Epílogo

249 19 6
                                    

—Hoy no podré quedar, mi madre me ha castigado —bufó Miles a través de la pantalla.

—¿Qué has hecho ahora, niño? —preguntó Kenneth con una sonrisa burlona.

—Me ha pillado fumando hierba —admitió de mala gana—. No quise compartirla y se enfadó.

—¿Le parece bien que fumes? —ante mi pregunta se encogió de hombros.

—Estoy dudando de que madre de las vuestras es mejor —cavila Kenneth—. Nah, la señora Danner gana por sexy.

—Voy a colgar —espeto cabreado.

—No, espe...—intenta gritar Kenneth pero ya colgué por baboso.

Hace tiempo que no lo invito a dormir a casa por miedo a que se ponga a revisar los cajones de mi madre. Lo veo más que capaz. Hemos pasado un verano increíble los tres juntos, no desperdiciamos ningún día ya que nuestros horarios para el próximo año iban a estar difíciles. Miles va a repetir curso y es normal, se quedó dormido y no hizo uno de los últimos exámenes del curso por lo que suspendió la materia, y algunas más que sumó a la lista. Y bueno Kenneth tampoco irá a la universidad porque prefiere hacer un curso online de programación al mismo tiempo que trabajará en la fabrica de conservas donde trabaja su padre.

La visita guiada por el edificio de la universidad es rápido. Estoy saliendo por la puerta justo cuando me llama mi prima por videollamada.

—Hola primito —en la pantalla enseguida aparece mi preciosa prima—. ¿Ya visitaste el campus?

—Sí, estoy ahora mismo —le hago un pequeño tour, enseñándole las mejores partes de la universidad—. Mañana será mi último fin de semana de libertad antes de empezar.

—Me habría encantado acompañarte.

Mi prima Amber, su marido Evan y su hija Angelina ya no viven en Nueva York. Hace unas semanas fueron en un viaje rápido por trabajo de Evan. Iban a pasar solo unos días pero mi prima se enamoró de Miami y decidieron mudarse. Amber siempre ha sido más de calor que del frío de Nueva York y como su marido da la vida por ella cumplió su deseo y compraron un piso increíble allí.

El padre de Amber sigue viviendo aquí por lo que vendrán de visita pero ahora ya no podré verla tan a menudo como antes.

Al menos ahora tengo una grandiosa excusa para convencer a mi madre y a Erin de ir unos días de vacaciones a Miami a la playa a tomar unas Piñas coladas.

—Bueno, ya sabes primito a estudiar mucho y si necesitas ayuda tienes a Evan que te ayuda encantado.

—Hola Aiden —el aludido se asoma por detrás con Angelina en sus brazos tomando el biberón.

—Hola Evan —saludo, Amber acerca la cámara a la bebé que tiene unos enormes ojos azules como su padre—. Hola princesa.

Le hago carantoñas a la niña unos minutos antes de volver a hablar con Amber unos minutos.

Todavía no me creo que vaya a la universidad. Cuando llegó la carta de aceptación por un momento creí que era una broma de mis amigos pero era enserio, había entrado en la universidad de Nueva York. Había tenido mucha ayuda con la carta de admisión, en especial de Robert que tras nuestra charlita privada sobre lo que podía hacer con mi madre en mi casa se había empezado a mostrar muy simpático conmigo y como exalumno seguro que su recomendación con los actuales profesores, los cuáles son viejos amigos, había entrado.

Iba a estudiar arquitectura como mi madre y como Erin. Aún me cuesta creerlo.

Quiero llegar igual de lejos que ellas. Hacer grandes cosas y tan buenas como las que hacen y que estén muy orgullosas de mí. Sobretodo Erin, quiero que piense que soy el hombre que quiere a su lado para siempre. Y bueno quiero que mi madre vea al hijo inteligente que crio.

Ahora mismo lo tengo todo. Una novia increíble, la mejor madre del mundo y oficialmente un padrastro. El día que me aceptaron en la UNY Robert nos llevó a comer a un buen restaurante y en mis narices le pidió matrimonio a mi madre. Debo decir que pidió mi permiso previamente pero aun así fue una sorpresa que lo hiciera en ese momento. Me costó negarme. Mi madre es para mí y ahora voy a tener un padrastro con el que compartirla, igual que mi casa a la que ya terminó de mudarse la semana pasado.

Me quedo con la parte feliz en la que mi madre sonríe mucho y no estará sola cuando yo esté con Erin y el día en que me mude. Aunque lo hablé con Erin y no me iré lejos, a la casa de al lado. Así tendré a las personas más importantes siempre cerca.

Desde el día en que Erin se mudó al lado hubo una atracción innegable entre nosotros y estoy Increíblemente contento de que no acabara fatal. Nuestro futuro juntos aún está por descubrir y quiero hacerlo con ella.

Abro la puerta del restaurante y tras decir mi nombre me guían a la mesa donde por ahora solo está Erin.

—¿Eres la primera en llegar? —se levanta para abrazarme y le doy un buen beso.

—Tu madre me dijo que están a punto de llegar.

—Sentimos la tardanza —nos sorprende mi madre llegando justo detrás.

Le doy un abrazo a mi madre y un apretón de manos a Robert. Tomamos asiento y pedimos un vino que no tardan en servirnos.

—¿Por qué brindamos? —pregunta Robert.

—Por mi niño que se hace mayor y se va a la universidad —dice mi madre y chocamos copas.


FIN.


Y HASTA AQUÍ ESTÁ LINDA HISTORIA.

No me puedo creer que por fin he terminado esta historia. Quiero dar las gracias a mi inspiración cabrona por venir cuando le apetece, a mi mente por soñar hasta despierta con mis bebés para seguir escribiendo capítulos y en especial gracias a ti hermoso lector que estés leyendo estas palabritas. Gracias a los que habéis llegado hasta el final, que me habéis tenido paciencia con cada retraso y que seguís aquí después de meses de abandono.

Gracias por disfrutar de mis creaciones hasta el final y espero que nos leamos en las otras novelas publicadas y en las que se vienen próximamente.

Comenta la palabra Amé Atracción si has amado esta historia desde el principio al final y a todos los personajes bonitos y has sufrido con ellos hasta el último capítulo. Os estaré leyendo y contestando siempre.

¡Os amo mis melocotones <3!

¡Os amo mis melocotones <3!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Atracción ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora