Pero... no lo hago por gusto. Al principio reconozco que sí. Me hacía mucha ilusión ser un fiel seguidor de Voldemort. Admiraba su valentía, su coraje y su temeridad. Pero ahora... ahora lo odio más que nunca. Tatuarme ésta marca ha sido lo pero que he hecho.

Y me he dado cuenta gracias a J.J., que me ha hecho ver de qué bando quiero estar realmente. No quiero asesinar a gente, no quiero que otros me tengan miedo, no quiero que Jessica Jane me tema.

Me reúno con Crabbe y Goyle en la sala común de Slytherin, pero antes tengo que salir de la Torre de los Perfectos, y juntos nos ponemos en marcha. Abro la puerta del gran comedor y noto cómo se clavan en mí la mirada de muchas chicas, y guapas, pero yo sólo me puedo fijar en ella.

Cuando la veo, poco me importa que me vea Pansy, que me vea el pequeño de los Weasley o que me vean los profesores. Le planto un beso que hago que se quede petrificada. Cuando me aparto, sonrío de medio lado, que sé que eso le encanta. Le beso la frente y me siento a su lado, bajo la mirada atónita de muchos. Pero yo no hago caso y le pongo la mano en el muslo, muy cerca de la parte prohibida y hago que se tense. Sonrío y hablo con Crabbe como si no pasara nada.

J.J. me mira con los ojos como platos, pero no le hago caso y muevo mi mano alrededor de su muslo.

De repente, ella coloca su mano en mi muslo, muy cerca de mi entrepierna. Me acerco a ella y le sururro:

— A mí no, cariño. Que a mí se me nota —y le beso en los labios.

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La clase de Física y Química es la que más me gusta. El profesor Snape me regala puntos simplemente por ser de Slytherin, por lo que no me tengo que esforzar mucho.

A mi lado tengo a J.J., que está concentrada con sus apuntes. Yo la miro. Parece tan ángel así... La verdad, es que creo que es la chica más preciosa que he visto jamás.

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Cuando llego a la la Torre de los Perfectos, me llevo una sorpresa al ver a J.J. en la mesa, durmiendo con la cabeza sobre sus deberes. La última vez que la encontré así tuve que desnudarla para ponerle el pijama. Me encanta su cuerpo desnudo. Es preciosa.

La cojo pasando un brazo debajo de su cabeza y otro debajo de sus rodillas y la subo a su dormitorio. La desnudo. La verdad es que me sorprende que tenga el sueño tan profundo.

Le pongo el pijama y la dejo sobre la cama, de su baúl saco un par de mantas y se las echo por encima. Qué mona está.

Me vuelvo a mi habitación, pero por el camino me encuentro al pequeño de los Weasley. Qué incómodo momento.

— Hola —me saluda Weasley.

— Hola.

Nos quedamos mirando.

— ¿Has visto a... J.J. ahí abajo? —me pregunta.

— Sí.

Weasley afirma con la cabeza.

— ¿La has llevado a su habitación? —me pregunta.

— Claro, idiota —respondo fríamente —. Si no lo hago yo, ¿quién lo hace?

Él agacha la cabeza y baja a la sala común de los Perfectos. Yo entro a la habitación y sonrío triunfal. Ese estúpido Weasley.