XXVIII

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CAPÍTULO 28

Louis

Lo primero que vi al abrir los ojos fue su rostro.

Unos pocos rayos de luz se colaban por entre la ventana, pues habíamos dejado mal cerrada la cortina. De todas maneras, lo agradecía, esos pequeños rayos me habían despertado, permitiéndome verlo por un momento. Estaba tranquilo, su rostro lucía como si estuviera teniendo uno de los mejores sueños. Me abrazaba, estaba sobre mi pecho y la sensación era indescriptible. Necesitaba capturar el momento y fue lo que hice, tomando mi celular de la mesa de luz y tomando una foto, haciendo todo el esfuerzo necesario para no despertarlo.

Habían pasado alrededor de unos diez minutos cuando mi cuerpo me urgía levantarme, por lo que moví un poco a Harry para poder salir de debajo de él. Se removió un poco incómodo y luego se volteó, liberándome. Me levanté y me dirigí a la ventana, cerrando bien las cortinas y dejando un poco más oscura la habitación, pretendía dejarlo dormir.

Harry había estado en lo correcto, durante la noche había dormido tranquilo por lo menos unas cuatro horas, pero todo se había arruinado cuando el frío empezó a ser intenso y tuve que tomar una remera para ponérmela y disminuir el frío. De todas formas, él y yo, habíamos dormido en los brazos del otro, y daría lo que fuera por despertar más días así, con Harry durmiendo a mi lado.

Luego de ir al baño, bajé las escaleras hacia la cocina, siguiendo el olor a café que me llamaba. En cuanto entré vi a mamá sentada en el desayunador, café en mano y algunas galletas que, apostaba, ella había preparado. Revisaba su teléfono, pero por la concentración, podía decir que estaba enviándose mensajes con Anne, era parte de la rutina diaria.

—Buenos días, Boo — saludó al verme entrar.

Sonreí, sabía que ella seguiría llamándome de esa manera incluso si tuviera cuarenta años, y no me molestaba, solo solía avergonzarme cuando me llamaba de aquella manera frente a mis amigos. Harry ya lo había asimilado y estaba muy acostumbrado de escuchar mamá llamándome de aquella forma.

Me serví un poco de café antes de darle un beso de buenos días y sentarme frente a ella, dándole un sorbo a mi café.

—Así que... — comenzó, bajando su teléfono —. Otro tatuaje — acusó, señalando al lugar donde el tatuaje estaba.

Sonreí y di otro sorbo a mi café antes de siquiera responder, ella esperaba, tranquila. Me limité a asentir mientras tomaba una galleta de chocolate y le daba una mordida.

—Y anoche Harry pasó la noche aquí — observó.

Volví a asentir.

Sabía que estaba postergando lo inevitable y también era bastante obvio que mamá sabía lo que pasaba, ella solo intentaba hacerme hablar, confesar. Sin embargo, no sabía cómo hacerlo, prefería tan solo responder a sus preguntas y ser monosilábico de vez en cuando, o simplemente limitarme a asentir.

—Supongo, entonces, que ya es oficial — habló, tomando su taza para dar un trago a su café.

Sentí cómo la galleta que comía se quedaba a medio camino en mi garganta, por lo que tuve que toser levemente para hacerla pasar y luego le di un trago a mi café, todo esto bajo la atenta y sonriente mirada de la mujer que me dio la vida.

—¿El qué es oficial? — cuestioné, pretendiendo no entender el rumbo que tomaba la conversación.

—Que Harry y tú ya son novios — enfatizó la última palabra con alegría.

Sabía que a mis papás no les molestaría mi decisión, pues ellos me habían educado para amar, no importaba a quién. Los nervios estaban allí solo por el hecho de tener que decirles que estaba saliendo con alguien, el día llegaría, eventualmente, pero era raro.

For Your Eyes Only - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora