Odio con toda mi alma dormir con las cortinas abiertas y despertar por culpa de sol entrando por la ventana en plena mañana pero ver a Erin dormida a mi lado tan preciosa con el sol haciendo relucir su piel caramelo lo compensa.
Es sábado y puedo disfrutar de mirarla cuanto quiera.
Me apoyo en un codo para poder mirarla mejor, como su pecho se mueve arriba y abajo, sus carnosos labios entre abiertos y húmedos que me están llamando a gritos.
Solo hemos dormido juntos porque quiere que empecemos de nuevo haciendo las cosas bien, y para resumir quiere torturarme sin sexo.
La oigo gemir cuando presiono mis labios contra los suyos y poco a poco noto como me devuelve el beso volviéndose más profundo posando su mano en mi mejilla y su juguetona lengua intenta colarse en mi boca y le dejo acceso al momento.
Me pongo encima de ella abriendo sus piernas apretando mi cintura para que sienta lo animado que me despierto.
Entonces rompió el beso empujándome lejos.
-Ni lo pienses, Aiden Danner -dijo apartándome de encima de ella.
-Eres cruel -me quejo sentándome a su lado-. Ves como me despierto y solo me provocas para rechazarme.
Me hago el ofendido cruzándome de brazos.
-Es lo que hay si quieres que esto funcione.
-Esto funciona mejor conmigo entre tus piernas dándote placer -ronroneo en su oído mordiendo el lóbulo de su oreja-, mis labios besando tu piel, mis manos tocando tus pechos -una sonrisa traviesa se forma en sus labios y noto como esta cediendo-. ¿No recuerdas lo bien que se sintió la última vez que estuve dentro de ti?
Se muerde el labio y veo el sonrojo crecer en sus mejillas.
-No intentes engatusarme con tus encantos -dijo apartándose con esa mirada de lista e inteligente y eso solo me calienta más-. Si quieres estar conmigo quiero ir despacio y que esto funcione.
-Si yo sé hacerlo todo lo despacio y muy rico que quieras.
-Aiden -se queja y se ve muy mona frunciendo el ceño.
-Vale, vale, ya paro -digo alzando las manos.
Me levanté de la cama y salí al balcón con ella siguiéndome.
-Mejor que vuelva para asegurarme que mi madre no se entera que no estoy -murmuré metiendo un mechón de pelo castaño detrás de su oreja-. Y había pensando que esta noche podríamos...salir a cenar.
Los zafiros azules brillaron y apretó los labios conteniendo la ilusión.
-Sería la primera cita que me debes -bromee tomando sus manos entre las mías.
-Entonces invito yo -respondió entrelazando sus dedos con los míos poniéndose de puntillas.
Ahora que esta descalza es mucho mas bajita y para llegar mejor a su boca tengo que inclinarme. Me gusta saber que soy alto, eso me convierte en su hombre y la tonta diferencia de edad no es mas que un numero que solo atormenta su mente de manera muy tonta.
Salto de vuelta a mi habitación y me meto en la ducha para darme una rápida ducha fría que baje el calambre mañanero que se despertó al ver a semejante mujer a mi lado en su cama.
Salgo de la habitación vestido con algo cómodo para estar por casa y me encuentro la casa demasiado silenciosa, entro en la cocina y encuentro pegado a la cafetera un post-it de una nota de mi madre para avisarme que salió al trabajo por unos problemas en la oficina. Ahora que esta trabajando en un nuevo proyecto para un francés muy importante se pasa el tiempo fuera de casa y viajando a Francia todo el tiempo. Extraño a mi madre pero yo jamás querría ser un impedimento que fastidiara una carrera que tanto le costó empezar.
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Atracción ✔️
Ficção AdolescenteUna atracción innegable. Un amor único. Una historia diferente. Vive la historia de un adolescente que se enamora de una mujer mucho mayor que él pero que se vuelve el centro de toda su atención. La chispa entre ellos surge de una atracción innegabl...