XII

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Dimas era el que le estaba explicando nuestros horarios a Ailish mientras le mostraba nuestra habitación.

Debía saber dónde encontrar cada cosa para ayudarme a mi.

–Sigo sin querer que te vayas –Murmuré viendo a Krestel con los brazos cruzados.

Estaba muy atento a como le enseñaba la distribución de nuestra ropa a Ailish.

–Encontraré una cura para ti cueste lo que cueste –Respondió con algo de seriedad sin siquiera mirarme.

–No, a cualquier precio no –Me negué alargando la mano hacia él–. Debes volver ileso... Pase lo que pase debes volver bien.

No alcanzaba su ropa... pero al escucharme se acercó a mi dejando que lo agarrara y se sentara a mi lado.

–Volveré sano y salvo a tu lado, te lo prometo mi príncipe, todo va a estar bien de nuevo –Me prometió con cariño y ternura abrazándome.

Me daba igual que todo volviera a estar bien... yo solo quería que él volviera perfecto a palacio... Con cura o sin ella él tenía que volver sano y salvo.
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Al menos algo calmó mi angustia por su posible ida... el rey no quería que moviera un dedo fuera de palacio hasta que acabarán todas las celebraciones, así se podría mantener en secreto el máximo tiempo posible toda esta situación.

Hasta dentro de dos semanas Krestel estaría a mi lado.

Ahora a tratar con Keu.

–No has leído los periódicos, verdad? –Preguntó nada más escuchó por qué lo había llamado.

Él nunca se metía en el maquillaje que llevaba nadie con su ropa, por que dio una orden tan estricta, y más para hacerme ver "delicado"?

–El periódico no tiene nada que ver con lo que te estoy preguntando –Suspiré ignorando que él mismo me daba uno–. No puedo parecer débil al lado de Krestel, ya parezco bastante débil con esta situación.

Pero Keu solo insistió que leyera él periódico.

Hablaba del baile, de algunas prendas que habían destacado por encima de otras, como la de Crux... y después comenzaba a hablar de mi junto a algunas fotografías.

Más que hablar de mi debilidad hablaban del contraste que era verme al lado de Krestel... pero no a mal, mostraban una cualidad ver que yo era delicado y me quejaba ante las palabras de los nobles de empeorar la guerra mientras que yo me negaba a matar a nadie más.

Mientras que Krestel parecía de verdad un príncipe firme e inalcanzable yo parecía alguien cercano al pueblo, alguien que conseguía que Krestel se ablandara y pareciera más humano.

–Hacerte parecer alguien más de la realeza, imponente e inalcanzable no va a funcionar, una por que no lo eres, y dos por que la gente no se lo creería jamás, así que vamos a aprovecharnos de tu desventaja –Explicó Keu con seguridad tomando un sorbo del té–. Si el pueblo ve en ti que eres un ser humano normal que hace lo que puede en palacio se sentirán identificados obviando que eres un genio, y con lo bueno y blando que eres harás el resto sin necesidad de que nadie haga nada.

Así que eran una estrategia para hacerme sentir más cercano al pueblo.

–El pueblo no quiere un ser perfecto y elegante, quiere a alguien delicado que se esfuerza, y con las noticias de tu enfermedad eso lo va a hacer todo mejor, la gente transformará la pena a admiración por tu fuerza de voluntad y por tu compromiso con la nación –Añadió al ver que me quedaba pensativo.

–Y si se dan cuenta de que lo que creen no es lo que soy? –Dudé no muy convencido.

–Lo eres –Respondieron al unísono Krestel, Keu y Dimas.

Monarca (Yaoi/BL) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora