Thiago es un chico gay que es echado del orfanato donde vive al quedar descubierta su sexualidad por culpa de la traición de quién creía su gran amor, y debe afrontar solo los peligros del mundo.
Mientras lucha por sobrevivir el día a día, un chico...
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Querido Santino:
Ojalá te mueras, vos y esa maldita puta. Ambos son unos hijos de puta. Te creí mejor que eso, me equivoqué estaba claro.
Te aprovechaste de mi vulnerabilidad, de mi soledad y la ausencia de toda protección. Estaba solo Santino, solo y aún así jugaste conmigo. Eres el ser más despreciable del mundo. Jugar con una persona huérfana, una persona que te lo dio todo es caer bajo, incluso para vos.
Ojalá te valla mal en la vida y pagues con intereses añadidos todo lo que me hiciste. Me sentiré muy feliz cuando el dolor te consuma y no tengas otra opción que rogar la muerte. Yo pasé por eso, es justo que los hijos de puta como vos también lo pasen.
Debo admitir que tus mentiras eran muy convincentes, me las creí a todas sin darme cuenta la realidad. Sin entender que sucedía.
Fui un idiota al creerme tu promesa de regresar. Yo esperando como un idiota y vos cogiendo con esa zorra fácil que tenías en España. Debí sospecharlo, debí ver qué traías Ángeles en las manos y demonios en la cabeza.
Por personas como vos el mundo es un lugar aterrador. Por seres que se creen superiores y siempre buscan al más débil para dañarlo. Eso hiciste conmigo. Pero digo basta, hasta acá llegaste. Quizás jamás lograré vengarme, porque la vida es así, el pobre sufre y sufre, jamás tiene una oportunidad de vengarse. El hijo de puta en cambio vive la vida a pleno y nunca le pasa nada. El karma solo aplica al débil.
No voy a decir que no dolió, pero ten por seguro que no tanto como esperabas. Después de todo vos, facundo, mis padres y el resto del mundo son el mismo mal. Mi mismo tormento. Sé cómo superarlos, sé cómo combatirlos.
No les daré el privilegio de verme caer. Tendrás que celebrar tu juego sobre mi tumba. Pero ni muerto me rendiré, seguiré por la eternidad levantando la cabeza y demostrando quien soy en realidad.
No te necesito, ni a ti, ni a Dios, ni a nadie. Después de todo soy huérfano, hijo del vacío y el silencio. El hijo de nadie.
Estaré hundido en la miseria pero te aseguro que apenas tenga la oportunidad de levantarme lo haré. Iré por vos y te acabaré.
No creas que un huérfano no cobra venganza, lo hacemos porque no tenemos nada que perder.
Te arrancaré esa sonrisa del rostro y te haré recordar cómo te reíste de mi cuando te llamé y estabas en esa maldita fiesta. Te diré bebé como ella te lo dijo mientras te dejo sin nada.
