XVII

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Vale... No se que clase de experiencia tendría Ares en la cama, pero por favor que no parara.

Sus labios besaban mi brazo mientras sus dedos exigían que me quitara la camisa.

Temblaba como si supiera cada punto débil en mi cuerpo.

–Parece que me vas a saborear –Murmuré sin poder evitar temblar solo por su tacto.

Y sus preciosos ojos grises casi blancos me miraron sin dejar de tentar a mi piel respondiendo solo con esa mirada.

Si, me estaba saboreando, y lo iba a disfrutar hasta el último momento.

Mi voz al temblar se convirtió rápidamente en una deseosa de todos sus movimientos.

Jamás creí que un hombre solo con sus labios y dedos podría hacerme sentir así, si iba a ser así siempre repetiría cada noche.

–No me vas a pedir que me quite nada? –Picó una vez tiró lejos mi camisa.

Ya me había quitado el chaleco, parte de las joyas y la camisa, y yo solo le había quitado la chaqueta antes de que empezara todo esto.

Pero no me dejó ni responder, sus labios fueron directos a mi cuello y sus dedos a mi pezón comenzando a masajearlo... pero sólo con sus labios me estremecía estirando mi cuello sin pudor.

–A... res –Medio gemí incapaz de quejarme por su ropa.

Era un príncipe... Disfrutando del tacto del secretario de magia.

Si me viera mi madre me mandaría encerrar.

Hasta que Ares se separó de mi lamiendo su labio inferior con deseo.

Pero yo aproveché eso para recuperarme y volver a tirar de él para que acabará debajo mia.

–Bien, quítate la ropa –Exigí tirando de sus botones consiguiendo que se saltaran unos cuantos.

Y solo con pestañear fue como si no hubiera hecho nada.

–Yo no he roto tu ropa príncipe, no me digas que voy a tener que enseñarte modales? –Tentó mientras yo aún me recuperaba de lo que había visto.

Es verdad... su magia.

–Mucho me haces temblar pero poco te quitas la ropa para llegar al final –Me quejé dejando que agarrara mis manos mientras se incorporaba.

–Lo importante no es el final, es el camino –Respondió con una sonrisa juguetona llevando mis manos a sus botones de nuevo–. Príncipe esta muy exigente, es así con todos en la cama?

–Si –Afirmé más que tajante dejándolo sorprendido.

Y acto seguido se rio sin vergüenza ninguna.

–Que es tan gracioso? –Dudé sin entender su risa.

Era linda y me gustaba escucharla, pero no entendía el motivo, menos en esta situación.

–Nada, simplemente creía que serias más como un lindo perrito asustado con miedo a mis movimientos, pero en vez de eso eres... pues como eres tú a diario, no se que me sorprende del segundo príncipe heredero, el de la etiqueta más correcta y la expresión fría y distante.

Si... había escuchado con anterioridad que se referían a mi con esas características.

–Crees que soy así? –Pregunté con algo de inseguridad con sus palabras aunque él las dijo con una preciosa sonrisa.

Pero al escucharme perdió la sonrisa con rapidez.

–Creo que eres así con quien te cae mal, cosa que también creó que es bastante fácil –Contestó con sinceridad besando mi mano.

Monarca (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora