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CAPÍTULO 1


Harry

—No vengas a por mí hoy, Peter.

—A su padre le molestará saber que no pasé por usted.

—Pues entonces no le digas, por favor.

Suspiró, cansado de que le pidiera ocultar información a mi padre. —Como guste joven.

Mantuve una corta charla con nuestro chofer momentos antes de bajar del auto en un lento trote, se me había hecho un poco tarde y había tenido que desayunar en el camino. Debí de haber supuesto que algo como esto ocurriría en cuanto la noche anterior el reloj me había marcado las 4am. Mis ojos pesaban producto del cansancio y la falta de horas de sueño. Debería comenzar a acostumbrarme a editar mis fotos mucho más temprano.

Peter había hecho lo posible para traerme rápido a la escuela. Mi apellido no me salvaría todas las veces, y eso era lo que evitaba: ser salvado por ser quien soy, por ser poseedor del apellido Styles.

El timbre sonó, marcando el inicio de clases. Comencé a correr más rápido hacia mi salón de clases antes que el profesor de biología cerrara la puerta y no me dejara ingresar. Odiaría tener que perderme una clase, y mucho más por mi irresponsabilidad siendo mi primer día de clases. Papá se molestaría de saber que mi asistencia no ha sido perfecta...

Estúpido tráfico.

Llegué un par de segundos antes de que el profesor cerrara la puerta en mi cara. La diversión empapaba su rostro hasta que vio detenidamente mi rostro y tuvo que comenzar a borrar de a poco esa sonrisita de suficiencia para suplantarla por una de alguien a quien le interesa mucho conservar su trabajo.

—Casi se queda fuera Styles — avisó, sereno.

—Lo siento profesor, ¿puedo entrar?

—Claro hijo, adelante.

En su tono de voz pude reconocer el hecho de que la entrada se me había permitido solo gracias a mi apellido. El tema era algo que en realidad me molestaba, no era tratado solo como un estudiante más, una persona más de entre la multitud, sino como si fuera el maldito amo del lugar, cuando ni siquiera lo era, esa tarea era delegada a mi padre, el gobernador.

Ingresé con mi cabeza gacha, tomando asiento en el primer banco. Sí, ese era mi lugar. Cómo no, no se esperaba otra cosa de mí y tampoco tenía la bastante confianza en mí mismo como para no hacer otra cosa de la ya esperada.

El "no defraudar a mi padre" estaba presente en cada acto de mi vida.

Estaba sacando mis pertenencias en cuanto me percaté de que el profesor se había quedado parado en la puerta, hablando con alguien al parecer. Decidí prestar atención, ya que sus gestos insinuaban molestia, y también porque no tenía nada mejor que hacer.

—Ya se lo dije y se lo vuelvo a repetir, no entrará a la clase — acentuando cada palabra, dejó en claro el mensaje.

Se escuchaba una especie de protesta del otro lado, una voz de chico, volteé mi cabeza mirando a mis compañeros de clase, intentando descifrar quién era el que faltaba, pero no tuve éxito alguno, los bancos desocupados eran varios y yo era horrible sociabilizando, por lo que no conocía ni a más de la mitad de mis compañeros. Volví a centrar mi atención al profesor.

—No, lo siento, pero no. Ve a la dirección.

Y con eso dicho, cerró la puerta, desechando cualquier tipo de oportunidad para el desconocido de entrar al aula. Con un largo suspiro y una fingida sonrisa por parte del Sr. Richards, la clase comenzó. 

For Your Eyes Only - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora