XVI

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Cuando abrí los ojos no me desperté con dolor, Ailish y una médica me estaban incorporando para vestirme en mi pijama más calentito.

Mi pecho y el brazo sobre el que caí... eran casi negros.

–Buenos días –Me saludó Ailish casi en un susurró colocándome la camiseta.

Y con cuidado me volvieron a tumbar.

Pero yo intenté remangarme la manga y ver bien mi brazo, cosa que Ailish impidió.

–Son moratones, los tienes por todo el cuerpo –Explicó mientras me colocaba bien de nuevo la manga–. Están bien, solo se tienen que curar. Intenta no moverte mucho.

–Por la caída? –Dudé con un poco de dolor

–Si –Afirmó después de suspirar con pesadez–, tu cuerpo es débil, te partiste una costilla, pero consiguieron forzar que se soldara con magia, aún así necesitas reposo para que no se monte un desastre. Tendrás que dormir un par de días en la enfermería.

–Cuanto tiempo he dormido? –Pregunté solo pudiendo suspirar con la noticia.

Me estaban dando calmantes en vena, por eso no me dolía.

–Una hora y poco –Respondió después de ver el reloj.

–El trabajo que me veas capaz de hacer en estas circunstancias traelo, y recalca que quiero el despacho recogido, por favor –Pedí viendo atentamente la expresión de Ailish.

Que solo suspirara y asintiera fue una buena señal, no estaba tan grave como para que me impidiera trabajar, solo eran moratones y una costilla que tenía que terminar de asentarse después de forzar que volviera a su sitio con magia.

Moratones...

No era difícil que en mi piel se marcaran los moratones, no era una sorpresa, pero jamás los había tenido tan grandes y en todo el cuerpo. Eso era lo que me asustaba.

Mi enfermedad afectaba a la sangre? Por eso cada vez que tosía escupía sangre? O tal vez era el sistema circulatorio...

Cualquiera de las dos opciones era mala... Y si mi enfermedad no tenía cura?

Krestel... Que harás si descubres que tal vez no tiene cura?

Su sonrisa... quería volver a verla.

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La caída de Caillech... parecía más bien que una estampida de caballos le había pasado por encima.

–Solo fue una mala caída y la debilidad de mi cuerpo, Ailish me deja seguir trabajando y todo, no es tan grave –Le quitó importancia continuando con el informe que estaba redactando.

Pero yo miré a Ailish en busca de una mejor respuesta. Ni siquiera dejó de preparar la manzana, solo asintió como señal de que era verdad, no había sido tan grave.

–Ya que te hablas más con Tahiel que yo... que tal le va en las clases con Rumi? –Preguntó cambiando de tema al ver que Ailish había terminado de prepararle una pequeña macedonia como merienda.

Le encantaba la macedonia con zumo y una pizca de azucar... yo había ido a comprar la fruta antes de venir a verlo a la enfermería. Sonrió solo con ver que sería su merienda.

–Bueno, no intercambiamos palabras tanto como usted cree, pero hasta donde me ha permitido conocer le va bien –Contesté medio mintiendo.

No creí que se notara tanto nuestra cercanía.

–Cuando mientes sueles meter palabras estiradas y snobs en las frases, lo sabías? –Expuso sin dejar de sonreír mientras comía.

Mierda.

Monarca (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora