Capítulo 27

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-Quiero más-.

Lo necesito

Necesitaba que su cuerpo sienta el calor del mío, que sus manos toquen y rosen todo de mi, lo necesitaba.

Es como si un deseo hacia él se activará de manera instantánea en que sus manos me tocan y sus labios me besan.

Aunque no supiera que era este sentimiento, quería más de él y no tendría miedo al querer tomarlo.

Una sonrisa aparece en su rostro sobre mis labios haciendo que mire sus ojos tan atractivos con su brillo.

-Lo siento, no es lo mío consentir a niñas malcriadas-.

Se aleja rápidamente de mi haciendo que mi confusión aparezca.

¿Y este qué?

Aparecen en mi mente miles de formas para devolvérselo pero el recordatorio de que aún seguimos en el lugar donde entrena a sus cadetes, me hace sonreír emocionada.

-Oh claro, tienes razón-Hablo como si sus dedos no hubieran estado en mi interior hace menos de cinco minutos- Eso no es lo tuyo-.

Él se gira hacía mi como si no hubiera esperado para nada mi reacción haciendo que mi sonrisa sea aún más grande.

Sus ojos me siguen mientras con movimientos calculados me coloco mi pantalón pasando lentamente cada pierna por su respectivo lugar, pego unos saltitos haciendo que mi trasero cumpla su función de rebotar y entrar en el pantalón, ganándome un gruñido de su parte.

Abrocho mi camisa colocándola perfectamente como estaba antes mientras él aún sigue mirándome.

-Muy bien, adiós- Digo antes de que mis pasos se dirijan hacia la puerta, pero mi acción es interrumpida por su brazo.

Sigo cada una de sus venas hasta alcanzar su rostro muy cerca del mio.

-¿Qué intentas?- Su voz más gruesa de lo que normalmente es me hace saber que me estoy empezando a salir con la mía.

-¿Yo? Nada, solo quiero salir de la habitación para ver como entrenas a tus cadetes- Esto es acompañado por unos ojos de perrito mojado y una sonrisa de niña buena.

-No te creo ya que de inocente no tienes ni un pelo-.

-Ay Marco, no seas exagerado, tengo mis cosas buenas a veces- Le guiño un ojo y paso por debajo de su brazo girando la manija y saliendo, soltando todo el aire que no sabia que estaba conteniendo.

Salgo con la cabeza en alto aún sabiendo que todos allí saben lo que paso entre él y yo.

Paso mi vista por todo el lugar hasta encontrar a Catriel y Diego.

Rápidamente los encuentro de espaldas hablando con alguien que no alcanzó a ver. Siento su mirada en mi nuca haciendo que la sonrisa que llevo en el rostro nunca se acabe.

Si tu no quieres, estoy segura que tus hermanos si, idiota.

Camino con un pie tras el otro como sui fuera una maldita pasarela haciendo que mis caderas y trasero se muevan más y resalten mis bellas curvas. Mi frente en alto como una reina.

Llego hacia ellos mientras algunos muchachos me abren paso no mirándome más de lo necesario ya que estoy segura que recuerdan lo que Marco dijo antes de irnos a que me de uno de los mejores orgamos que me han dado en mi vida.

Llego hacia ellos y no me interesa con quien estan, solo lo hago.

Agarro la nuca de Diego tirando de él hacia mi estatura y chocando sus labios contra los míos, mi hambre por su jugosos labios hacen que mis dientes tiren de su labio haciendo que su boca se abra y aparezcan nuestras lenguas chocando entre si. Tiro del cuello de su camiseta como si pudiera acercarlo más a mi cuerpo y sentir su propio calor combinado con su aroma.

Ella y Ellos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora