El lobo del Zoo ~Riumba~

22~ Futuro Cercano

Narrador Omnisciente:

El peli-azul llevaba algo de tiempo entrenando para aquel enfrentamiento al que lo habían elegido, por lo que esos días había estado bastante serio, pero siempre intentaba darle alfombra de atención a su albino.

Faltaba una semana para la pelea, allí fue cuando el más bajo notó algo extraño en su contrario, se rascaba bastante seguido detrás de las orejas y tenía algunos piquetes un tanto distintivos en los brazos y la espalda.

Rius: -Timba, ven aquí, quiero asegurarme de algo...

Timba: -¿Qué cosa? *Preguntó acercándose*.

Rius: -Siéntate en el sillón, yo solo quiero revisar tu cabello.

El peli-azul obedeció y se sentó en el sillón, el peli-blanco revisó detrás de sus orejas y encontró algo que no le emocionó en absoluto.

Rius: -... Tienes pulgas.

Timba: *Apenas escuchar eso sabía lo que pasaría* -No.

Rius: -Timba, la última vez no te salvaste y ahora tampoco, ahora ve al jardín.

Timba: -No me gusta que tu me estés bañando con ese shampoo para perros, esa cosa arde si te entra en los ojos.

Rius: -Tu eres el único que no cierra los ojos cuando te echó ese shampoo, ahora ve al jardín para que te bañe.

Timba: -Puedo bañarme solo Rius.

Rius: -Pero ese shampoo debes usarlo en tu forma animal, por eso te bañe yo la última vez que tuviste pulgas.

Timba: *Suspiro pesadamente y se levantó para ir al jardín, allí tomó su forma animal y se sentó a lado de la manguera*.

Rius: *Tardó un poco en llegar, ya que se cambió la ropa que tenía por un short negro y una camiseta amarilla para estar más cómodo* -Espero que está vez no me lo hagas tan difícil.

Se sentó enfrente del de pelaje azul y tomó la manguera, presionó el gatillo para que está empezará a disparar agua.

Mojo lo mejor posible a su contrario, el cuál se resignó al baño, cuando estuvo bien mojado tomó la botella del shampoo en sus manos y le echó un poco en la cabeza y en el cuerpo.

Dejó la botella a un lado y empezó a regar la mezcla por el cuerpo del oji-gris haciendo espuma poco a poco, todo iba bien hasta que comenzó a lavar la cola del peli-azul, la movía a manera que está se le solía escapar, esa era su batalla desde la primera vez que lo baño.

Después de unos 20 minutos terminó de limpiar al chico, este se sacudió para secarse salpicandole agua al albino.

Rius: -Ya está, ya no tendrás problemas con las pulgas por un tiempo, *Dijo un poco molesto ya que Timba lo había salpicado al sacudirse*.

Narra Rius:

Hace unos minutos de que bañe a Timba, decidí ducharme yo también, cuando salí y me cambié encontré a Timba tirado en el jardín bajo el sol para secarse, he notado que le gusta asoliarse.

No le he dicho nada, pero he estado preocupado por su enfrentamiento, me gustaría que no lo hubieran seleccionado, ya que él decidió pelear solo para que lo nuestro sea posible.

Siempre nos han criticado, en el pueblo por ser semi animales, aunque ninguno de nosotros le haya el sentido y aquí en el bosque tenemos prohibido estar juntos, pero nos da igual desde que nos conocimos.

Solo queremos una vida tranquila juntos, y él está haciendo lo imposible para que podamos, pero tengo un mal presentimiento de que peleé contra Francisco, ese tipo no tiene corazón.