36~ Buenas Noches

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Narrador Omnisciente:

Pasaron solamente 2 días y el albino estaba sintiéndose mal, el peli-azul le explicó que era por haberlo marcado, así que era normal que le dieran dolores de cabeza o hasta fiebre al principio.

Así que el peli-azul estuvo encargándose por completo de los pequeños, se encargaba de que comieran bien, que no enfermaran, que durmieran su tiempo correspondiente, que tuvieran higiene y aprovechaba a salir a jugar con ellos cuando estaban aburridos.

Aunque no los sacaba mucho tiempo, ya que la mujer peli-celeste solía llegar a intentar llamar su atención, así que por momentos era incómodo, pero ese día, hubiera deseado encontrarse con su madre a encontrarse con quién le esperaba.

Timba: -Bien, Thiago ya está durmiendo, Ryan se está duchando, y ya le llevé a Rius su cena...

Betoffy: -Mariscal... Alguien viene a verlo.

Timba: *Lo miró un poco confundido y luego asintió con la cabeza* -De acuerdo, déjalo pasar.

Su asistente se retiró y luego llegó un chico de cabello negro.

Timba: (Me cago en...) -Hola Trollino...

Trollino: -Ehm... Hola Timba, sé que no nos llevamos bien, pero Rius estaba hablando con Mike por teléfono y escuche cómo si estuviera enfermo, así que venía a verlo. *Habló un poco apenado*.

Timba: -Pues si, tiene un poco de fiebre y dolor de cabeza, así que mejor no lo molestes, acabo de llevarle algo de comer.

Trollino: -¿Puedo verlo?, prometo no acercarme mucho...

Timba: *Levantó una ceja y miró algo extrañado al azabache* -¿Desde cuándo eres tan respetuoso conmigo?.

Trollino: -Creeme que no me agradas, pero hace poco Mike me confesó que tu y Rius ya habían empezado una familia, sí Rius a llegado a este punto contigo es porque sabe que eres de confianza.

Timba: -... Puedes verlo, pero solo un rato y no intentes hacerle algo, *Aceptó sabiendo lo doble cara que podía ser el de ojos celestes* -Y si él te pide que te vayas solo te irás, ¿De acuerdo?.

Trollino: -Bien... Gracias Timba, *Se dirigió a la habitación que le indicó el peli-azul y se asomó en la puerta, allí vio al albino sentado en la cama con un plato de sopa en las manos* -Hola Rius...

Rius: *Miró al peli-negro un poco confundido y bajó su plato lentamente* -¿Trolli?...

Trollino: -¿Cómo te sientes?, me enteré de que estabas enfermo.

Rius: -Bien... Solo con algo de dolor de cabeza *Respondió algo desconfiado* -¿Qué haces aquí? No te veo hace mucho tiempo.

Trollino: -Quería ver a mi antiguo amigo, te busque por un tiempo y hace unos meses Mike me contó sobre tu boda y que ya tienes una familia con Timba.

Rius: -De acuerdo... Aunque realmente me refiero a, ¿Cómo es que Timba te dejó pasar?, sabes que no confía en ti.

Trollino: -Hablé de manera tranquila con él, aunque me dijo que solo sería un momento y que no quería que me acercará demasiado, ¿Y qué me cuentas? .

Hablaron por al menos una hora y media, luego de eso el albino le pidió que se retirará ya que estaba cansado y deseaba dormir un momento.

El azabache salió y encontró al peli-azul cargando a un niño de cabellos blancos mientras lo arrullaba un poco, sus hijos ya tenían 6 años, pero eso no le impedía consentirlos de esa manera.

El de ojos celestes vio el tono de piel y el cabello del pequeño, él cual estaba quedando dormido en el hombro de su padre, le mostró una ligera sonrisa y luego vio al chico peli-azul.

Trollino: -Gracias por dejarme hablar con él... Pensé que mi visita sería en vano.

Timba: -Rius y tu fueron amigos desde muy jóvenes, con el tiempo comprendí que no debía arruinar esa amistad solo porque no confías en mi, *Le dijo viéndolo con una ligera sonrisa* -El problema es entre nosotros después de todo.

Trollino: -Pues, puede que esa rivalidad se termine en un tiempo, nunca vi tu buen lado.

Timba: -Lo mismo digo, pero Mike dice que has cambiado mucho... ¿Cómo se llama tu hija? *Preguntó tomando por sorpresa al azabache, no pensó que el peli-azul estuviera enterado de que ya era padre*.

Trollino: -Miranda... Se llama Miranda, en una semana cumplirá 4 años.

Timba: -Pues te felicito... *Le dijo mientras entraba a la habitación de su hijo y lo dejaba recostado en su cama, luego volvió con el azabache en el pasillo*.

Trollino: -¿Y cómo se llama tu hijo?.

Timba: -¿Cuál de los 2?.

Trollino: -¿Son 2?. *Preguntó un poco sorprendido, su pareja no le había dicho ese detalle*.

Timba: -Si, al que viste se llama Ryan, y el otro se llama Thiago, pero está dormido desde hace rato en su habitación y no quiero despertarlo, ambos tienen la misma edad.

Trollino: -Vaya, pues yo también te felicito, es difícil tener gemelos y casualmente recuerdo que Rius siempre dijo que quería tener 2 hijos.

Timba: -Ehm... Si... *Respondió un poco incómodo, el sabia que no eran gemelos, sino que habían sido trillizos*.

Trollino: -Bien, tengo que ir a ver a Mike y a Miranda, pero me... Me alegro volver a verte *Dijo intentando sonar agradable, realmente no le gustó mucho volver a verlo o al menos no al principio* -Cuida de Rius, sabes que es alguien especial.

Timba: -Vale, y tu cuida de Mike... *Respondió con una sonrisa algo forzada*.

El azabache se retiró y el peli-azul fue a su habitación solo para tomar un abrigo y darle un ligero beso en la frente a su pareja, la cuál ya estaba durmiendo plácidamente.

Se retiró de la habitación, camino un poco con la mirada perdida, pero aún sabía hacía dónde se dirigía.

Llegó a su territorio, y se dirigió a un pequeño rincón de éste, se sentó con sus piernas cruzadas en el césped y miró hacia abajo bajando sus orejas un poco entristecido.

Timba: -Hola mi princesa... Perdón por no venir a verte la semana pasada, estuve algo ocupado con tus hermanos...

Allí estaba enterrado el cuerpo de su hija, a pesar de todo él seguía yendo a ver a su pequeña, el albino no iba tan seguido, ya que siempre terminaba destrozado y llorando por haberla perdido, además, tenía que ir a ver a Mónica.

Timba: -Me encantaría que estuvieras aquí... Pero seguro eres feliz en dónde estás ahora... Prometo venir más seguido a visitarte y a contarte las novedades... *Lagrimeo un poco y sonrió intentando aparentar estar bien, se levantó del suelo* -Buenas noches mi pequeña Amelia...

Le dio una última mirada a la pequeña roca dónde estaba escrito el nombre "Amelia", a pesar de haberla perdido el albino y el peli-azul le pusieron un nombre, ya que con vida o no, ellos le tuvieron y tenían un cariño incondicional.

Allí sintió una pequeña brisa, de alguna manera se sintió más calmado, finalmente se retiró del lugar y volvió a su hogar, estando allí paso a ver a sus hijos para ver si estaban bien, luego entró a su habitación, se dio una ducha rápida y se colocó su pijama para dormir con su pareja.

Una vez recostado en la cama sintió cómo su pareja se volteó para quedar más cerca de él y allí lo abrazo a manera de recostarse en su pecho. Así para finalmente quedarse dormidos.

El lobo del Zoo ~Riumba~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora