Thiago es un chico gay que es echado del orfanato donde vive al quedar descubierta su sexualidad por culpa de la traición de quién creía su gran amor, y debe afrontar solo los peligros del mundo.
Mientras lucha por sobrevivir el día a día, un chico...
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Mientras nuestra relación avanzaba, las poesías se escribían solas en mí viejo cuaderno.
Atardecer fugaz
Tus labios sobre los míos, Dejan al atardecer en el olvido, Tus labios sobre los míos, Dejan la realidad en un silencio dormido.
Me besaste aquella tarde, Intenté no perderme en tu encanto, No lo logré, Ya estaba perdido hace rato.
Acariciaste mi espalda, Con tus manos traviesas, Recorriendo por mi cuenta Fantasías y promesas. El dulce pecado golpeó mi puerta.
Y te fundiste en mí, Con un beso, Con un roce de labios torpes,
Te fundiste en mí, Me tomaste, Me reinaste, Me entregaste de tu vida una parte.
Fuimos uno, Mientras la suavidad de tus labios se fundió con la mía, Fuimos uno, Seres cósmicos en el vacío de la vida.
Tus manos torpes acariciaron mi rostro, Me entregué al desamparo, Deseoso de caer prisionero de tus brazos, Deseoso de ser la tierra de tu arado.
Fui consiente de mi inconsciencia, De las certezas de tus ojos, Del brillo peligroso Que deseaba hundirme en tus ríos cenagosos.
Me temblaban las piernas, Mi fortaleza estaba de huelga, Me colgué a tu cuerpo, Me ampare a tu viril espectro.
Aquel atardecer risueño, De besos y ensueños, Al amparo de tus labios, De las caricias de tus manos, Caí prisionero, De tu amor, Fuí tu esclavo Libre y adulador.
Atardecer fugaz, Cómplice de mi amor, Audaz compañero, Viste en tu arrebol Devorarme en sus te quiero.
