For Your Eyes Only - Larry

VI

CAPÍTULO 6

Louis

Las semanas habían pasado rápidamente. En un par de meses más entraríamos al receso invernal, las tan ansiadas vacaciones y mi último año escolar.

Mi amistad con Harry era un tema aparte, no habíamos podido entablar conversaciones más allá de un "hola" acompañado de un "¿qué tal?", yo había estado ocupado con los entrenamientos y otro partido importante jugado hacía unas semanas atrás. Harry... pues, no sabía qué hacía además de tomar fotografías. Algunos del equipo me habían dicho que se encargaba de dirigir el grupo estudiantil del colegio. Ni siquiera recuerdo haber votado por algo así.

Bueno, hay que tener en cuenta que ni siquiera me entero de más de la mitad de cosas que pasan a mi alrededor a no ser que estén directamente conectadas hacia mí o al equipo de alguna manera.

En la hora del almuerzo había notado que Harry se sentaba con Emily y Alex, dos chicas que habían decidido salir del clóset juntas hacía ya un año — y sí, solo recordaba sus nombres por eso—. Fue todo un revuelo aquel día cuando las vimos llegar de la mano y darse un beso en el medio del pasillo, asegurándose de que todas las vieran, el tema había estado en boca de todo mundo al menos durante unos dos meses. De todas maneras, nunca nadie las molestó por eso, y creo que solo por el hecho de ser chicas y con esto me refiero a que hubo un chico que poco después de lo de ellas, había decidido salir del closet, el rumor se esparció rápidamente en el colegio y el maltrato que él recibió fue tanto que tuvieron que cambiarlo de escuela.

Verlo con ellas me sorprendió, Harry no parecía el típico chico con muchos amigos que disfruta su adolescencia yendo a fiestas y emborrachándose, y eso se me hacía algo raro, sin mencionar su distante actitud. Él ni siquiera parecía un tipo de chico que llegara a la cafetería para pasar el rato con amigos. Pero ahí estaba, sentado con aquellas chicas, riendo de lo que ellas le decían cada vez.

Lo observaba más de lo normal cada vez que podía, compartíamos algunas clases y entendí que estaba avanzado en alguna de ellas. Los profesores lo estimaban tanto, al igual que los directivos, pero eso, por alguna extraña razón, a él parecía molestarle. Algunos estudiantes se acercaban a él en el pasillo, con falsas sonrisas detectables y Harry solo daba media vuelta, marchándose y dejándoles solos.

Me preguntaba por qué conmigo había sido diferente.

Hoy era jueves, mañana tendría un partido por los octavos de final. La serie no juntaba a tantos equipos, así que era un campeonato relativamente corto y sumamente importante, un partido semana por media. La última semana de clases sería el último, se definiría al campeón y quiénes estarían becados. Esperaba estar entre los seleccionados, ayudaría demasiado a mis padres de ser así.

Llegué a casa muerto de cansancio por el fuerte entrenamiento. El entrenador siempre nos quería mucho más preparados de lo que ya estábamos y nos ponía a correr cada vez más kilómetros para luego tenernos haciendo diversos ejercicios por al menos otra hora más y armaba un mini partido para ver en qué condiciones nos encontrábamos.

Supe que mamá estaba en la cocina incluso antes de llegar al lugar y es que el delicioso aroma que desprendía el lugar solo era posible cuando ella se hacía cargo de la cena. En cuanto llegué a ella la vi de espaldas a mí cortando un par de verduras que iba añadiendo de a poco a una gran olla. Parecíamos una enorme familia cuando solo éramos tres.

Me abracé a ella y besé su cabeza logrando exaltarla un poco, sacándome una enorme sonrisa. Nunca estaría lo suficientemente cansado para mi familia.

— ¿Boo? — llamó.

Sonreí de lado por el apodo. Maldito oso, pensé. Me hice un par de pasos hacia atrás, afirmándome en el desayunador de madera, a la par que ella volteaba a verme con una sonrisa extendida en sus labios. La observé un momento, su cansado estado se reflejaba en sus ojos, el doble turno en el trabajo acababa con ella. Con ella y papá.