Capitulo 11

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Pronto descubrirás la verdad. . .

Me despierto con un leve dolor en el cuerpo.

Mierda, parece como si un elefante hubiera bailado salsa sobre mi cuerpo.

Bueno, algo mas normal, te arrojaron contra un árbol.

Uh, super normal.

Dé repente los sucesos de la noche anterior aparecen en mi mente, haciendo que vea a mi al rededor.

¿Dónde están? 

Sigo mirando encontrándome sentada en una cama matrimonial y en una habitación espaciosa. La luz del sol traspasa las cortinas blancas dejando un camino sobre el suelo de madera.

Me libero de la cobertura de las sabanas dándome cuenta que estoy solo en ropa interior.

¿Esto se va a volver cotidiano?

Antes de que suelte un grito me doy cuenta de una nota pegada en lo que parece ser un armario.

Bajo de la cama y me acerco a esta, agarrándola, para leer lo que habían escrito. 

Hola ¿Cómo estas? 

Esperamos que muy bien, caramelito.

Te dejamos escrito esta carta en frente del armario para que sepas que una prima nos presto ropa, ya que nos pareció que entrar a tu casa para agarrarla era muy irrespetuoso. Puedes usar y bajar cuando quieras.

Yo me iré a ayudar a mi madre con algunas cosas y Marco se ira a supervisar el entrenamiento de los soldados. Diego se quedara aquí para cuidarte.

PD: Estas en ropa interior porque la doctora quería quitar cualquier lesión grave. Ella con una enfermera fueron las que te vieron así, nosotros estábamos fuera comiéndonos hasta los dedos de los nervios.

PD de la PD: Cuídate y no escapes, caramelito.

Con mucho amor, tu amado Catriel.

Dejo la nota a un lado y abro el armario encontrándome con ropa de colores oscuros colgada y zapatos con mucho tacón apoyados en unos estantes.

Vaya look tiene la prima....

¡Me encanta!

Debo admitir que a mi también.

Elijo un blusa gris la cual es corta por lo tanto deja a la vista algo de mi estomago, pero al elegir un pantalón negro tiro alto, deja tapado mi ombligo pero aun viendo un poco mas de un cuarto de piel. Este al ser ajustado se amolda a mis estilizadas, pero un poco gruesas, piernas.

Me coloco unas botas negras con un tacón grueso lo que lo hace a mi preferencia mas cómodo, estas llegan un poco mas arriba del tobillo con uno cordones en su delantera.

Me miro en el espejo pegado en el armario y me siento completamente diosa.

Tomo dos respiraciones antes de abrir la puerta y mirar a los lados encontrándome con nada de nada. Salgo de la habitación estando atenta a los ruidos.

No me digas que intentas...

Si, lo intento.

Luego de andar por los pasillos como loca, encuentro la escalera. Bajo mirando si hay alguien, pero no me encuentro con nada.

Es mi momento.

Corro hacia la puerta y cuando estoy empezando a sentir la gloria de salir, una mano cierra la puerta de un golpe a un costado de mi cabeza.

Ella y Ellos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora