Capitulo 23

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Nuestras respiraciones aceleradas son los sonidos que resaltan en la sala silenciosa en la que estamos.

Veo de reojo como sus hombros suben y bajan manteniendo su cabeza agachada como si evitara verme a los ojos.

Mi ceño se frunce al notar que luego de varios segundos sigue en la misma posición. La pregunta esta por salir de mi boca antes de que él susurre.

-Lo siento...-Su débil voz me hace saber que algo esta mal.

¿Te esta pidiendo perdón por darte un orgasmo?

¿Yo voy a saber? 

-¿A que te refieres?- La suave brisa de su aliento sobre mi vagina hace que nuevamente comience a reaccionar, pero mi preocupación es mayor.

¿Una segunda ronda?

Cállate

Sus brazos empiezan a sentirse más débiles bajo de mi cuerpo. Me quito rápidamente antes de caer sobre mi trasero.

Me acomodo mis pantalones y ropa interior acercándome a Catriel y averiguar el porque de su reacción. 

Me arrodillo frente a él y coloco mis manos en sus hombros siendo que al instante se desmorone sobre mi y sus brazos me rodeen con presión.

-Lo siento-Susurra nuevamente haciendo que coloque una mano sobre su cabello y empiece a pasar mis dedos por sus mechones haciendo que su cabeza se posicione sobre mis pechos.

-Que yo sepa no tienes porque pedirme perdón- Aseguro colocando apretando mis brazos a su al rededor como él lo hace conmigo-Me diste un orgasmo que nunca me habían dado en mi vida-.

Siento su sonrisa sobre la piel de uno de mis pechos haciendo que yo también tenga uno en mis labios.

-Bueno, eso me hace sentir mejor- Sus labios dejan un suave beso sobre el mismo lugar donde esta apoyada su cabeza.

-Antes de que empieces-Hablo al ver que no piensa detenerse- ¿Por qué pedias perdón?- Escucho ruidos de una puerta cerrarse en la otra habitación haciendo que mi cuerpo se tense.

¿Escucharon como su hermano me llevaba al mismísimo cielo con su lengua y boca?

Seguro, quizás se tocaron.

¿Los dos en la misma habitación?

¿Qué tiene de malo?

Nada, ¿Pero no les parece raros a ellos estar con su hermano mientras se masturban?

Pues no se, pregúntales 

¿Eh?

Un movimiento frente a mi me saca de mi ensoñación y mi vista se eleva al ver que tenemos compañía.

Con tan solo sus presencias hacen vibrar todo mi cuerpo, como sus ojos estan más oscuros que antes y su energía más densa que de costumbre. Si antes imponían respeto ahora solo me dan ganas de arrodillarme ante ellos y no precisamente para rezar.

-¿La pasaste bien, angelito?- Su voz gruesa y oscura me hace saber que quizás tenia razón y se habían tocado.

-Demasiado ¿Ustedes?- Siento como los brazos de Catriel siguen envueltos a mi al rededor como rocas.

-Pues me hubiese encantado que sea tu mano la que suplantara la mía- Se agacha apoyando sus antebrazos en sus rodillas mientras inclina levemente su cabeza- O quizás otra parte también hubiera funcionado- Su mirada se posiciona en mis labios.

-No jodas, ahora esta conmigo-El gruñido de Catriel hace que mis pechos vibren.

-¿Qué no te enseñaron a compartir hermanito?-Su hermano le responde con un tinte de broma en su tono pero al parecer el oso cariñosito se lo toma en serio.

Ella y Ellos [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora