Después de que Susan verificó por última vez el cuerpo de Sofía, y de esperar a que ella despertara. Procedió a darle unos cortos consejos como, quedarse en cama y comer mucho durante la estadía.
Al dejarle todo claro y dejar dormir un rato más a Sofía, Susan y Light bajaron a la sala donde se encontraban Ailyn y Sara. Sara por supuesto se levantó y se acercó rápidamente a Susan con preguntas y con un rostro preocupado.
—Tranquila, todo salió bien —respondió Susan con una sonrisa—. El primer tratamiento fue un éxito. intentare lo mismo durante unos días, y también hay que tomar en cuenta que Sofia estará debilitada mas de lo normal por lo que necesitará mucha atención y una buena alimentación.
La felicidad en el rostro de Sara era contagiosa, puesto que Ailyn también sonrió por la felicidad de su amiga, y después la tomó de las manos.
—Por la atención y alimentación no te preocupes. Yo también me haré cargo de ella y te ayudaré en todo lo que pueda —le dijo Ailyn.
—Muchas gracias, en verdad, muchas gracias a las dos —Sara agradeció mientras las lágrimas brotaban de sus ojos.
Light no quería cortar la escena conmovedora, pero el también tenia cosas que hacer por lo que tosió un poco para llamar la atención de su madre y después le dijo:
—Madre, seguro padre te habrá contado. El vendrá dentro de un rato para llevarme a la casa del jefe del pueblo, Lenear.
—Oh, claro cariño —respondió Ailyn—. No te preocupes por eso, tu padre no debe de tardar en llegar.
—¿Iras a la casa del señor Lenear? —Pregunto Sara mientras se secaba las lágrimas.
—Así es, el jefe Lenear me enseñara algunas cosas que necesito saber.
—Que bien, podrías darle esta carta, di que es de mi parte, por favor —Sara le dio un sobre blanco sellado con una estampa roja con una paloma dibujada en ella—. Tenía pensado dársela a tu padre para que la entregara, pero siento que estará mejor en tus manos.
Después de ese chiste, todos se rieron un rato. Era bueno drenar el estrés mediante unas gratificantes risas.
—Claro, se la daré al jefe del pueblo —dice Light guardando la carta en su bolsillo.
Una hora pasó y Albert había llegado de hacer su deber con los nuevos guardias.
Luego de haber almorzado y hablado un poco, Light se alisto para ir a la casa del jefe del pueblo junto a su padre como guía y cuidador.
Light a pesar de mostrar un buen desempeño y saber luchar mejor que otros guardias del pueblo, aun sus padres lo veían como un niño que podría salir lastimado y perderse sólo.
Light pensó que si eran así tan solo para caminar en el pueblo que es seguro y cero probabilidades de riesgo, no podría imaginar como se pondrían al saber que entrenaba en un bosque solo.
No conforme a eso, lleno de peligros que ni siquiera sabia como eran y que tal letal llegaban a ser. Light pensó que definitivamente tenía que seguir su entrenamiento a escondidas.
El día que no pudiera ocultar las cosas, debería de explicar todo, pero Light esperaba que para ese tiempo ya se hubiera vuelto fuerte para que no le reprocharan nada, y demostrar que podía cuidarse solo.
Light camino por el pueblo junto a su padre. Light no se veía ya de un niño pequeño y débil, su cuerpo era alto para su edad y sus músculos estaban bien definidos demostrando su buen desarrollo en su crecimiento. Su cabello era un poco largo, por lo que se sacudía cuando una brisa chocaba con el. Sus ojos negros y su mirada tranquila y seria lo hacían ver como alguien rudo y fuerte.
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La Unión De Los Reinos
Fantasi¿Sufrir por un destino sellado? ¿Acaso la voluntad de un ser vivo es nula delante de semejante escritura? ¡No! ¡Definitivamente no es así! Yo seguiré solo por ti, mi Diosa, pero de ahora en adelante, yo mismo forjare mi destino. Que el cielo caiga e...