🌈El Chico De Mis Poemas✨ (COMPLETA) (BL)

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Logré tener una vida acomodada a una corta edad. Casi todo el mundo hablaba de mí, de mis libros, de mis columnas e incluso de mis ideas políticas. Era columnista del diario más importante del país y era leído por miles de personas. Estaba orgulloso. Me sentía completo, sin embargo, muy en el fondo sentía que algo me faltaba. Santino. Su nombre me resonaba siempre dentro de mí  cabeza. Aunque hacía todo el esfuerzo para ignorar el amor que sentía por él, ahí estaba, bajo mi piel, silencioso, como si fuera una bestia que esperaba paciente para florecer.
Él se había ido

Yo me había quedado.

Él rompió contacto,

Yo sufrí su silencio.

Yo no iba a dejarme pisotear, nunca más, ya no era aquel niño inocente al que todos humillaban. Había cambiado, era mejor, no me iba con juegos.

Fui por mucho tiempo esclavo del amor. Esclavo de las personas y sus caprichos. Ahora estaba primero yo, segundo yo y tercero yo.

Me había vuelto egoísta, y ese era el maldito precio que tuve que pagar para mantener mi barco a flote. Sacrifique parte de mi alma y mi espíritu para ser quien era. Para demostrar ( y demostrarme) que yo  valía la pena.

Una noche un fantasma de mi pasado golpeó la puerta de mi despacho. Me había quedado hasta tarde escribiendo una crítica al gobierno que debía salir a primera hora del día siguiente. Ya la tenía lista, solo faltaban unas pocas correcciones cuándo dos golpecitos llamaron a mi despacho.

Dos golpecitos que serían los oráculo de un futuro no muy lejano. Anticipando con truenos la tormenta que se venía, los primeros brotes que anuncian la primavera.

—¡Adelante!- grité sin dejar de mirar la computadora- Ya casi lo termino y se lo doy- pensé que era mí editor.

— Thiago- el timbre de esa voz me erizó los pelos de la nuca. Recuerdos reprimidos chocaron entre sí en mi cabeza.

— fa... ¿Facundo?- levanté la vista con incredulidad. No podía estar frente mío, él formaba parte de mi pasado, del Thiago don nadie. Ese Thiago había muerto.

— si- respondió incómodo- sé que no te esperabas esto pero decidí venir a verte. Necesitaba hacerlo.

— no entiendo que haces acá- respondí frío- en este horario.

— un conocido trabaja acá y me dio tus horarios. Hace días quiero verte. Necesito hablar con vos- me suplicó lo último. Hice un gesto para que se sentara.

— te escucho- volví a la máquina, mi trabajo no se hace solo.

— yo, te pido disculpas por todo lo que hice. Sé que no es suficiente y no merezco ni que me mires. No sabía que hacer, tenía miedo, te vi a vos tan seguro y orgulloso de lo que eras. Me dio envidia y por eso hice lo que hice.

— te refieres a hacerme echar del hogar o los tres años de bullying que sufrí por tu "error"- se encogió de hombros.

— no sabía que ese vídeo tendría tanta repercusión- se defendió.

— es un pueblo chico, obvio que la tendría- trate de no mirarlo con odio pero no lo logré- también intentaste separarme de Santino, cuando él se fue- trate de que no se notara como me tembló la voz- tu pusiste en mi contra a su hermana.

— ¡estaba celoso!. Vos, ¡me gustabas!. No toleraba que él te tocara, ¡yo debía hacerlo y no podía!- confesó. Lo miré por un largo rato.

— ¿tu homofobia se debía a que eras gay y no te aceptabas?- pregunté enojado- ¡oh, pero que cosa somos los putos!- exclamé sarcástico- ¡tenías que pagar tu cobardía conmigo!, Decime... ¿Qué mierda tenía que ver yo con tus miedos a vos mismo?.

No contestó.

— por personas como tú, muchos valientes se quitan la vida o mueren. Nos matan Facundo, solo por vernos libres. ¡Somos humanos facundo, no animales ni bestias!.

— lo sé -murmuró- y me come la culpa. Vos no te lo merecías. Eras tan puro. Tan bueno. Quería acariciarte pero me salían insultos.

— ¿te casaste con ella?- la pregunta que mi alma gritaba era " ¿volvió?".

— No. Seguí tu ejemplo y salí del closet. Quedamos como amigos. Lo tomó bien. Ella está casada, tiene una nena, el marido se la llevó a Italia.

— no me importa la vida de esa gente- gruñí, era mentira pero eso ya no importaba. Sabía controlar mi corazón.

— él se casó - dijo adivinando mis pensamientos- no sé que fue de él después de eso.

— ya no me importa. ¿Ves?- señalé  a mi alrededor- esto soy y esto es todo lo que quiero ser. Santino eligió su camino, yo edifique el mío.

— ¿me preguntaba si algún día podríamos salir a comer?- preguntó tímido

— ¿qué?- no entendía.

— me gustaría recompensar todo lo que te hice.

—¿ saliendo conmigo?.

— dándote la vida que mereces- sonrió de lado- aún te amo. Si tú quieres podemos intentarlo, te haré feliz. Te daré todo lo que tengo.

— no- contesté seco-  la vida que merezco me la puedo conseguir yo, la felicidad me importa una mierda y no necesito nada de nadie.

— si él te pide volver correrías a sus brazos- me acusó dolido.

— no sabés nada de mí. Ya no soy él de antes. Ese Thiago tonto murió. Este es él nuevo Thiago, no necesita a un tipo detrás de él. No necesita depender emocionalmente de nadie. No necesita amor. Solo se necesita a él.

— ojalá nunca te arrepientas de esa elección. Sobre todo cuando estés viejo y solo.

— toda mi vida estuve solo- respondí molesto. Me sentía solo pero él no tenía porque saberlo.

— te deseo la felicidad Thiago, en especial más de lo que te quité. Ojalá elijas el camino correcto, que llegue alguien y te haga confiar de nuevo.

— Era el único camino que me quedaba- reconocí- me quitaron todo, vos y Santino. Los amé. Los amé con toda mi alma. Ya es tarde, muy tarde, ya no soy el que era.

Se fue con una sonrisa triste. Lo ví cruzar el umbral frío y rígido. Cuándo la puerta se cerró lloré. Lloré porque tenía razón, estaba solo y mi camino me traía más soledad. Lloré porque trajo con el fantasmas que quería enterrar. Grité silenciosamente. Después de tanto era el mismo, dolido, moribundo, pero el mismo chico soñador.

Podía enterrar el pasado cuándo quisiera, huir de él, pero una cosa era segura, el siempre me volvería a encontrar.