El lobo del Zoo ~Riumba~

8~ Está Prohibido

Narrador Omnisciente:

El peli-azul se pasó el resto del invierno con su grupo de amigos, los cuales en algunas ocasiones molestaban al chico con sus hábitos enseñados con los compañeros del albino.

Para el pesar del oji-gris, había roto su promesa, al estar en la naturaleza y con sus compañeros que también necesitaban alimento, volvió a cazar con tal de ayudarlos, simplemente volvió a tener su instinto sobreprotector y de líder.

Cuando terminó el invierno el albino volvió a la casa con bastante alegría y cómo todos los años, algunos regalos para sus amigos, aunque no sé esperaba que el oji-plata no estuviera presente.

Rius: -Eeh, chicos, ¿Dónde está Timba? *Preguntó un poco confundido, ya que sabía que él chico solía salir a pasear, pero ya habían pasado horas desde su regreso y el peli-azul no había llegado a saludar*.

Sparta: -Tarde o temprano tenían que decirle *Dijo viendo de reojo al semi reptil y al rubio*.

Rius: -¿Decirme qué?... No ne digan que lo echaron de la casa.

Mike: -No... Nosotros fuimos a comprar unas cosas a la ciudad y...

Raptor: -U-un lobo lo atacó, algo extraño voló en el cielo y cuando volvimos a ver él y el lobo ya no estaban.

Ambos se explicaron con bastante nerviosismo y algo de arrepentimiento. Pero el albino sólo pidió indicaciones del lugar dónde estaban cuando eso sucedió, una vez con la información necesaria salió de la casa a buscarlo, pero ni así lo encontró.

La noche llegó antes de lo esperado, y el albino volvió a casa con una mirada seria y desanimada, no les dirigió la palabra a sus amigos por el resto de la noche.

(¯'·.¸¸.·´¯'·.¸¸.->Al día siguiente<-.¸¸.·´¯'·.¸¸.·´¯)

El semi pollo se levantó con cierta pesadez esa mañana, no había dormido bien y la única razón por la que se levantó fue porque estaban tocando la puerta y ninguno de sus amigos se había levantado aún.

Con desánimo fue a abrir, solo para encontrarse con aquel peli-azul que tanto deseaba ver desde su regreso, pero este regreso con mirada arrepentida, orejas caídas, varias heridas y estaba sentado en el suelo a manera de verse inferior, ya que el albino tenía que mirar hacia abajo para verlo.

Rius: -No estés así... Mejor levántate y dame un abrazo, *Pidió mientras se agachaba a la altura del chico*.

De inmediato el más alto lo abrazo, haciendo que ambos cayeran al suelo, el de cabello azul lo abrazaba por la cintura mientras escondía su rostro en el pecho del chico, parecía bastante tierno aquel reencuentro, hasta que el heterocrómatico sintió húmedo su pecho, el mayor estaba llorando.

Rius: -¿Qué sucede?... ¿Te duelen las heridas que tienes? Si es eso puedo ayudarte a curarlas.

Timba: -... N-no es eso... *Habló con pequeños sollozos* -M-me hiciste mucha falta... Pensé que ya no volverías...

Rius: -Ya, tranquilo, claro que iba a volver, no los dejaría ni a ti ni a mis amigos por nada. *Dijo y tomó las mejillas del mayor haciendo que lo viera y empezó a secar sus lágrimas con las yemas de sus dedos* -¿Dónde estuviste todo este tiempo?.

Timba: -Encontré a mis amigos... O mejor dicho ellos me encontraron.

Trollino: -Si, si, que bonito, ahora quitate de encima de él o te arrancó las orejas. *Habló desde las escaleras con un semblante serio*.

El oji-gris obedeció de inmediato, se levantó y tomó distancia del albino, pero poseía una mirada seria.

Pasaron los minutos y el resto del grupo despertó y bajó a la primera planta dispuestos a desayunar, nadie preguntó por cómo era que seguía vivo el chico, sus heridas y ropa algo rota daban a entender que había peleado y escapado, aunque el peli-azul sabía claramente que esa no era la realidad.