¿Se puede confiar en alguien?

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-Yo propongo que se realice una investigación a fondo con cada uno de los miembros presentes, además de que me gustaría utilizar lo que queda del armamento para volar el campo de protección, ya que no se puede desbloquear por las buenas deberíamos poder hacerlo por las malas.-

Uno de los líderes de mayor estatus habló, era muy obvio que estaba algo asustado pero su tono de voz había sido lo suficientemente fuerte y seguro como para recibir algunos apoyos por parte del resto.

-¿Son idiotas acaso?- Clauden no se veía de un humor tan agradable, desde que Tania entró pudo notar que la joven pasaba de ser un lindo ser sonriente a uno con cara de pocos amigos y muecas de disgusto. En esos momentos incluso parecía una réplica femenina de su prometido parado junto a ella. 

"La pregunta sobra, creí que eso había quedado confirmado desde hace varios minutos"

A Tania le hubiese encantado decir eso en voz alta pero en su condición actual no estaba muy segura de poder hablar sin tartamudear o gemir por el dolor, así que optó por permanecer quieta y en silencio como todos los demás, algo inusual en ella.

-Si explotamos esa cosa desde dentro vamos a terminar carbonizados nosotros igual, como el sistema fue bloqueado, hackeado y le hicieron de todo, estamos retenidos en esta ala de la base.- Continuó Clauden con un tono más calmo. -El armamento que tenemos son, en su mayoría, explosivos de gran alcance, podríamos volar la esfera sin problemas pero con nosotros adentro todo terminaría mal. No podemos activar campos de protección, no hay lugar donde refugiarse y tampoco podemos contactar con el exterior, explotar algo con nosotros presentes es lo más tonto que se puede hacer en un momento así.-

-Concuerdo con lady Lerean.- R sobresaltó a Tania cuando dio un paso al frente y atrajo todas las miradas. -Además de que la investigación podría no dar frutos, sabemos que hay un traidor presente, incluso ahora debe de estar escuchando, desconocemos sus motivos para hacer todo esto pero puedo afirmar que busca o quiere algo en particular, de otro modo nos habría erradicado desde antes en vez de darnos tiempo para recuperarnos parcialmente.-

Una vez más Tania deseó burlarse y decir algo pero se calló. ¿Parcialmente? Sí, ellos eran los que se habían llegado a recuperar de forma parcial, Minerva incluso, pero por alguna extraña razón los intestinos de ella seguían, en vez de mejorar, empeorando. 

Era como si su cuerpo absorbiera cada cierto tiempo aquella droga, de otro modo no podía comprender el porque su poder de sanación se mantenía activo todo el rato reparando el daño interior y gastando la poca energía que lograba adquirir.

-¿Qué proponen entonces?- Una mujer de edad avanzada habló a la par que balanceaba entre sus manos un pequeño cuchillo con empuñadura negra. -Si no aceptan ideas al menos espero que propongan algunas.-

-Yo tengo una.- Dahana alzó la mano y Tania desvió de inmediato la vista.

Desde el amanecer, cuando ambas se despertaron, dejaron de intercambiar palabras, Tania preparó el desayuno pero cuando lo llevó a la habitación Dahana ya no estaba ahí, la buscó, intentó conversar con ella en al menos tres ocasiones, pero la joven que antes se alegraba al verla ahora la evitaba. Si Dahana ya no se sentía bien a su lado entonces no iba a seguir atormentándola, dejó las cosas ser y no persistió en seguirla.

-Por favor compártala con todos lady Suredal.-

-En vez de querer hacer volar el campo desde aquí, ¿Por qué no mejor nos concentramos en destruir las puertas al interior? Si logramos ingresar al resto de la base podemos desbloquear el campo o demolerlo sin miedo a salir lastimados.-

-¿Y cómo se supone que volemos las puertas que dan al interior si todos los explosivos que tenemos son tan potentes como para demoler esta parte de la base hasta reducirla a un montón de cenizas?-

-¡Cállense y déjenla hablar!- Clauden pegó un manotazo en la mesa y luego de ver que había resultado como quería volvió a sentarse. -Continúa Didy.-

Dahana asintió con la cabeza, luego de la pequeña charla con Clauden había cambiado de perspectiva y decidió que si no había una solución para salvarlos a todos, entonces ella se encargaría de hacer una.

-Durante las conferencias de intercambio las armas de fuego individuales como pistolas y  metralletas son mal vistas si las porta un líder, ya que podría pasar algo como lo que nos pasó, que se usen en contra de los aliados, así que su uso aquí es limitado y restringido. Pero aún así estoy segura de que todos guardan al menos una buena arma de alto calibre en sus habitaciones asignadas, de ser así podemos abrir fuego contra las puertas bloqueadas, son resistentes, sí, pero no impenetrables. Quizá agotemos todas las municiones pero, volando la puerta que conecta al pasillo principal podremos salir.-

Los presentes guardaron silencio por mucho tiempo, tanto que Dahana creyó que ignorarían su propuesta solo para pasar a pelear de nuevo y buscar nuevas soluciones alternas que quizá fueran más seguras y efectivas.

-Lady Suredal, con todo el respeto del mundo...- La misma mujer del cuchillo habló en un ronroneo. -¿Cree acaso que con treinta, y eso con surte, armas de fuego podremos volar una puerta de seguridad máxima aprueba de balas? Es una estupidez.-

-No si las armas con las que contamos son más.- Dahana apretó las manos en puños, no podía comprometer a Tania pero en ese momento era cuando más necesitaba de su poder, la armera parecía haberse recuperado y de ser así podría generar el armamento necesario para llevar acabo su plan.

Clauden pareció leerle el pensamiento ya que asintió de inmediato.

-Tania...-

-Sí.- Dahana miró una vez más a la mujer que seguía sin dejar de jugar con su arma. -Las puertas aprueba de balas resisten, más las de nuestras organizaciones, pero después de un ataque masivo, como todo, terminan cediendo.-

-Bien, si es así, dígame lady Suredal...- La mujer le apuntó con su cuchillo y le sonrió de medio lado, parecía que se estaba burlando de ella. -¿De dónde piensa sacar tantas armas? No por ser asesinos hacemos milagros, nuestras armas y sus municiones son limitadas, además de que desperdiciarlas solo por el primer plan no creo que sea lo correcto. ¿Qué pasa si no funciona? ¿Qué pasa si las armas no rompen la puerta?-

-Entonces seguiremos encerrados.-

Clauden se cubrió la boca con el dorso de la mano para ahogar su risa.

-No se juega con esto lady Suredal, usted como niña no debería participar en esto, ni siquiera debería ser quien dirija la UESI.-

-¿Le parece que juego lady Maaya?- Dahana se recargó en el respaldo de su asiento y alzó una ceja. -Hablo muy enserio.-

-Entonces responda... ¿De donde planea sacar tantas armas?-

Dahana giró lentamente para ver a Tania, pero cuando sus ojos encontraron el lugar en el que debía de permanecer parada este estaba vacío.

ND Secretos de medianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora