XXVIII

110 25 2
                                    

Unido a Ares...

Ni siquiera pude asimilar lo que decía Krestel antes de que Ares se le tirara encima sin pensar ni un segundo en el decoro perdido para tapar su boca suplicando su silencio.

Pero era tarde, lo había escuchado.

Así que estas sensaciones y sentimientos nuevos que jamás experimente en nadie... eran por eso.

–Lo siento mi señor –Fue lo único que consiguió decir Ares a mi silencio sabiendo ambos que había escuchado de sobra a mi hermano.

–Por que? –Pregunté cruzando los brazos con rapidez.

–Bueno, yo... –Trató de explicarse soltando ya a Krestel dejando ver su cara roja al tener que mirarme para responder– soy solo un secretario señor... En el fondo no le debo parecer alguien digno.

Así que alguien digno.

Lo peor es que veía en su expresión que iba en serio.

–Que descanses Lug –Di por terminada su jornada de hoy.

–Pero aún debe cenar –Respondió extrañado por mis palabras.

–Dile a unas sirvientas que traigan la cena a la habilitación, para dos –Ordené antes de volver a mirar a Ares–. Tu a mi habitación, es una orden también.

Ares ni siquiera se planteó si llevarme la contraria era buena idea. Obedeció entrando a mi habitación sin ni ver si lo seguía.

–Gracias por la información hermano –Agradecí por último dándole una pequeña caja de bombones para Caillech–. La mandé comprar para que se diera un capricho si le apetecía. Mañana lo visitaré para ver cómo se encuentra.

Krestel me lo agradeció con una media reverencia y me pude meter en mi habitación cerrando la puerta con solemnidad.

Estaba sentado a los pies de mi cama con la mirada gacha.

–Estos días estoy muy sensible con lo de Caillech... lo siento mucho príncipe, pero más siento lo de ahora –Se disculpó frotándose la frente con nerviosismo–. Siento mucho esta situación y que se encuentre unido a mi.

–La union no es una elección, se decide en el mismo momento de nuestro nacimiento –Respondí suspirando con calma a comparación de él.

Y caminé directamente hasta él.

Parecía tan pequeño en esta situación.

–A demás, juraría haberte dicho alto y claro como debías dirigirte a mi –Contesté apartando mi capa y colocando una rodilla sobre la cama a su lado–, o me vas a hacer ordenarlo?

Agarré sin dudar su mentón obligándolo a levantar la mirada. Sus preciosos ojos grises me miraban con un miedo mezclado con un sentimiento que no pude reconocer.

–No me quieres Ares? –Cuestioné acariciando sus labios acercando nuestros rostros.

Había pasado por tantas dudas e inseguridades con él para que ahora me dijera a la cara que no me quería?

–Lo quiero príncipe, tanto que no puedo evitar pensar en nuestras diferencias –Afirmó permitiéndome suspirar con alivio.

–Desde cuando lo sabes? –Dudé teniendo que agarrar su rostro para que no apartara la mirada.

–No lo se príncipe... Pero se da cuenta de la cantidad de problemas que daría a su vida y su estatus su unión conmigo? No me parece algo con lo que bromear.

–Tengo pinta de estar bromeando? –Respondí antes de agarrar sus hombros y tirar de él para obligarlo a tumbarse.

Al inclinarme hacia él mi coleta cayó hacia mi derecha dando en su mejilla colorada haciéndole cosquillas.

Monarca (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora