XXVII

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CAPÍTULO 27

Louis

Eran las siete de la tarde, Harry y yo ya estábamos saliendo del estudio donde nos hicimos los tatuajes. Al principio estuve un poco preocupado por si la tinta causaría algún tipo de reacción alérgica en su piel, o si le dolería, pero luego él había levantado un poco su buzo, dejándome ver un par de tatuajes en su abdomen que ahora deseaba tanto poder tocar.

Estábamos en mi auto, estacionados en un parque, con la música resonando y cada uno con un café humeante.

El frío ya se hacía insoportable, tanto que podías sentir tus extremidades doler si no te abrigabas lo suficiente. Agradecía que Harry ya no cargara con el cabestrillo, se lo habían sacado por la mañana y él ya se sentía un poco más liberado, aunque tuviera que tener cuidado.

Harry y yo habíamos obtenido nuestros tatuajes en nuestras muñecas, se veían bien, era un trabajo excepcional y Harry se veía tan feliz, tanto o más que yo.

—¿Qué haremos para tu cumpleaños? — inquirió, sacándome de mis cavilaciones y casi haciéndome ahogar con el café que bebía.

Yo ni siquiera recordaba haberle dicho que mi cumpleaños se acercaba.

—¿Cómo supiste?

—No por ti, claramente — respondió con desinterés.

—¿Fue mamá?

—Por supuesto que fue ella... somos amigos — concluyó, tomando de su café y posando su vista en mí.

Sonreí ante la imagen mental que había tenido luego de que dijera aquello. Mamá y papá apreciaban a Harry como si fuera uno más de la familia, y ahora lo era. Ella y Anne habían estado visitándose desde lo que pasó con el papá de Harry, y eso había sido de bastante ayuda para la familia Styles. Solíamos comer juntos cuando teníamos el tiempo y mamá cocinaba junto a Anne.

Estábamos siendo una familia.

—No me gusta celebrar mi cumpleaños — confesé.

Harry me miró y sonrió de lado antes de hablar —. Eso era antes de tenerme.

Largué una pequeña carcajada por el enorme ego que se cargaba. Aunque quizá tenía razón, era demasiado probable que ahora que lo tenía en mi vida, mis cumpleaños adquirirían otro sentido.

Decidí que lo mejor sería no seguirle la charla, así que me quedé en silencio, disfrutando de mi café y tarareando la canción que sonaba en la radio.

Pero el silencio no era amigo de Harry, supe que iba a hablar incluso antes de que lo hiciera. Comenzó a mover una de sus piernas de manera impaciente al igual que una de sus manos, recorriendo su ahora largo pelo.

El estilo le quedaba de maravilla — como todo lo que decidía vestir —. Tenía un aspecto de chico rudo con su pelo de ese largo, pero me fascinaba y era algo que le había hecho saber muchas veces.

—¿Te decidiste por alguna de las universidades?

Suspiré ante eso, no consideraba que fuera el momento apropiado para hablar de aquello, elegir una Universidad implicaba alejarme de Harry por todo un año, y no estaba muy contento con la sola idea. Él aún debía cursar un año, solo estaba adelantado en una materia, que era la misma que compartíamos.

Negué con la cabeza, dejando mi café entre mis piernas y volteando mi cabeza para mirar por la ventana, a la nada misma para solo perderme un momento en mis pensamientos y darle a entender a Harry que no quería hablar sobre el tema.

For Your Eyes Only - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora