XXVII

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La primera hora apareció la hipersensibilidad y un ligero picor... la siguiente fue todo en aumento sin frenos.

Caillech estaba tan invadido de sensaciones y dolor que solo podía respirar algo alterado y llorar temblando por los escalofríos involuntarios.

–Queda un cuarto de la bolsa –Comentó William tras 6 horas de tratamiento.

Pero Caillech solo quería que todo acabara de una vez.

–Mi príncipe... que quieres de merienda? Te daré lo que quieras... Profiteroles? –Traté de callar su dolor pensando que en poco tiempo podría merendar antes de cenar.

A demás estaba sin comer, hasta que no acabara la bolsa de medicación no podía comer ni beber nada.

–No... –Sollozó con dolor.

Y por la tensión apretó la mano sobre las sabanas arrepintiéndose muy rápido quejándose.

Me destrozaba verlo así y no poder hacer nada...

–Ares... Que vaya a por fruta... –Pidió tratando de respirar y controlar la situación.

–Puede ir Dimas, Ares creo que...

–No! –Negó con una queja de dolor que le hizo encoger las piernas provocando más dolor todavía.

Quería revolverse y no podía.

–Que vaya Ares... quiero merendar con él también... –Murmuró entre dientes por los sollozos y el dolor– tiene que ser él...

Dimas entendió solo con una mirada que debía ir a que Ares dejara su trabajo y fuera a por fruta.

Ya no estábamos en guerra, sus reuniones no podían ser tan importantes como para que no pudiera servir un capricho de Caillech en su condición.
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Caillech terminó la bolsa prácticamente cuando Dimas apareció de nuevo por la puerta con una pequeña bolsa de papel con fruta.

Ares no venía con él.

–Le dije que Caillech quería merendar con él también y se negó –Me explicó Dimas por lo bajo mientras Ailish cogía la bolsa.

Ni siquiera dudé un segundo en salir de la habitación y exigírselo si hacía falta.

Ares estaba sentado en las escaleras con las manos en la cabeza apoyadas en sus rodillas.

–Por qué? –Pregunté relajándome un poco al ver su estado.

No conocía mucho a Ares, pero tampoco había que ser un genio para ver qué si estaba así es que no estaba bien.

–No puedo... No en esta situación –Respondió suspirando con pesadez.

Su voz sonaba rota.

El estado de Caillech no sólo me estaba afectando a mi. Nunca me afectó solo a mi.

–Caillech es lo que desea, aunque también entiendo que debe ser difícil verlo en esta situación –Contesté tampoco sin saber muy bien como convencerlo.

–Como eres capaz? Yo lo intenté cuando tú no estabas y... me destroza... no se como fingir que todo va a salir bien y que todo pasará, no puedo.

Como era... capaz?

–No lo soy, no voy a mentirle sabiendo que le quedan más de 6 meses para curarse y sin saber cómo va a reaccionar esa medicación... –Expliqué suspirando con pesadez– pero me necesita por mucho que me destroce verlo así, así que tengo que estar ahí aunque sea solo para llorar con él.

Y Ares levantó al fin la cabeza para mirarme notándose en su expresión que trataba de callar las lágrimas.

–Lo ha pasado muy mal, verdad? –Preguntó secándose la primera lagrima que amenazaba con mojar su mejilla.

Monarca (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora