Lo que restaba del mes de Noviembre y Diciembre hasta el receso por las festividades de la época habían pasado en un dos por tres, y antes de que se dieran cuenta ya era Enero y estaban de vuelta en sus salones de clases con miles de tareas y actividades nuevas. Los maestros no eran piadosos con ellos por ser inicios de año, en especial el profesor Kunikida. Se acercaban los exámenes finales dentro de dos meses, los cuales cabe decir que eran básicamente todo o nada para estos alumnos que iban a terminar el curso.
La mayor presión estaba en los estudiantes de último año de secundaria y preparatoria.
Esos exámenes eran todo o nada. Debían pasar porque debían pasar. Para unos era su pase al siguiente nivel de estudios por el que empezarían a decidir su futuro, para otros era su carrera universitaria que determinaría su vida entera. Bueno, ya se imagina la gran presión.
Por sorprendente que pareciera, incluso Dazai estaba empezando a entregar una que otra tarea, menos al profesor Kunikida claro. Chūya ya casi no tenía tiempo para sus deportes y siempre estaba ocupado, Akutagawa estaba más irritable que nunca. Si bien aunque ellos eran de niveles superiores, los más afectados eran Naomi, Tachihara, Higuhi, Lucy y Atsushi.
Naomi se ponía grosera con todos cuando la molestaban, incluso con su hermano. Higuchi dejo de estar todo el tiempo pegada a Akutagawa por tener que entregar mil tareas. Tachihara parecía desaparecerse por asistir tutorías y ayudas extra. Atsushi parecía estar bien a simple vista pero cuando alguien se acerca se veía al borde del llanto.
También estaba Poe, por lo poco que les lograba contar Ranpo, el cual parecía ser su persona favorita, incluso le pedía estar solo. Aún así, Ranpo se sentía ignorado, todos concentrados en los exámenes y nadie con quien hablar ni que le hicieran las cosas. Odiaba los exámenes finales que lo dejaban sin personas que le hicieran lo que pedía.
Y solo era Enero.
Un día de los cuales en los almuerzos todos llevaban libros, Akutagawa levanto la mirada de su libro de Aritmética y miro alrededor. En todas las mesas los alumnos platicaban poco y muchos tenían libretas con apuntes o libros de ciertas materias. No faltaba uno que otro que parecía a punto de hacer un escándalo por la frustración.
Su mesa no estaba muy alejada de eso. Chūya repasaba y hacia ejercicios de comprensión de lengua japonesa, Dazai descaradamente miraba y corregía lo que le salía mal. Todos sus amigos estaban muy callados. Lo que más se notaba era sus amigos un año menores que él. El sabía lo horrible que se sentía ese año y la gran presión por querer pasar y poder seguir en la escuela. Incluso podía ver las auras apagadas y de pesadumbre que estaban a su alrededor.
Lo que más le dolió fue ver a Atsushi, el chico que hacía latir su corazón muy rápido y que hacía sentir que se moría por ver un ángel, ahora tenía ojeras, poco notables pero ahí estaban y en los próximos meses se harían más grandes, parecía muy tenso y no sonreía, solo comía en silencio y su mirada pasaba de verso en verso en su libro de ciencias.
No creía que el albino pudiera aguantar dos meses más de eso, tampoco creía ser el mismo capaz de aguantar dos meses viendo su cara apagarse más y más hasta que todo terminara. Después de eso tampoco se iría toda la presión si no hasta que les dieran sus calificaciones finales.
Por supuesto, Dazai no paso por alto la mirada de Akutagawa clavada en el albino un buen rato hasta volver a su libro.
Se podía hacer un tiempo en su agenda para ejecutar el paso que llevaba tanto tiempo esperando que se hiciera realidad.
{...}
Lo que parecía estar a años luz de distancia, pero que de hecho solo fue a fin de mes, por fin había llegado. Un fin de semana sin más que una tarea.
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El Plan |•| Shin Soukoku |•|
FanfictionAkutagawa y Atsushi estudian en la misma escuela, se conocen desde hace poco, pero se odian como si así hubiera sido toda su vida. Los dos compiten por la atención de Dazai, el genio de la última generación el cual ambos admiran mucho. Dazai, cansad...