XXV

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CAPÍTULO 25

Louis

Estábamos siendo imprudentes, por no decir estúpidos. Actuábamos sin siquiera ponernos a pensar dos segundos en las consecuencias, pero ya era tarde, la rabia y adrenalina del momento nos impulsaba como balas, derechos a Desmond.

Derechos al final.

Íbamos en mi auto, Harry iba incómodo, molesto y perturbado. No paraba de mover su pierna derecha en señal de nerviosismo. Bajé una de mis manos del volante para así tomar la mano libre de Harry entre la mía y darle un pequeño apretón, en ese instante dejó de moverse y sonreí en alivio. Volví mi mano al volante, no me apetecía tener accidente alguno.

El celular de Harry no paraba de sonar con mensajes y llamadas entrantes, lo miré de soslayo mientras él tomaba el celular y comenzaba a revisar los mensajes entrantes con su ceño fruncido.

"Si insistes en estar con él, lo mataré, justo frente a tus ojos, y luego te mataré también a ti. El reloj corre."

El mensaje que Desmond le había enviado a Harry solo logró que su furia reventara. Junto con la mía, sabía que él iría en busca de su padre fuera como fuera, y no tenía pensado permitir que fuera solo, iría con él hasta el fin del mundo, no importaban las consecuencias. No importaba nada más que él, más que nosotros.

Nada importaba más que nuestro amor.

Estábamos yendo directos hacia la boca del lobo, por supuesto que lo sabíamos. Ambos éramos conscientes de todo el peligro que esto suponía, pero no nos importaba.

Fruncí mi ceño y aumenté la velocidad del vehículo en cuanto una negra camioneta comenzó a seguirnos. Tranquilamente podía ser una de las camionetas que habían quedado en casa, o también podía ser un enviado por Desmond. Harry notó mi comportamiento en cuanto comencé a desviarme para que nos perdieran de vista, sin resultado alguno, al menos no positivo, la camioneta nos seguía cada vez más de cerca.

Él volteó en su lugar, intentando observar a la camioneta con mucha más claridad. Tomó su teléfono, tecleó algo y a los pocos segundos obtuvo respuesta.

—Es Paul — confesó, aliviando mi creciente nerviosismo y provocando que condujera a una velocidad mucho más moderada.

En cierto punto, me había preocupado que él no saliera justo detrás de nosotros, confiaba en él y sabía que cualquier cosa que se necesitara él estaría a nuestro lado, acompañándonos y ayudándonos a enfrentar cualquier adversidad que se interpusiera en nuestros caminos.

Luego de unos diez minutos, estacionamos frente a la casa de Harry, él ni siquiera me dio tiempo a apagar el motor del auto cuando ya iba dirigiéndose a grandes zancadas hacia la entrada de su casa. Bajé rápidamente, sin importarme una mierda apagar el motor y cerrar la puerta detrás de mí, Harry se había convertido en mi única prioridad.

—¡Harry! — le llamé, sin resultado alguno.

Comencé a correr hacia él, ya había abierto la puerta de su casa y aceleré mi paso, unas ruedas frenaron de golpe detrás de mí, pero no volteé a mirar. Ya había entrado a casa, encontrándome con una de las peores escenas.

Harry estaba plantado justo en la sala de estar, su mandíbula apretada denotaba la ira que corría bajo su piel, su respiración acelerada solo era un indicativo de todas las palabras que en este momento se estaba guardando. Por otro lado, Desmond estaba sentado en el gran sillón, con un trago en una de sus manos, y uno de sus guardias detrás de él, con un arma apuntando directamente a Harry, la sonrisa de suficiencia plantada en el rostro de Desmond solo lograba enervarme.

For Your Eyes Only - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora