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Eché la cabeza hacia atrás golpeandome contra la pared fría de la ducha y maldije por lo bajo sintiendo todos los músculos de mi cuerpo tensarse.

Miré hacia abajo y el calor aumentó en mi cuerpo ante la increíble vista de Erin de rodillas ante mí con el agua del grifo empapandonos. Ella levantó la mirada hacia mí sin dejar de recibirme en su increíble boca y sonrió. Es la jodida fantasía más increíble que he tenido, es la mujer más hermosa del mundo.

Llevábamos una semana sin vernos desde aquel día en el garaje en mi coche y hoy no tenía planeado vernos simplemente me levanté a ducharme. Estaba tan caliente que antes de ducharme me estaba masturbando cuando Erin se coló en mi baño, cerró con pestillo y me llevó hacia la ducha para hacerme una maravillosa mamada de Buenos días.

Me dio un lametón en toda la polla que me hizo apretar los puños.

—Joder —gemí en alto.

Erin se rió usando la mano antes de volver a metersela entera en la boca.

—Aiden, cariño —la voz de mi madre al otro lado de la puerta me hace tensarme y Erin me mira con los ojos abiertos—.¿Estas bien?

—Si-i —respondí en alto temblando porque Erin sigue moviendo la boca despacio sobre mi—. Estoy... bien, mamá.

Erin apoyó las manos en mis piernas comiéndome con ganas dejándome sin aire. La agarré del pelo húmedo empujando la cadera para entrar en ella y liberarme notando como me clava las uñas a la vez que me libero en su boca.

Le doy la mano para ayudarla a levantarse y se limpia la boca escupiendo parte de mis fluidos. Se limpia la boca y las manos bajo el chorro de agua.

La agarro del cuello empujandola contra la pared para devorar sus labios. Ella gime contra mi boca y le agarro un pecho con mi mano libre. Sus dedos tiran de mi pelo y su lengua mi invade enredandose con la mía.

Su pierna rodea mi cadera y me posiciono en su entrada entrando en ella de una. Su cuerpo se arquea, sus pezones duros rozan mi pecho desnudo y el agua no deja de mojarnos.

Pasamos minutos deliciosos en la ducha y disfruto casa embestida en su interior y ella se aferra a mis hombros gimiendo contra mis labios.

—Aiden —exclama mi madre llamando a la puerta de mi habitación—. Llevas mucho rato en la ducha y vas a llegar tarde.

—Mierda —susurré apretando la cintura de Erin—. ¡Ahora voy!

Besé a Erin en los labios y me acarició la mejilla.

—Seguimos luego —dice y salgo de su interior.

Me paso la mano por el pelo bajo el chorro de agua y salimos de la ducha. Le dejo a Erin mi albornoz y se seca saliendo de mi habitación para cruzar el balcón hacia su piso.

Me visto rápido y me echo algo de cera en el pelo para peinarme y secarlo rápido dejándolo despeinado.

Me meto la cartera en el bolsillo después de ponerme las cadenas y doblo las mangas de mi jersey hasta el codo.

Salgo de la habitación y mi madre me está esperando en la puerta de brazos cruzados.

—Lo siento, lo siento —digo abriendo la puerta para salir del piso.

Me subo al coche con mi madre al volante ya que no puedo llegar a la autoescuela conduciendo yo si aun no tengo el carnet.

Me deja en la puerta después de darme un beso y desearme suerte.

Entro y presento los papeles en lo que llega el instructor para hacerme el examen. Subimos al coche de practicas y empiezo algo nervioso pero gracias a Erin estoy más relajado. Me lo tomo con calma, tengo ojos en todos lados y pienso que lo estoy haciendo bien para no preocuparme y cagarla.

Atracción ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora