Monarca (Yaoi/BL)

VIII

Caillech se calmó una vez se quedó dormido.

El trueno debió tensarlo tanto por la sorpresa que eso provocó que empeorara todo.

Tenía que encontrar rápido a ese médico... Alguien tenía que curarlo... Hasta entonces solo podía fingir ser fuerte para que él no se derrumbara.

Nuestro hilo se había hecho más fuerte... pero me daba tanto miedo perderlo.

Volvería con una solución... por mi vida que volvería con algo para él.

Y sus preciosos ojos color miel intensa se abrieron ligeramente después de casi 2 horas de descanso.

La medicación siempre le daba tanto sueño...

Le di un beso de buenos días con cariño y dejé que se frotara los ojos.

Tan lindo.

–Tengo que preparar esas pruebas –Murmuró intentando incorporarse.

Pero se desplomó muy rápido, por suerte estaba en cama y solo fue que le fallaron los brazos.

–Acabas de despertar, date unos minutos y respira –Intenté calmarlo ayudando a que se pusiera boca arriba.

–Pero... –Murmuró intentando quejarse como podía.

–A ver, que es lo que quieres preparar? Cuéntamelo, que te gustaría que hicieran tus trabajadores? –Pregunté dándole un beso en la mano.

Así pensaría con calma y no se movería.

Por unos segundos me miró abatido abandonando la idea de volver a intentar moverse y se quedó pensando en mi pregunta agarrando mi mano con cariño.

–Necesito que sepan trabajar en equipo –Comenzó a enumerar dándose unos segundos para pensar más cosas.

Su expresión seria cuando pensaba en estas cosas siempre me pareció preciosa, lo hacía ver varonil y profesional.

–Que escuchen y sepan recibir ordenes, pero también aportar en los trabajos –Añadió después de pensarlo bien–. Y creo que también necesito que tengan carácter para defender su trabajo si es necesario.

Eso me sonaba a los militares y un par de departamentos que se negaban a creer que el trabajo de Caillech estuviera bien hecho.

–La mujer está claro que poco va a dudar en contestar –Lo intenté animar sonriendo.

–Pero y si trabajando es igual? No me veo capaz de soportar disputas tontas por tozuda –Suspiró con cansancio solo de pensarlo.

–Tranquilo, tranquilo, Jir parece todo lo contrario, tal vez hasta hacen buen duo y relaja a Nealie.

Y ojalá tuviera razón, lo necesitaba.

Sino padre quitaría a Caillech de su puesto hasta que su salud mejorara de verdad... y se que él odiaría eso, lo veía capaz de hasta ponerse más enfermo aún.

Trabajar le ayudaría también a pensar en otras cosas mientras yo no estoy.

Espero que ese caballero misterioso que Pure había mandado venir para que cuidara de Caillech fuera buena persona, sería su mayor compañía hasta que yo pudiera regresar... y eso me daba miedo.

A parte de Ares o yo Caillech no tenía más, a veces Elira y Tahiel hablaban con él y así, pero no era lo mismo.

Si Vega aún estuviera aquí podría hasta hablar con ella, pero se había ido de nuevo a continuar sus estudios, aunque escribía siempre que podía para contarnos cosas y preguntar cómo iba nuestra vida.