XV

26 3 0
                                    

CAPÍTULO 15

Louis

Harry se había ido. Lo había lastimado. Lo supe porque también yo estaba herido.

Y, ¿por qué? ¿Por qué me afectaba tanto?

La respuesta a esa pregunta era tan sencilla de responder, tanto que odiaba haberme tardado tanto para comprenderlo, para aceptarlo. Y es que lo necesitaba en mi vida.

Me había enamorado de Harry.

Estaba enamorado, de una manera tan profunda e intensa que la sola imagen de una lágrima rodando por su mejilla, dolía. Dolía como la misma mierda.

Lo vi marcharse, llevándose todo lo que alguna vez pudimos tener, destruyéndolo todo con cada paso que daba. Y no lo culpaba, por supuesto que no. En el momento en que tomé la decisión de pasar por toda esta absurda farsa, sabía que dolería, pero nunca imaginé que a él le dolería tanto. Ambos estábamos tan implicados en esto, ambos habíamos caído por el otro y el dolor del impacto se hacía presente con cada segundo, doliendo, tirando, rasgando y quebrando nuestros corazones.

Hasta dejarnos en la nada.

Hasta ser nada.

Lo vi alejarse y pude ver a uno de sus guardias seguirlo mientras el otro —Paul— se acercaba a mí, recordaba que Harry me había dicho su nombre cuando me presentó a sus guardias en el colegio. Paul se mostraba afligido. Limpié mis lágrimas, intentando recobrar la postura, haciéndoseme tortuoso. Me pasó su teléfono y solo pude mirarlo confundido mientras él me hacía un gesto, instándome a tomar el celular de sus manos y llevarlo a mi oreja, había una llamada en curso. Supe quién era incluso antes de que hablara.

—¿Lo hiciste?

—Sí.

—¿Dolió? — sonaba jovial.

El muy hijo de su madre disfrutaba con toda esta mierda. El enojo se apoderaba de mí, y con cada risa que él profanaba solo lograba aumentar mi estado de ansiedad. Quería golpearlo, mandar todo a la mierda y buscar a Harry, pero no podía. No si quería que Harry fuera feliz, era muy consciente de que Desmond era capaz de hacer lo que fuera para separarnos. Y podíamos no hablarnos por el momento, pero Harry era libre aún, todo lo hacía por él.

—Vete a la mierda — respondí.

Su risa frenando de golpe.

—Ten cuidado de cómo me hablas.

—¿Qué si te mando a la mierda? ¿Qué si le digo a Harry la clase de padre que tiene? ¿Qué harás? ¿Me matarás esta vez?

Estaba jugando con fuego, lo sabía, pero las palabras salían sin que siquiera pudiera tomarme un momento a pensar en todo lo que decía. Hablaba desde la rabia, desde el dolor. Hablaba desde la pérdida que estaba atravesando.

—Mira Louis, si no quieres que tus adorados padres terminen de patitas en la calle de los lugares donde trabajan, vas a hacer todo lo que te diga, ¿entiendes? Todo, Louis.

Colgó. Y por mi estúpida imprudencia, ahora mi familia había entrado a formar parte de todo el enfermo plan de Desmond Styles para mantener a su hijo dentro del estúpido armario y poder ser el maldito gobernador del lugar de nuevo.

Le entregué el teléfono a Paul, pero lo que en verdad quería hacer era tirarlo contra el piso. Necesitaba romper algo, necesitaba descargar toda la frustración que me llenaba a punto de desbordar.

—Oye... — comenzó Paul.

—¡¿Qué?! ¿También vas a amenazarme? — le enfrenté.

—¿Qué? Mierda... — estaba preocupado, sonaba confundido. Tanto o igual a mí — ¿Desmond te ha amenazado?

For Your Eyes Only - LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora