Capitulo 35

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La sorpresa me congela en el lugar, dejando todas mis articulaciones entumecidas de confusión mientras en mi cabeza comienzan a acumularse todas las dudas.

¿Ellos lo sabían? ¿Me reconocen? ¿Ellos saben lo que ocurrió esa noche? ¿Saben lo que le sucedió a mis padres?

Escenas de esa noche llegan a mi cabeza, generándome una tortura vehemente que obliga a mi cuerpo a encorvarse, mientras el aire se estanca en mi garganta. Las sombras toman lugar a mi alrededor con pequeños toques a mi cuerpo, su oscuridad me rodea en forma de consuelo pero esto genera que la reminiscencia se haga presente.

Hace 8 años atras...

La carretera se extiende frente a nosotros con los faroles de los autos alumbrando las direcciones. Mis papas estan en los asientos delanteros, con mi madre manejando y mi padre con el mapa, ocupando el asiento del copiloto.

-¿Qué tan seguro estamos de esto?- Acota mi mamá mientras sigue las indicaciones que le dice el hombre a su lado.

-Confiemos en mi sentido de orientación-.

-¿Se supone que eso me tiene que dejar tranquila?-.

Y así comienza una discusión muy graciosa, de la que ya estoy acostumbrada, ya que siempre pelean así, se parecen al enemies to lovers del que siempre leo en mis libros y de la cual estoy tan enamorada.

Me fijo en el muñeco de tamaño pequeño que consiguió mi padre en una actividad de tiro al blanco en la feria a la que cada fin de semana vamos, por esta misma razón es que tengo que donar cada dos meses muñecos a caridad ya que no hay donde más ocupar espacio. Comienzo a jugar con él, escuchando las quejas de mi madre de fondo sobre habernos perdido y la melodía de la música que suena en los parlantes.

-Avísame cuando te sientas cansada y cambiamos- Acota mi padre observando como su esposa termina su bostezo con un pequeño grito, un detalle que herede.

-Tu tranquilo- Mi madre como siempre siendo tan terca y orgullosa que nunca diría en voz alta que cambien de lugar. Papá se agarra la frente negando con la cabeza lentamente al pensar lo mismo que yo.

-¿Cómo esta la princesa de la casa?- Voltea hacia atrás encontrándose con mi mirada adormilada. Sonríe al verme entre el paraíso de los sueños y el mundo real.

Lo ultimo que veo es la sonrisa de mi padre antes de que la oscuridad me consuma y un golpe grave envuelva el ambiente.

Salgo de mi ensoñación cuando me doy cuenta de los pasos apresurados que se escuchan en la escalera caracol que hace unos minutos yo recorría. Mi corazón se acelera mientras mis manos temblorosas guardan los papeles en el mismo cajón, arrastro este mismo hacia su posición original mientras me escondo rápidamente detrás de una columna.

Los pasos cada vez se escuchan más cerca. Noto como las sombras se arremolinan a mi alrededor, la inquietud se vuelve mayor cuando las siento acariciar mi piel, mientras cubren mi cuerpo de pies a cabeza. Mi espalda colocada contra la columna sufre por los escalofrió que genera el frio del material solido, pero eso no me impide estar completamente quieta cuando los pasos tocan el mismo suelo que yo.

-No esta aquí- La voz de Marco me deja más inquieta que antes.

¿Sabia sobre los papeles que se guardaban aquí?

-Yo voy a decidir eso- Comenta una voz más imponente, el papá de los hermanos. Sus pasos comienzan a resonar sobre el suelo, dejandome sin respirar a ratos por la tensión que parezco no solo yo sentir. 

Las sombras a mi alrededor no estan inquietas, de hecho estan igual de tiesas que yo, aunque sus toques en mi piel no paraban, dejan suaves caricias que producen escalofríos en mi. A pesar de esto, no me muevo ni un centímetro.

Ella y Ellos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora