Sucker for you. ‹𝟹 Sungsun

06

— ¡¿Qué hiciste qué?! —casi gritó un Sunghoon totalmente exaltado.

Era viernes por la mañana, Park había llegado -ésta vez- temprano a la universidad, por lo que al ver a su pelirrojo amigo no dudo en conversar un rato antes de empezar las clases. Vaya que no sabía si fue una buena idea enterarse de lo que pasó ayer.

Jake se aguantó el soltar tremenda carcajada al ver los ojos exaltados de su mejor amigo.

— ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué hiciste eso? —se enredó en sus propias palabras, Sunghoon no quería exasperarse pero vaya que la situación lo ameritaba.

— Hubieras obtenido todas tus respuestas si tan solo habrías escuchado lo que dije en vez de observar a Sunoo como un chiquillo enamorado. —se burló a más no poder.

— E-eso no es cierto. No digas estupideces.

— El estúpido aquí eres tú. —se encogió de hombros

— ¡Se supone que eres mi mejor amigo! —gritó indignado.

— Claro, y para eso estoy. ¿Acaso un mejor amigo no ayuda al otro a conquistar a su crush? —habló con aires de suficiencia.

— ¿Crush? ¡No es mi crush!

— Sí, sí, como tú digas. —rodó los ojos.— No entiendo porqué te pones así, Sunghoon. Es una salida de amigos. —alzó la voz en la última palabra.— Nada más. ¿O acaso estás nervioso?

— No tendría por qué estarlo.

— ¡Exacto! ¿Ves que es fácil? —sonrió levemente, su amigo sí que era muy terco, pero igual le seguiría la corriente. Jake quería ver hasta dónde iba a llegar Sunghoon con esa actitud.— Ahora, lo importante es que la salida será este sábado a las 5 de la tarde.

— Pero Jake... —siseó ante lo escuchado.

— Por Dios, Sunghoon. ¿Desde cuándo tú te niegas a salir a divertirnos? —le reprochó y el mencionado calló abruptamente al no tener una buena excusa.— Nunca. ¿Verdad?

— Nunca. —se limitó a hablar.

— Está bien. Es por eso que te quiero ver bien guapo como siempre el sábado. Ya sabes para que puedas llamar su atención. —sonrió travieso y le dió un leve codazo.

— ¡Shim Jaeyoon!

El pelirrojo soltó una estruendosa carcajada propia de él al ver cómo es que Sunghoon estaba cambiando bruscamente.

¿Desde cuándo Park Sunghoon se avergonzaba? Eso sí que era algo digno de ver.

El sonido de la campana que indicaba el inicio de las clases interrumpió la conversación del par de chicos.

Jake fingió secar sus inexistentes lágrimas de las mejillas a causa de todo lo cómico que se veía la situación de su pelirubio amigo.

— Bien, nos vemos en el receso. Suerte.

— ¿Suerte? —cuestionó confundido y con el entrecejo levemente fruncido.

El pelirrojo le indicó a dónde ver con la mirada y con una sonrisa burlesca, yendo hacia cierto punto. Park volteó a ver sobre su hombro. Diablos. ¿Acaso el destino le estaba jugando una mala pasada? Bien, tal vez sonaba dramático, pero es que el pelinegro lograba cosas en Sunghoon que nunca antes había sentido por alguien más.

¿Cómo se supone que debería llamar a eso? Es más...

¿Qué es lo que debería hacer?

Jake se fue sigilosamente, tratando de esconderse por ahí para ver cómo es que Sunghoon se iba a comportar con aquel chico pálido.