12 - Paso 7 (parte dos)

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Ok, ya no los podía mandar a comprar, ya tenía algo previsto pero siempre esperaba estar equivocado cuando se trataba de Fyodor. De verdad lo odiaba.

En fin, lo hecho hecho estaba, en este momento debía llevar a cabo la versión 2.0 porque a Dazai nunca se le toma desprevenido.

Lo malo, es que tanto podía salir muy bien como muy mal. Todo dependía de cómo lo tomarán los chicos y las probabilidades eran 50 y 50.

—Atsushi-kun, Akutagawa-kun, por favor denme el dinero, no confío en que Fyodor se vaya sin hacer nada, es mejor que se queden aquí y yo iré.

Dicho esto Akutagawa, quien traía el dinero, se lo dio a Dazai sin rechistar y los dos menores volvieron adentro.

Dazai necesitaba tiempo, y solo esperaba, de verdad esperaba, que ninguno de ellos abriera la boca después de lo que iba a hacer, primero la tienda.

{...}

—¡DAZAI BASTARDO E IDIOTA! ¡¿CÓMO ES QUE SE TE OCURRE SEMEJANTE ESTUPIDEZ IMBÉCIL?! —Gritaba Chūya al castaño después de que este le contara lo que había hecho.

Dando contexto, Dazai si fue por botanas y además trajo bebidas, las cuales tampoco había, y adivinen que. Las bebidas tenían alcohol.

Si, el brillante plan consistía en emborrachar a adolescentes.

Claro que lo tenía medianamente controlado, ya que había unos que eran menores de catorce había comprado bebidas solo para ellos y que no bebieran una gota de alcohol (esperaba).

Y si, no se habían dado cuenta de que las bebidas estaban adulteradas y se las habían tomado. Al estar borrachos y no saber porque solo había una cosa por hacer: seguir tomando su refresco sin saber porque los emborrachaba.

Chūya ya era medianamente experto para darse cuenta de cuando algo contenía alcohol, por eso no había tomado nada sin antes asegurarse y se había llevado a Dazai afuera de la casa porque sabía que estaba involucrado.

Volviendo, ya había pasado bastante tiempo desde eso. Todos estaban algo sonrojados de los mayores, y los menores ya se habían ido a casa al ver qué algo raro pasaba en esa fiesta. Eran jóvenes pero usaban su cerebro.

Chūya estaba de verdad preocupado, todos podían ir a la cárcel por las estupideces de Dazai en su "misión" de juntar a los dos menores que lo admiraban tanto. Obviamente la mayoría ya debería haber probado alcohol, puede que en una sidra o por pura curiosidad de probar una bebida alcohólica pero estarse emborrachando en esos momentos no era para nada ideal.

Una vez dicho esto, la escena de sus amigos borrachos daba miedo. Los Tanizaki estaban cerca, demasiado cerca se podría decir y era mejor que se consiguiera un cuarto pronto. Quién se veía más lúcido era Tachihara pero el pelirrojo parecía a punto de dormir y caer en el piso en cualquier segundo. Higuchi había perdido la conciencia con su cámara hace un rato, estaba acostada en un sofá grande y cómodo. Kyōka, Lucy, Kenji, Gin y Yumeno no estaban ya, por esa razón los únicos que quedaban eran Atsushi y Akutagawa.

Creo que todo apunta a que esto irá algo mal.

Atsushi y Akutagawa intentaban subir la escalera en una especie de competencia por ver quién llegaba al segundo piso primero. Al estar borrachos nótese que ni podían caminar bien y ya querían subir escaleras. Se tropezaba y a duras penas se agarraban del barandal, parecía costarles ver dónde pisar el siguiente escalón y constantemente se recargaban en el otro lo cual había que los estuvieran muy cerca de caer escaleras abajo en cualquier segundo.

Chūya sentía que el mundo se le venía encima por las estupideces de su novio. Ya veía venir como esos dos se caerían y habría un fuerte accidente porque estaban bastante alto, tendría que llevarlos al hospital o llame una ambulancia y se darían cuenta del gran consumo de alcohol previo y no podía ni imaginarse lo malo que les iría en cualquiera de esos casos.

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