Abro la puerta de casa y empiezo a meter las bolsas de la compra. Con cansancio cierro con el pie y cargo todo hacia la cocina.
Mi madre me mandó a la compra con una lista más larga que mi brazo. Desde el atraco al banco y su operación hace meses se aprovecha de mí para no cargar peso y para mandarme de recadero y como tengo coche se aprovecha pare todo.
La semana pasada me hizo llevar los coches a lavar mientras ella se quedaba a ver su telenovela. Tuve que limpiar ambos balcones de las cagadas de paloma porque ella tenía que trabajar.
-Mamá la paga de este mes ya puede ser generosa.
Dejo las primeras bolsas en la encimera.
-¿Me recuerdas quien te pagó el viaje a Italia?
-¿No te gustaron mis regalos? -hice pucheros.
-Me encantó el vestido, cariño.
Traigo el resto de bolsas y ella coloca la compra donde le gusta. Me siento y me pone unas galletas y un vaso de zumo de naranja. Estoy comiendo cuando suena el timbre y me levanto yo a abrir. Me llevo una sorpresa al esperar al ascensor.
-Karla, hola, ¿qué haces aquí?
-He venido a hablar con tu madre.
-¿Con mi madre? ¿Para qué?
-Tengo algo que decirle.
-Me imagino que sigues enfadada pero no hace falta que le digas a mi madre que he sido un cabrón.
-Vengo a decirle otra cosa.
-¿A qué viene esto? Mira haré lo que quieras para que me perdones si dejas a mi madre al margen.
-Que te lo has creído -dice con maldad-. ¡Señora Danner!
-Shh... -siseo intentado cubrirle la boca pero me pega y me aparta.
-¡Victoria Danner!
-No hagas esto, Karla.
-¿Aiden? -me giro con el corazón a mil al oír a mi madre en el pasillo de casa acercarse-. ¿Qué está pasando?
-Nada, mamá.
No me escucha, se acerca igualmente a la puerta.
-¿Quién es esta chica?
-Soy una compañera de clase que ha venido a decirle lo que ha hecho su hijo.
-Karla, por favor.
-¿De qué habla Aiden?
-De nada, ya hablaremos en otro momento porque ahora se va.
-No me voy -se planta apartando mis manos de malas maneras cuando intento echarla hacia el ascensor-. Es importante lo que tengo para decirle señora Danner.
-¿Qué está pasando? -insiste mi madre.
Las desgracias llegan en tropel porque el timbre del ascensor interrumpe y las puertas se abren revelando a Erin que entra apresurada con el móvil en la mano pero se queda paralizada al vernos en la puerta de mi casa.
-Perfecto, ya estamos todos -dijo Karla con mucho odio hacia mí.
Esa mirada...
Erin...
No.
No, por favor.
-Debería saber algo de su hijo y esta mujer.
-Karla -gruñí agarrando su brazo y tirando de ella sin importarme hacerle daño.
Ella ni se inmutó y me miró con todo el odio del mundo.
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Atracción ✔️
Novela JuvenilUna atracción innegable. Un amor único. Una historia diferente. Vive la historia de un adolescente que se enamora de una mujer mucho mayor que él pero que se vuelve el centro de toda su atención. La chispa entre ellos surge de una atracción innegabl...