El lobo del Zoo ~Riumba~

30~ Diferencias

Narrador Omnisciente:

El tiempo pasa rápido... Ya había pasado otro largo mes y estaba comenzando el otoño, algo que no emocionaba al peli-azul porque su pareja tendría que irse en invierno nuevamente, pero está noche... Un anunció por parte de su amado podría o alegrarlo o preocuparlo.

Era mediodía, hacia bastante viento, y el mayor se encontraba cómo siempre, en su oficina organizando ciertas cosas, la única razón por la que no estaba con el albino, era porque el antes mencionado había ido a visitar a su hija, ya que no la veía desde el día de la boda.

Por la misma actitud cambiante que tenía el más bajo, solía ponerse algo grosero y molesto sin razón con el de cabellos azules, por lo que este último también guardaba su distancia, estaba preocupado por la actitud de su chico, pero por momentos él también se sentía dolido, algunas palabras o frases que decía el albino le traían malos recuerdos.

Betoffy: -Mariscal, alguien viene a verlo, ¿Desea hablar con él o posponer el encuentro?.

Timba: -Déjalo pasar, no estoy haciendo algo muy importante, *Dijo con sinceridad, realmente estaba ocupado perdiéndose en sus pensamientos*.

Por la puerta entró alguien que realmente no sé esperaba, un hombre de cabellos negros y ojos celestes brillantes.

No pudo evitar sentirse intimidado, se levantó repentinamente de la silla y tomó algo de distancia, sus orejas hacia atrás demostraban que estaba alerta.

Timba: -¿Qué haces aquí?... *Preguntó con seriedad*.

Trollino: -Pensé que me recibirias de mejor manera, ¿No se supone que somos amigos? *Dijo con una ceja levantada y una sonrisa ladeada*.

Timba: -Nosotros nunca fuimos amigos, siempre me viste cómo una amenaza y me trataste cómo una porquería.

Trollino: -¿Y acaso no lo eres? *Preguntó con algo de sarcasmo* -Tranquilo Timba, solo vengo a felicitar al recién casado... *Dijo acercándose lentamente*.

Timba: -Dejate de estupideces, dime la verdadera razón de tu visita. *Dijo con un pequeño gruñido al final*.

Trollino: *Suspiro y miró al chico con los brazos cruzados* -Hace tiempo he visto a Rius con nuestros amigos, y antes de que te molestes, déjame decirte que yo no me reuno con ellos cuando está tu parejita.

Timba: -Ve al grano... *Pidió sin mucho interés de escucharlo*.

Trollino: -Solo mira la actitud de Rius, a cambiado demasiado y creo que eso es por tu culpa, seguro ya lo tienes arto o se arrepiente de haberse casado contigo... Si en serio amas a Rius buscarás una solución para que vuelva a ser el de antes... *Dicho esto salió del lugar*.

Solo logró dejar con dudas y preocupaciones al peli-azul, su cabeza estaba llena de preguntas y afirmaciones negativas, las dudas se repetían una y otra vez, al punto que por la preocupación le estaba costando respirar, se sentía mareado y su vista se nubló hasta que ya no pudo resistir y cayó inconsciente.

Su asistente lo encontró tirado en el suelo unos minutos después de su colapso, con ayuda de unos guardias lo llevaron a su habitación, el rumor no tardó en difundirse en el bosque, pero aún no llegaba a oídos del albino.

En un gran lapso de tiempo en que el oji-gris estuvo inconsciente solo se seguían repitiendo las preguntas y algunas empeoraban, “¿Se arrepiente de estar conmigo?”, “¿Será que no quería casarse realmente?”, “¿Es mi culpa que este así?”, “¿O será que él... Y-ya no me quiere?”.

Despertó con las mejillas húmedas unas 2 horas después de haberse desmayado, era evidente que incluso dormido había llorado.

Alex: -Papá... *Entró a la habitación y se sentó a su lado, él llegó apenas se enteró del colapso de su cuidador* -¿Te encuentras bien?...