XVII

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CAPÍTULO 17

Harry

Iba tarde a clases, de todas formas, mis ganas de entrar a matemáticas no eran muchas. Deseaba que cualquier cosa detuviera mi camino para no tener que entrar a torturarme por toda una hora y media.

—¡Styles!

Me di media vuelta en cuanto mi nombre fue gritado, mis guardias poniéndose erguidos y actuando rápidamente. Paul me sujetaba por un brazo, poniéndome detrás de él y tomando algo escondido en el interior de su saco, sin mostrarlo a la luz. De seguro era un arma. El otro guardia deteniéndose frente a un molesto Stan, el mejor amigo de Louis.

Fruncí mi ceño ante su molesto semblante y prepotente actitud. Él era muy tranquilo, solo había cruzado un par de palabras con él a causa de Louis, pero de entre todos los del equipo y el círculo cercano de Louis, Stan era el más amable y calmado, algo debía de haber pasado.

—Déjenlo. — ordené luego de que el otro guardia tomara a Stan por los brazos.

—Señor... — comenzó Paul, empleando un tono de voz cercano a la advertencia.

—Que lo dejen — en cuanto Stan estuvo más cerca de mí, hablé — ¿Qué sucede? ¿Está bien Louis?

Bufó y sonrió con necedad, sobrándome y eso me descolocó demasiado, pasó su mano izquierda por su rostro. No sabía cómo es que había llegado hasta mí sin toparse con ningún profesor que lo devolviera a su curso. Donde también debería de estar, aunque no importaba, ya había perdido la clase. Se quedó mirándome fijamente por un momento, como analizándome.

—Él te gusta, ¿verdad?

Y eso había sido algo que ni en un millón de años me hubiese esperado. La pregunta fue rápida, concisa. Él buscaba una respuesta inmediata; sin embargo, no sabía qué decir.

¿Qué le dices al mejor amigo del chico del que te enamoraste? ¿Solo se lo dices? Dices algo como: "sí, me enamoré de tu mejor amigo". ¿Cómo confiesas algo así cuando la otra persona no demuestra interés en ti? ¿Cuál se suponía que era el camino que debía tomar?

—Lo tomaré como un sí. — sonrió y fue allí donde todo se tornó más raro.

Stan sonreía abiertamente, casi con felicidad. Miré a mis guardias de reojo, me alejé de ellos un poco más tomando a Stan del brazo levemente, no estaba interesado en que ellos presenciaran aquello. Podían decirle a papá y no me agradaba mucho el camino que aquello podría tomar.

Había descubierto que papá era homofóbico, que, si me preguntan, no es una fobia. Eso es estupidez humana y tener el cerebro más pequeño que una almendra. No había sido difícil de descubrir y no se necesitaba ser ningún genio tampoco, con cada cosa que decía te dabas cuenta de cuáles eran sus pensamientos respecto al tema, eso explicaba por qué Louis no era de su agrado. Evitaba pasar mucho rato con él. Me incomodaba. Hablé de eso con Gemma y mamá, ellas solo me dijeron que no lo cambiaría, pero que, si yo algún día tuviera de pareja a un chico, se haría todo lo necesario para que fuésemos felices, y cuando dijeron aquello no pude evitar pensar en compartir una vida con Louis.

Una idea que prontamente tuve que enterrar.

—¿Por qué importa lo que sienta?

—Importa. Y ya. Deberías decírselo.

Negué, riendo de manera cínica. Acercarme a él era lo último que quería.

—No tiene sentido.

Comencé a alejarme antes de que hablara. Dejándome helado.

—Él no la ama.

Se marchó, siendo victorioso y plantándome una idea en la mente, una idea que debía eliminar. No podía hablarle... pero quería hacerlo.

For Your Eyes Only - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora