Dazai estaba como de costumbre durmiendo en la clase del profesor Kunikida, parecía que el en vez de oxígeno lo que necesitaba para vivir era molestarlo, lo que si fuera verdad haría mucho más difícil su deseo, siendo el profesor más estricto, el cual no perdona, se vuelve loco cuando alguien lo desobedece y el único que se atreve a hacerlo es Dazai.
La clase de matemáticas era la última antes de la hora del almuerzo, por lo tanto lo único que esperaba en ese momento era el final de la clase.
Dazai solía pasar más tiempo durmiendo y viendo a su novio Chūya al otro extremo del salón en vez de trabajar, igual no lo necesitaba, realmente no hacía nada en clase, ya que el examen siempre lo aprobaba de forma sobresaliente. Más la opción de tirarse por la ventana se veía más tentadora cada segundo, el era un suicida, pero no sé tiraba de ahí por dos razones.
Uno, porque no creía estar a suficiente altura para morir de inmediato y que no se sintiera dolor alguno.
Dos, porque Chūya le había pedido muy expresamente que mientras el estuviera presente no lo intentara.
Por fin, después de lo que le pareció un eternidad, el timbre sonó, todo el mundo salió de sus aulas y se dirigió al comedor.
Dazai veía como todos iban hacia sus mesas, entre esas estaba la mesa donde Chūya se sentaba, en la cual estaba Akutagawa, no le hizo falta voltear para saber que lo miraba con admiración y luego se volteaba hacía Atsushi y lo miraba con odio.
En su mesa todo transcurría normal, bueno casi.
Una niña se les había unido, era de primer año y todos parecían cómodos con ella, tenía ojos azules y cabello negro, era una persona nueva de la cual no le hablaron antes de unirla. Su nombre era Kyoka y ni siquiera le prestaban atención a el.
Le dio justo en su ego.
Durante un tiempo puso una cara de malhumorado, pero al ver qué nadie le hacía caso dejo de hacerlo.
Atsushi se paró para ir al baño, luego vio que Akutagawa también se paraba.
Solo faltaba que hubiera un cartel grande encima de ellos que dijera "desastre".
Se temió lo peor, lo cuál era empezar su show en medio del comedor y el no estaba de ánimos como para que se pusieran a pelear y el los tuviera que parar.
No, mejor solo los dejaba pelear.
Con eso en mente, le sorprendió un poco que ambos pasaron del otro, al parecer Akutagawa simplemente se dirigió a la barra de alimentos y Atsushi fue directo al baño, ambos pasaron al lado del otro, no se miraron, no se gritaron, no se pelearon, se ignoraron completamente.
Literalmente todo el comedor está atónito, muchos no creían lo que veían.
Todo el mundo(menos los de primero) ya estaban acostumbrados a los gritos y peleas de esos dos, lo que no se esperaron nunca es que pudieran estar a menos de tres metros de distancia sin una pelea a menos que Dazai estuviera en medio.
Las neuronas de Dazai hicieron clic.
¿Oyeron eso? Si, yo también lo oí. El sonido del desastre por venir.
Con una idea no tan vaga, y con lo que acababa de ver, no tan imposible, se llevó a Ranpo arrastrándolo por el comedor a el salón más cercano que encontró para ver qué tan probable o exitosa sería su idea.
—Ranpo, ¿Si viste lo que pasará?
—¿Eh? No me interesa —dijo sacando una bolsa de papitas de quién sabe dónde.
—No te hagas, usa tu ultradeducción~
—¿Para que?
—Como que para que, pues necesito comprobar algo del gran prodigio de la última generación de la escuela, el gran y mejor detective de todos, Edogawa Ranpo~
El no era un detective, solo tenía un trabajo de medio tiempo como asistente del director Fukuzawa, se la pasaba con los alumnos, y si el aún siguiera como estudiante el sería más famoso de Dazai. Ranpo era más listo pero realmente casi no le importan los demás, sin embargo, al alabarlo dio justo en el clavo.
Se puso sus lentes, lo medito unos segundos y luego dijo:
—Si, tu idea es posible, pero no mientras solo sean ellos, necesitan ayuda.
—Perfecto,¿Primero adentro o afuera?
—Ambos
—¿Largo o corto plazo?
—Largo
—¿Y la ya sabes que?
—Tardara igual
—¿Y el paso final?
—...
Ranpo no contesto.
—¿Que pasa?—pregunto extrañado Dazai.
—¿Ranpo?...—No puedo ver tan lejos, al menos no un final concreto, pero si es lo que creo será mejor que no hagas nada Dazai.
—No importa—dijo Dazai con una sonrisa—ya lo descubriré yo mismo, ahora, si no te importa tengo que hacer unos preparativos.
Dicho eso se fue saltando como caperucita a la oficina del director.
Ranpo se quedó en ese salón hasta que sonó el timbre, el profesor que daba la respectiva clase lo corrió y el día siguió su curso normal.
Bueno casi, si después de los eventos ocurridos podía haber una continuidad "normal" y no fuera a explotar el mundo o algo así.
Akutagawa y Atsushi habían respirado el mismo aire y no se habían peleado, en definitiva era algo memorable.
Dazai no se había presentado en todas las clases después del almuerzo, lo que era raro, ya que todo el mundo sabía que aunque siempre faltaba el respeto a los maestros y casi siempre dormía, al menos se dignaba a entrar a todas las clases del día.
Lo que nadie, más que Ranpo, sabía era que el joven suicida había estado todo el día negociando con el director Fukuzawa sobre "asuntos escolares" que realmente solo eran un preparativo para llevar a cabo su plan.
Claro que el director sabía que alas intenciones de su alumno eran otras, pero, ¿Que era lo peor que podía pasar? De todos modos, solo era juntar algunas clases de los alumnos de tercero de secundaria y primer semestre de preparatoria.
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Hola
Este es el primer capítulo de esta novela(?No se cómo decirle 😩😭👊
Cómo sea, en fin, estaré subiendo capítulos cuando pueda, si ven algún error ortográfico agradecería que me corrigieran.
Aquí como que no se, Dazai está un poco más maduro? O no se, es que no siento haber captado del todo su esencia. En fin.
Las críticas constructivas son aceptadas y muchas gracias por leer este intento de lo que sea esto.
Adiós!
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El Plan |•| Shin Soukoku |•|
FanfictionAkutagawa y Atsushi estudian en la misma escuela, se conocen desde hace poco, pero se odian como si así hubiera sido toda su vida. Los dos compiten por la atención de Dazai, el genio de la última generación el cual ambos admiran mucho. Dazai, cansad...