-¿No te hartas de esto?- Minerva lanzó al demonio su saco de comida y volvió a recurrir a sus espolones.
-Hoy no vengo por ti.- Az miró de mala manera a Tania. -¿Vas a seguir fingiendo? ¿Igual vas a engañarlas a ellas?-
Dahana y Minerva también miraron a Tania algo confundidas, la joven se cruzó de piernas, recargó su cabeza sobre su mano izquierda y sonrió de medio lado.
-¡Te estoy hablando!- Gritó Az molesto.
Tania suspiró antes de abrir la boca y hablar.
-Pues yo no tengo interés en hablar contigo, y fíjate que no engañé a nadie más que a ti, esa albina que vez ahí...- Señaló a Minerva quien parecía estar en trance. -Me dio comida, comida es igual a energía, energía... Me da poder. ¿Así funciona esto, no?-
-¡Imposible! Yo...Yo... Te arranqué la lengua.-
-Y los ojos.- Tania abrió sus párpados mostrando dos nuevos orbes, el iris seguía siendo morado, ella aún estaba enojada, aunque con tanto en juego era difícil saber con exactitud que la había puesto así.
-¡Imposible!-
-Ya has dicho eso dos veces...- Tania se frotó uno de sus ojos. -¿No sabes más palabras?-
-¡Imposible! ¡Ella me dijo... Me dijo...!-
-¿Qué?- Tania sonrió. -¿Que no puedo regenerar órganos? ¿Qué solo curo heridas superficiales por medio de contacto directo? Bueno, eso era antes, los dones evolucionan, ya sea por las buenas o por las malas.-
Az estaba incrédulo y parecía temblar, aún así su voz seguía siendo firme, aunque poco a poco comenzó a teñirse de miedo y desesperación.
-¡Mientes!-
-Como sea, cree lo que quieras.- Tania se levantó tambaleándose y luego se acercó a Az quien retrocedió. -Solo te dejé hacerme lo que me hiciste porque me lo merecía, o más o menos, ya igual no tenía tanta energía, ahora que ambos estamos al 50%... ¿Quieres una revancha?-
El cuerpo de Az se paralizó al instante, no era tonto, sabía muy bien hasta donde llegaban sus capacidades y fuerza, no era tan arrogante como para medirse contra la fuerza misma, su segunda lady le había advertido del poder que aquella mujer delante de él, ella lo había visto con sus propios ojos y le temía hasta cierto punto, lady C igual mencionó algo acerca del potencial destructivo de Tania. Aunque quisiera ganar ese juego ya estaba perdido.
Quería gritar que no, que no quería una revancha pero no hubo palabras que abandonaran su boca, y cuando finalmente creyó poder hablar un puño cerrado se estampó contra su mandíbula haciendo que todos sus dientes crujieran.
-Ese...- Tania lo observó tambalearse y caer. -Es por drogar la comida de todos, este...-
Otro puñetazo.
-Es por Dahana, por Minerva...- Otro más y otro. -Por R, Clauden, el grinch de Clauden...-
Az se hizo un capullo, cubría su cara morada con sus manos pero no era suficiente, los golpes de Tania eran como la lluvia, no iban a cesar hasta que hubiera sacado todo lo que llevaba dentro.
-Por lord Tanya, por Dashira, igual por Raiden... Y también...- El último puñetazo fue uno de los más fuertes de todo. -¡Por mi!-
-¡Faltó por tus ojos y tu lengua!- Animó Minerva desde su lugar.
-Pero ya no quiero ensuciar más mis manos con sangre que no vale la pena.- Tania ató al hombre con una soga que había sacado de la nada, luego de atarlo bien le hizo un gesto a sus dos compañeras para que le siguieran a la superficie.
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ND Secretos de medianoche
RomanceLa conferencia de líderes asesinos se lleva acabo una vez al año en distintos países con el fin de intercambiar información, pasar reportes, y estar al tanto de lo ocurrido con las demás organizaciones durante el transcurso del año anterior. Dahana...