XXXII

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Los besos de Ares realmente me hicieron olvidar todo, absolutamente todo...

Hasta que Lug nos despertó por qué Ares debía ir a trabajar.

Solo se pudo despedir de mi con un fugaz beso después de ducharse y vestirse.

Y se fue quedando sólo en la habitación con Lug cogiendo ropa para que me pusiera.

Perder mis privilegios... y ataduras. Como Ferenc dudó tan poco?

No, decir que no dudó tras todo lo ocurrido seguramente sería una insolencia, claro que debió dudar, pero tuvo demasiado tiempo recluido en su habitación para recapacitarlo.

–No va a levantarse? –Dudó Lug al ver que me quedaba echo una bola en la cama.

Elira... tal vez con ella pudiera hablar.

Suspiré y me puse en pie vistiendome lo que me había dado Lug con las joyas y accesorios.

Cuanto peso en mi cuerpo para ser un día normal y sencillo.

Extrañamente la caballera de Elira la encontré esperando en la puerta de Krestel.

–Esta mi hermana dentro? –Dudé sorprendido.

–Si mi señor –Afirmó haciendo una reverencia mientras Lug abría la puerta.

Había traído un ramo con algodones de viento a Caillech.

–Justo hablabamos de ti y tu cambio de aspecto –Comentó Elira al ver que entraba solo yo.

–Quería hablar contigo –Respondí acercándome a la cama.

Caillech aún estaba medio dormido, pero considerablemente mejor que ayer.

–Yo creía que vendría a contar como Ares te juró amor eterno o algo así –Bromeó Krestel peinando a Caillech.

Al menos eso lo hizo reír aunque le doliera un poco.

–A ver, que necesitas de tu hermanita pequeña? –Preguntó Elira apartando su largo cabello sonriendo ampliamente por qué precisamente yo fuera el que necesitaba escuchar consejo.

–Como estas tan segura que esa floristería será el resto de tu futuro cuando se acabe el reinado de padre? –Cuestioné quitando de golpe la sonrisa de todos de sus rostros–. Sin lujos, sin sirvientes, lejos de palacio... Todo lo que conoces y te es familiar ya no va a estar ahí, como puedes estar tan segura?

–Tahiel tu te quedaras trabajando en palacio como mago, por que te preocupa eso? –Contestó Krestel siendo el único que consiguió decir algo.

–Por qué no lo voy a hacer... Pure me echará de palacio por ser mago rúnico... –Expliqué llevando la mirada a mis manos con algo de miedo–. Y en parte me he dado cuenta de la liberación que es saber que se acabó palacio y todas sus ataduras, todo el protocolo y las apariencias... y al mismo tiempo da pánico, nadie nos ha preparado para el mundo real, aunque salgamos de aquí con títulos de nobles da igual, no será lo mismo, hay demasiados nobles arruinados y en la pobreza absoluta.

Y con mi respuesta llegó el silencio consternado de todos mientrae yo me sentaba en una silla que colocó Dimas al lado de Elira.

–Tahiel, te mentiría si te dijera que estoy 100% segura, dentro de 20 años a saber que es lo que pienso de mis decisiones de ahora, pero... estoy segura de que no me voy a arrepentir –Terminó respondiendo Elira tras pensarlo bien–. Tal vez ser florista no es el sueño de mi vida, pero me va a hacer feliz, y, como tu dices, estará lejos de la nobleza, las apariencias y el protocolo, podré solucionar las cosasas a mi manera sin miedo y ya no tendré que rendir cuentas a ningún periodico burlándose de mis errores. Solo saber eso me llega para entender que seré feliz.

Monarca (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora